"Una obra viva despierta resistencia"

Juan Goytisolo recibi¨® ayer, a los 77 a?os, su primer premio institucional espa?ol. El escritor estaba en Madrid camino de Marraquech, la ciudad marroqu¨ª en la que vive desde 1996, cuando, tras la muerte de su mujer, la escritora Monique Lange, cerr¨® su casa de Par¨ªs. Ven¨ªa de participar en M¨¦xico en el homenaje a su amigo Carlos Fuentes: "Al llegar al hotel me dieron la mala noticia", dijo. La "mala" noticia era que le acababan de conceder el Premio Nacional de las Letras Espa?olas, dotado con 40.000 euros, por el conjunto de su obra. Los cr¨ªticos Jos¨¦-Carlos Mainer y Juan Antonio Masoliver y los escritores Julia Uceda, Ra¨²l Guerra Garrido y Ana Mar¨ªa Matute, galardonada el a?o pasado, formaron, entre otros, parte del jurado.

"Cuando me dan un premio, dudo de m¨ª mismo", asegura el escritor

Consciente de que le precede su fama de contestatario, se apresur¨® a matizar lo de "mala": "Quer¨ªa descansar, simplemente. A mi edad ning¨²n premio hace ilusi¨®n. Hace 30 a?os...". Sobre la posibilidad de que este galard¨®n le cierre las puertas del Premio Cervantes, que se falla el pr¨®ximo jueves y para el que sonaba como candidato, Goytisolo se mostr¨® de un laconismo cercano al desinter¨¦s: "No me presento a ning¨²n premio, no me produce la menor emoci¨®n". En ning¨²n momento, eso s¨ª, pens¨® en rechazar el Nacional de las Letras: "No soy ni grosero ni descort¨¦s. Pero no me considero un bien nacional, me horroriza todo nacionalismo. Cuando me dan un premio dudo de m¨ª mismo. S¨®lo cuando me declaran persona non grata, como me pas¨® en Almer¨ªa, s¨¦ que tengo raz¨®n".

Para Juan Goytisolo, cada libro es "una propuesta literaria distinta, no un simple cambio de tema". Nacido en Barcelona en 1931, el escritor se estren¨® en 1954 con Juegos de manos, una novela nacida a la sombra del realismo social de la ¨¦poca. Instalado en Par¨ªs, su obra dio un giro radical hacia la experimentaci¨®n en 1966 con Se?as de identidad. El desinter¨¦s por los caminos trillados de la literatura y la asunci¨®n de su propia homosexualidad dio lugar a un escritor inc¨®modo no siempre bien comprendido: "Cuando una obra est¨¢ viva siempre despierta resistencia", sostiene resignado.

Eso s¨ª, ¨¦l nunca ha renunciado a las otras dos vertientes de su obra: la defensa de los descarriados de la tradici¨®n cultural hisp¨¢nica (Fernando de Rojas, Francisco Delicado, Jos¨¦ Mar¨ªa Blanco White) y el compromiso con las v¨ªctimas de la historia. Libros de viaje y ensayos como Campos de N¨ªjar, La Chanca, Cuaderno de Sarajevo o Contracorrientes son fruto de ese compromiso.

Publicada este mismo oto?o, su ¨²ltima novela, El exiliado de aqu¨ª y all¨¢ (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores), rescata al protagonista de Paisajes despu¨¦s de la batalla, una obra de 1982 que retrataba con un humor sulf¨²rico la vida en el barrio mestizo del Sentier, en Par¨ªs.

Para Goytisolo, "una cultura es fruto de la mezcla de las influencias externas. Adem¨¢s, econ¨®micamente, una Espa?a sin ecuatorianos o sin magreb¨ªes ser¨ªa un desastre. Por eso la nueva directiva europea sobre inmigraci¨®n es infame. ?C¨®mo se puede tener retenido a un ser humano durante a?o y medio?". Sacudi¨¦ndose parte de las leyendas que le rodean, el escritor insiste: "Yo no soy un exiliado. La prueba es que estoy aqu¨ª".