Era el d¨ªa del vuelo inaugural
EE UU pidi¨® permiso a Espa?a mientras volaba ya el primer avi¨®n hacia Cuba
?Por qu¨¦ ten¨ªa tanta prisa el consejero de la Embajada de Estados Unidos en Madrid en obtener el apoyo que buscaba del Gobierno espa?ol el 10 de enero de 2002? A la misma hora en que, como muestra el documento "muy secreto" 3329/02, el director general del Ministerio de Asuntos Exteriores Miguel Aguirre de C¨¢rcer le recib¨ªa en su despacho, un avi¨®n C-17 de la Fuerza A¨¦rea estadounidense despegaba desde el aeropuerto de Kandahar, la ciudad del sur de Afganist¨¢n que hab¨ªa sido feudo del mul¨¢ Omar. A bordo viajaban 23 supuestos terroristas, la mayor¨ªa afganos, aunque tambi¨¦n hab¨ªa saud¨ªes, yemen¨ªes e incluso un brit¨¢nico y un australiano.
Tras casi 24 horas y 12.000 kil¨®metros de vuelo (y una escala intermedia, en la que el pasaje fue transbordado a un C-141), los prisioneros llegaron a la isla caribe?a. All¨ª estrenaron el siniestramente famoso campamento Rayos X, con sus celdas como jaulas, los monos de color naranja, las gafas para cegar y las cadenas para inmovilizar manos y pies.
Seg¨²n los registros de tr¨¢fico a¨¦reo de Portugal, el vuelo que hab¨ªa salido de Kandahar entr¨® en el espacio a¨¦reo bajo control de las Azores a las 10.01 GMT (hora del meridiano de Greenwich) del 11 de enero de 2002 y sali¨® a las 13.14 GMT del mismo d¨ªa. Era un C-141, con el indicativo RCH7502. Proced¨ªa de LEMO (denominaci¨®n aerona¨²tica de la base espa?ola de Mor¨®n) y se dirig¨ªa a MUGM (Guant¨¢namo).
Sin embargo, en la documentaci¨®n que ha remitido a la Audiencia Nacional, Defensa asegura que este avi¨®n no hizo escala en Mor¨®n, sino que sobrevol¨® el espacio a¨¦reo espa?ol a trav¨¦s del Estrecho de Gibraltar. Seg¨²n los registros de Defensa, el avi¨®n hizo escala en Incirlik (Turqu¨ªa).
En cambio, Defensa ha reconocido al juez que 11 aviones hicieron escala en bases espa?olas procedentes o con destino a Guant¨¢namo entre 2002 y 2005 y que otros 13 cruzaron el espacio a¨¦reo espa?ol. En los dos primeros a?os, que coinciden con la etapa de mayor ocupaci¨®n del campamento Rayos X, que lleg¨® a albergar hasta 775 reclusos, hubo una decena de sobrevuelos y escalas. S¨®lo en dos ocasiones, seg¨²n la documentaci¨®n oficial, hay constancia de que esos aviones trasladaran presos de Guant¨¢namo: el 18 de julio de 2005, cuando fue extraditado a Espa?a el marroqu¨ª Ikassrein Lahcen, a petici¨®n de la Audiencia Nacional; y el 30 de septiembre del mismo a?o, cuando se repatri¨® a un ciudadano egipcio.
Las autorizaciones para escalas o sobrevuelos de aviones son de dos tipos: individuales, que se conceden caso por caso en cualquier aeropuerto espa?ol; o gen¨¦ricas (denominadas blanket clearance o autorizaci¨®n general), limitadas a las bases militares de Mor¨®n, Rota y Torrej¨®n.
Los vuelos a Guant¨¢namo se autorizaron al amparo de una blanket clearance que se renovaba autom¨¢ticamente cada tres meses: la Operaci¨®n Libertad Duradera, que serv¨ªa de paraguas tanto para la guerra de Afganist¨¢n como para las operaciones contra Al Qaeda.
Tras el 11-S, el Consejo Atl¨¢ntico activ¨® por vez primera el art¨ªculo 5 del Tratado de Washington, el mecanismo de defensa mutua que obliga a los aliados a prestarse asistencia en el caso de que uno sea agredido. No se hizo tanto a petici¨®n de EE UU como por empe?o de los pa¨ªses europeos, deseosos de mostrar su solidaridad, pero al Pent¨¢gono le sirvi¨® de base para embarcar a sus socios en una guerra cuyos objetivos y m¨¦todos decid¨ªa unilateralmente.
El 12 de febrero de 2007, despu¨¦s de que EL PA?S publicase las primeras noticias sobre vuelos entre Mor¨®n, Rota y Guant¨¢namo, el presidente de la secci¨®n espa?ola del comit¨¦ hispano-norteamericano pidi¨® a su contraparte estadounidense que le confirmara si se hab¨ªa respetado el art¨ªculo 25.2 del convenio, que proh¨ªbe a los aviones de EE UU transportar "personalidades, mercanc¨ªas peligrosas, pasajeros o carga que pudieran ser comprometidos para Espa?a".
Ese mismo d¨ªa, el teniente coronel Glenn A. Ferguson contest¨® por escrito: "Cumplimos y hemos cumplido absolutamente el convenio de cooperaci¨®n en Defensa y no hemos violado el p¨¢rrafo 2 del art¨ªculo 25". El Gobierno del PSOE se dio por satisfecho. Alega que los aviones militares de EE UU tienen consideraci¨®n de vuelos de Estado y no puede registrarlos, seg¨²n el Convenio de Chicago de 1944. Quiz¨¢ no hubiera sido necesario. Habr¨ªa bastado preguntar al Gobierno de Aznar.
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