La oposici¨®n de Rajoy siembra de dudas al PP
Los cr¨ªticos se impacientan por las encuestas, los neutrales se desaniman y los marianistas defienden que la crisis acabar¨¢ por hundir a Zapatero
S¨®lo hay dos personas en el mundo que consideren que "incorregible" es un insulto: el argentino Jorge Luis Borges, que dec¨ªa que los peronistas, a los que odiaba, "no son buenos ni malos, sino incorregibles", y Mariano Rajoy, que, el pasado jueves, cuando en el Congreso Jos¨¦ Bono le pregunt¨® por qu¨¦ ped¨ªa la palabra si ya no ten¨ªa derecho a turno, contest¨®: "El presidente nos ha calificado a mi grupo y a m¨ª de incorregibles". El Grupo Socialista aplaudi¨® de pie a Rajoy en medio de una enorme carcajada.
Los pocos diputados del PP que le acompa?aban en ese momento trataban de contener la risa. "?Qu¨¦ le pasa a Rajoy?", se preguntaban algunos de ellos a la salida, en voz baja. En opini¨®n de la mayor¨ªa de los diputados consultados, el l¨ªder del PP, un buen parlamentario, inteligente y con dominio de la iron¨ªa, no ha conseguido hacer da?o a Zapatero en ninguno de los ¨²ltimos grandes debates, todos centrados en la econom¨ªa. "Zapatero va como sobrado, es como si esto se le quedara peque?o, ya hasta se r¨ªe de Rajoy", sentenciaba con preocupaci¨®n un dirigente del PP fiel al l¨ªder.
Los m¨¢s leales al presidente del partido creen que el tiempo juega a su favor
Algunos atribuyen las derrotas al formato del debate, que beneficia al Gobierno, sobre todo porque Zapatero se alarga m¨¢s que ning¨²n otro presidente y as¨ª puede golpear una y otra vez los argumentos de Rajoy. Pero casi todos est¨¢n preocupados en el PP. El an¨¢lisis que se extiende en las filas del partido es casi un¨¢nime: Rajoy decidi¨® poner todos los huevos en la cesta de la econom¨ªa, y ahora resulta que, en el peor momento de la crisis, la imagen que reflejan las encuestas es la de que el presidente ha tomado las riendas, mientras Rajoy le critica, pero le apoya.
Esas mismas encuestas se?alan que Zapatero sufre un claro deterioro, pero el de Rajoy es a¨²n mayor. El PP critic¨® y despu¨¦s apoy¨® los planes de ayuda a la banca, y ahora puede sucederle lo mismo con los 8.000 millones para obras nuevas de los ayuntamientos. "Es muy complicado rechazar un plan que da dinero a unas Administraciones ahogadas, muchas de ellas en nuestras manos, como Madrid. Como mucho, nos abstendremos", augura un dirigente del PP.
Hasta aqu¨ª el an¨¢lisis coincide. Pero luego empiezan las divergencias. Los m¨¢s fieles al l¨ªder est¨¢n convencidos de que el tiempo juega a su favor. "S¨®lo han pasado siete meses desde las elecciones, donde perdimos por casi cuatro puntos, y algunas encuestas nos dan ya por encima. Lo importante es la tendencia. Y sobre todo, la crisis, que va a ir a peor", asegura un miembro de la direcci¨®n muy cercano al l¨ªder. "Puede que ahora se vea mucho m¨¢s lo que hace Zapatero que nuestras propuestas. Pero al final, llegar¨¢ 2009, el paro se ir¨¢ al 15%, la cuenta de resultados del PSOE ser¨¢ desastrosa, y la gente volver¨¢ a mirarnos a nosotros", sentencia otro.
Los cr¨ªticos, que ahora tienen como cabeza visible de forma m¨¢s clara que nunca a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el mentor de Rajoy, est¨¢n cada vez m¨¢s impacientes. Creen que esa idea de esperar para recoger los frutos, lo que el ex presidente llama "heredar", no funcionar¨¢. "Aznar est¨¢ muy cabreado porque ve que no se entra a los temas, que la gente normal tiene la percepci¨®n de que Zapatero ha tomado las riendas y el PP est¨¢ desaparecido", sentencia un aznarista. Y adem¨¢s creen que Rajoy les est¨¢ utilizando como excusa. "Algunos estamos molestos, pero la conspiraci¨®n es un invento", sentencia uno de los cr¨ªticos.
Rajoy, por su parte, seg¨²n algunos de sus fieles, se siente tan seguro que ¨¦l mismo tranquiliza a los suyos cuando expresan alguna preocupaci¨®n en las reuniones. Les ha ordenado que no entren a responder a Aznar, y alguno incluso sostiene que est¨¢ contento de que haya salido con tanta agresividad porque la imagen del ex presidente, muy deteriorada, puede ayudar a centrar a¨²n m¨¢s la l¨ªnea de Rajoy, que busca el voto moderado.
Mientras, los neutrales, los que apoyan al l¨ªder y no quieren o¨ªr hablar de Aznar o de Esperanza Aguirre pero no son entusiastas del marianismo, est¨¢n desanimados porque no paran de escuchar entre la militancia y en medios de comunicaci¨®n conservadores cr¨ªticas crecientes al liderazgo de Rajoy. Entre estos ¨²ltimos, mucho m¨¢s numerosos que los cr¨ªticos, ya se ha instalado una convicci¨®n: si el l¨ªder no despega en 2009 -porque se pierden las gallegas y europeas o porque no logra afianzarse como alternativa a Zapatero- s¨®lo hay una soluci¨®n con nombre propio: Alberto Ruiz-Gallard¨®n.
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