Cinco rehenes y dos terroristas muertos en el rescate de un centro cultural jud¨ªo

El dram¨¢tico asalto al centro cultural jud¨ªo de Nariman, situado en el antiguo barrio brit¨¢nico de la capital financiera india, termin¨® con el asesinato de cinco rehenes jud¨ªos y la muerte de dos terroristas. Los combates entre las fuerzas de seguridad indias y los atacantes duraron varias horas por la tremenda resistencia que ofrecieron los terroristas atrincherados. Los dos resultaron muertos.

El asalto comenz¨® a media ma?ana, cuando un helic¨®ptero del Ej¨¦rcito traslad¨® a varios miembros de la Fuerza de Acci¨®n R¨¢pida, que se descolgaron desde el aparato para ocupar la terraza del edificio, mientras un comando de la Guardia Nacional trataba de entrar por los bajos del centro. Cientos de periodistas y curiosos, acordonados a escasa distancia, fueron testigos directos de la dura batalla en la que no faltaron los tiroteos y el lanzamiento de granadas.

Fue durante el asalto de los comandos antiterroristas cuando los secuestradores decidieron acabar con los cinco israel¨ªes que hab¨ªan capturado al entrar en el edificio en la noche del mi¨¦rcoles. "Tan pronto como avanzamos hacia el segundo piso, los terroristas lanzaron una granada y mataron a tres de los rehenes que ten¨ªan", asegur¨® el jefe de la Guardia Nacional J. K. Dutt. "Cuando subimos al cuarto, asesinaron a los otros dos que ten¨ªan en esa planta".

Los cinco rehenes muertos eran de nacionalidad israel¨ª entre ellos un rabino y su esposa residentes en Brooklyn (Nueva York). Gavriel Holtzberg y Rivka Holtzberg estaban acompa?ados de su hijo, Moshe, que cumple hoy dos a?os y que fue salvado por su ni?era. El peque?o ha sido entregado a sus abuelos maternos, informa Reuters.

La embajada de ese pa¨ªs indic¨® el jueves que en el interior del recinto se encontraban unas "10 o 20 personas", tambi¨¦n de nacionalidad israel¨ª, pero cuando anoche la polic¨ªa india limpi¨® el edificio no encontr¨® ning¨²n otro cad¨¢ver.

El complejo de Nariman albergaba un centro cultural y otro religioso jud¨ªo ortodoxo, perteneciente al movimiento ultraconservador del rabino Lub¨¢vich. Cuando las fuerzas de seguridad indias abandonaron a media tarde el edificio, los curiosos congregados les agasajaron con un sonoro aplauso.

"No hay otra soluci¨®n que acabar con el terrorismo de ra¨ªz. No se les puede permitir ni la m¨¢s m¨ªnima victoria", afirma Hari Alluri, de 37 a?os y uno de los que acudieron a presenciar el asalto. Seg¨²n Alluri, que justifica la muerte de los rehenes, "la precisi¨®n y coordinaci¨®n de los ataques de Bombay reflejan que Pakist¨¢n est¨¢ detr¨¢s de ellos, porque tiene campos de entrenamiento de terroristas, como el que ha destruido recientemente Estados Unidos en las zonas tribales".