Su cartera peligra en esta estaci¨®n

P¨¢rense y p¨®nganse ah¨ª.

-?Por qu¨¦?

-Porque son ustedes carteristas.

Mediod¨ªa de jornada laborable. Pasillo del metro repleto. Tres vigilantes de seguridad de la empresa Prosegur acompa?an a una pareja de extranjeros hasta la salida. "Es la tercera vez que les echamos", dice uno de ellos. No act¨²an a ciegas. Disponen de un manual que, desde hace cerca de un mes, descansa en algunos de los vestuarios de estos trabajadores. Se llama Operativa anticarteristas y va encabezado por el sello de la empresa Prosegur, responsable de la vigilancia en las l¨ªneas 1, 6 y 11. Detalla las t¨¦cnicas y los tramos del metro con m¨¢s robos y divide a los descuideros por nacionalidades. El informe, de 18 p¨¢ginas, sostiene que "con el aumento de la inmigraci¨®n" ha crecido la cifra de los delincuentes que bajan al suburbano y se quedan con el bolso ajeno o el monedero.

El informe dice que los descuideros espa?oles "son una especie en extinci¨®n"

Para describir los distintos modus operandi de estos delincuentes el manual hace una divisi¨®n geogr¨¢fica. Los carteristas provienen de seis puntos diferentes del mapa. Empieza por los rumanos, los que "m¨¢s abundan" y que "se muestran agresivos si no consiguen su objetivo". Bloquean a la v¨ªctima a la entrada o salida del tren para dificultar el paso mientras la roban.

Los sudamericanos, prosigue el texto, "pueden ser ecuatorianos, chilenos o presuntamente cubanos". Se cruzan y se entregan el bot¨ªn de unos a otros. "Son bastante m¨¢s finos que el resto" porque van bien vestidos, usan buenos perfumes y se acercan "provocativamente" a la v¨ªctima para llamar su atenci¨®n mientras el c¨®mplice roba la cartera.

Algunos magreb¨ªes -que "hace unos a?os eran una aut¨¦ntica plaga", seg¨²n el documento- "tambi¨¦n est¨¢n enganchados a las drogas o el alcohol, con lo que tenemos el mismo problema que con los rumanos".Las bosnias -en este caso hace distinci¨®n de g¨¦nero- "se refugian en el metro para cometer sus fechor¨ªas". Seg¨²n el documento, "no se muestran violentas, aunque s¨ª es cierto que en ocasiones han sufrido las iras de los rumanos", de los que se vengan con un m¨¦todo particular: si los ven en el vag¨®n "roban una cartera, la tiran a los pies de los rumanos y avisan a la v¨ªctima".

Hay un grupo para el que el informe plantea dudas: los italianos. Seg¨²n el documento, usan los mismos m¨¦todos de los rumanos, a los que acompa?an, "y por supuesto sus mismos vicios". Los espa?oles, por ¨²ltimo, "son una especie en extinci¨®n" que se ha desplazado a la calle y a los accesos al transporte p¨²blico "al encontrarse tanta competencia".

El manual se?ala que los carteras prefieren actuar en el interior de los trenes, en escaleras mec¨¢nicas y andenes. "?ltimamente han empezado a actuar bien entrada la noche, cuando las dependencias de la oficina policial de Nuevos Ministerios est¨¢ cerrada, ya que se ven sometidos a menos presi¨®n por los polic¨ªas de esa oficina".

El informe, que arranca con un listado de art¨ªculos de distintas normativas de seguridad, considera que "la levedad de penas" incluidas en la legislaci¨®n favorece la proliferaci¨®n de los robos de carteras.

"No es intenci¨®n hacer un discurso cargado de pol¨ªtica" prosigue, pero "unas leyes permisivas y una mal llamada solidaridad con los desfavorecidos dan lugar a estas situaciones". Acusa a los carteristas de beneficiarse de "ayudas sociales" o de costear con el bot¨ªn "el consumo de drogas, alcohol, prostitutas o m¨¢quinas recreativas".

Un inspector de la brigada provincial de seguridad ciudadana del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa asegura que no suelen portar armas, en contra de lo que se?ala el manual de seguridad Operativa anticarteristas, el informe dirigido a los vigilantes del metro, en el que se describen todo tipo de utensilios que esconden objetos cortantes. La lista incluye cuchillos en el mango de un paraguas, l¨¢pices "muy afilados y con loctite en la punta" o u?eros "con pincho". En los primeros d¨ªas de trabajo de la brigada policial no han detectado ning¨²n suceso violento relacionado con los carteristas.

Seg¨²n el documento, Metro pidi¨® a Prosegur en marzo de 2007 "que estableciera un dispositivo anticarterista". Un portavoz de Metro se?al¨® que la empresa no pod¨ªa ofrecer detalles sobre este tipo de operaciones "por motivos de seguridad".

Desde Prosegur, una portavoz de la empresa sostiene que el informe "no es un documento oficial" de la empresa y culpa a "alg¨²n vigilante" de su redacci¨®n y distribuci¨®n. Dos de sus trabajadores empleados en el metro -donde trabajan m¨¢s de 2.000 guardias de diferentes compa?¨ªas- aseguraron a EL PA?S que lo hab¨ªan distribuido los inspectores de Prosegur. El viernes, despu¨¦s de que este peri¨®dico pidiera su versi¨®n a la empresa, los manuales fueron retirados de los vestuarios.

El informe ya retirado se?ala que tras la inauguraci¨®n de las ampliaciones del metro de hace a?o y medio se organiz¨® un dispositivo con 10 vigilantes y un inspector con "libertad absoluta" para hacer su trabajo y con "una formidable colaboraci¨®n de los polic¨ªas nacionales". Obtuvieron resultados "muy aceptables" pero "inexplicablemente, Metro decidi¨® d¨ªas despu¨¦s suspender dicho operativo". El manual se?ala que es "decepcionante" asistir a un juicio contra "estos sujetos" y ver que las condenas "suelen ser multas que suelen pagar sin problemas ya que sale de bolsillos ajenos". Acaba con un refr¨¢n a modo de advertencia: mano cerrada, mano sospechosa.