Mimo y rigor en la Casa de Infantes
PARADOR DE LA GRANJA, en Segovia, un atractivo centro de reuni¨®n
En una ¨¦poca marcada por la experimentaci¨®n con los sentidos, el nuevo parador de La Granja rapta al hu¨¦sped por dos sensaciones muy gratas. La primera est¨¢ relacionada con el sonido compacto de su arquitectura, que lo emparenta con la portezuela de un BMW, desarrollado por m¨¢s de cuarenta ingenieros. Es la expresi¨®n de un edificio bien proyectado y restaurado m¨¢s tarde con rigor. Se trata nada menos que de la Casa de Infantes, mandada construir por Carlos III en 1770 para sus hijos en las inmediaciones del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso. Tres patios de arquer¨ªas poderosas ayudan a absorber los ruidos y ofrecen un contraste insospechado con el racionalismo de la fachada.
PARADOR DE LA GRANJA
PUNTUACI?N: 7
Categor¨ªa: 4 estrellas. Direcci¨®n: calle de los Infantes, 3. 40100 La Granja de San Ildefonso (Segovia). Tel¨¦fono: 921 01 07 50. Fax: 921 01 07 51. Central de reservas: 902 54 79 79 (Paradores de Turismo). Internet: www.parador.es. Instalaciones: garaje en construcci¨®n, jard¨ªn, spa, gimnasio, simulador de golf, salones de estar, cafeter¨ªa, comedor, centro de congresos y convenciones de 8.000 m2. Habitaciones: 102 dobles, 25 suites; todas con calefacci¨®n, aire acondicionado, tel¨¦fono, TV sat¨¦lite, minibar, secador de pelo, habitaciones para no fumadores. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, no admite animales dom¨¦sticos. Precios: temporada alta, 159 euros + 7% IVA. Temporada baja, 149 euros + 7% IVA. Desayuno, 15 euros + 7% IVA. Tarjetas de cr¨¦dito: American Express, Diners Club, Eurocard, MasterCard, Visa, 6000.
La segunda percepci¨®n sensorial es el olor a aceites esenciales. El aroma proviene de uno de los patios del parador donde ha sido instalado un spa, comunicado por fuera con otro edificio anexo, el Canap¨¦, que fue el cuartel de la Guardia de Corps en 1764 y hoy alberga un centro de congresos y convenciones de 8.000 metros cuadrados, tan vanguardista como apetecible para las empresas por su cercan¨ªa a Madrid.
Gracias a ambos efectos sensoriales, la Red Nacional de Paradores ha conseguido aqu¨ª lo imposible: es decir, un ambiente relajado tanto para pasar las vacaciones como para ir a trabajar. Incluso los d¨ªas de llenazo, el viajero tendr¨¢ la impresi¨®n de estar a solas.
Organizados en cinco alturas, los interiores guardan una generosa luminosidad y un equilibrio est¨¦tico entre lo cl¨¢sico y lo actual, aunque ciertos detalles recuerdan insistentemente el ambiente militar de anta?o: ba¨²les de viaje, faroles de campa?a, litograf¨ªas de caballer¨ªa...
Antes que prodigarse en tecnolog¨ªas al uso, las habitaciones recurren a las dobles ventanas, los suelos de terrazo y los radiadores tradicionales. Impera el rigor hist¨®rico y el confort.
La gesti¨®n destaca por su personalidad. Eduardo Oll¨¦ se ha rodeado de un equipo humano que logra anticiparse a los gustos y deseos de los clientes desde su llegada. Hay bebidas y caramelos para los ni?os en la recepci¨®n, velas encendidas en la terraza exterior y en el patio del spa, amplia variedad de platos en el desayuno, as¨ª como diversos complementos de acogida en la habitaci¨®n: almohadas de distintos grosores en los armarios, cosm¨¦ticos sin regatear y hasta un carro de licores en cada una de las 25 suites.
Ideas de gran hotel que observa desde su pedestal, en el patio del medio, una estatua del dios Apolo.
Propuestas para una escapada a La Granja en la Gu¨ªa de Castilla y Le¨®n de EL VIAJERO
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