Matizando a Zapatero

Haciendo zapping esta semana, me encontr¨¦ con el presidente del Gobierno espa?ol interviniendo en el Parlamento. Hablaba sobre la supresi¨®n del Impuesto sobre el Patrimonio con efectos de 1 de enero de 2008. Un impuesto que se hallaba cedido a las comunidades aut¨®nomas y que para Galicia supon¨ªa un instrumento m¨¢s de autonom¨ªa tributaria, en la medida en que contaba con amplias capacidades para modificar tipos impositivos y deducciones. El presidente del Gobierno trataba de justificar su decisi¨®n ante un parlamentario (creo que pertenec¨ªa a Izquierda Unida, el ¨²nico grupo que hoy defiende esto de la progresividad fiscal; l¨¢stima que pierda el tiempo en asuntos internos) que no estaba de acuerdo con la decisi¨®n. Los argumentos fundamentales que utilizaba eran que se trataba de un impuesto que ya no exist¨ªa en los pa¨ªses de nuestro entorno, que reca¨ªa sobre las clases medias y que generaba m¨¢s problemas que ventajas.

No parece que estemos ante una situaci¨®n de expolio y confiscaci¨®n del capital en Espa?a

La mayor parte de los acad¨¦micos que nos dedicamos a estas cuestiones no nos ha parecido razonable una supresi¨®n a la que no ha precedido un debate serio. Es verdad que el tributo requer¨ªa una reforma sustancial. Pero es mucho m¨¢s discutible la oportunidad de su eliminaci¨®n. No s¨®lo por su rol como instrumento de autonom¨ªa fiscal para las CC AA, sino como un mecanismo que contribuye a la redistribuci¨®n y el control tributario.

Es verdad que recientemente ha sido suprimido en Finlandia, Luxemburgo o Suecia, pero tambi¨¦n que, en Europa, se mantiene en Francia, Noruega y Suiza.

Es verdad que en la forma en que estaba configurado, los patrimonios m¨¢s altos cuentan con m¨¢s v¨ªas de escape, pero los estudios disponibles muestran que el tipo impositivo efectivo que pagan quienes tienen una base imponible entre 1 y 5 millones de euros (para una pareja en gananciales, de 2 a 10 millones de euros) no es muy superior a quienes disfrutan patrimonios superiores. Y todos ellos tributan m¨¢s que parejas en gananciales con un patrimonio neto hasta dos millones de euros. Teniendo en cuenta que la valoraci¨®n de los inmuebles se hace por el valor catastral y que el valor de las deudas se detrae del valor de los activos, me da la impresi¨®n de que hay muchas parejas de clase media con una base imponible inferior a esos dos millones. Al menos en Galicia.

Por otro lado, la incidencia del impuesto no alcanza nunca el 1% de la riqueza neta. Es decir, lo que pagan anualmente los sujetos pasivos del impuesto no supera el 1% de su riqueza acumulada. Por comparaci¨®n: un asalariado medio paga por IRPF en torno al 20% de su salario anual. Si adem¨¢s tenemos en cuenta el trato privilegiado que se le da hoy a las rentas de capital en el IRPF, no parece que estemos ante una situaci¨®n de expolio y confiscaci¨®n del capital. En Espa?a, los salarios llegan a tributar al 43% en el IRPF; intereses, dividendos, ganancias en bolsa a un tipo fijo y ¨²nico del 18%. ?D¨®nde est¨¢ la confiscaci¨®n?

No s¨¦ qui¨¦n ha asesorado al presidente en esta materia, pero s¨ª me gustar¨ªa recordar que en 2002 la Fundaci¨®n Alternativas public¨® un informe elaborado por un grupo de expertos a petici¨®n del Secretario de Econom¨ªa y Empleo de la Comisi¨®n Ejecutiva Federal del PSOE. El texto final lo firmaban, entre otros prestigiosos expertos, Antoni Castells, Alberto Gago, Jos¨¦ Antonio Herce, Javier Ruiz-Castillo, Jes¨²s Ruiz-Huerta y Julio Segura. Entre sus conclusiones figuraba la siguiente: "Frente a las nuevas presiones para su eliminaci¨®n, debe defenderse de nuevo la importancia de estos impuestos para reforzar el componente progresivo del sistema, servir de instrumento de control de los bienes y derechos generadores de renta, facilitar la aplicaci¨®n del IRPF y, seg¨²n hemos visto, completar el control de determinadas rentas escondidas en patrimonios". Era un buen informe.

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