La China de Keynes
Hace unos d¨ªas, China anunci¨® el mayor paquete fiscal que se recuerde no s¨®lo en China, sino probablemente en el resto del mundo. El paquete implica un gasto fiscal de un 16% del PIB (casi 500.000 millones de euros) en los pr¨®ximos dos a?os. Ante un anuncio del tal calado, la primera pregunta a plantearnos es si era realmente necesario, dado que hasta no hace mucho se pensaba que el impacto de la crisis internacional sobre las econom¨ªas emergentes, y en especial, sobre China, ser¨ªa relativamente limitado. La respuesta, seg¨²n las estimaciones de nuestro Servicio de Estudios, es que, tras el fuerte empeoramiento de la situaci¨®n y perspectivas de la econom¨ªa mundial en los ¨²ltimos meses, dicho paquete se ha vuelto absolutamente necesario para mantener el crecimiento del 8% que las autoridades chinas consideran m¨ªnimo para mantener un nivel de empleo que asegure la paz social. En otras palabras, este paquete -centrado en la inversi¨®n p¨²blica y en la reducci¨®n de impuestos al sector empresarial- deber¨ªa compensar la fuerte desaceleraci¨®n que las exportaciones van a experimentar especialmente el pr¨®ximo a?o.
Dada la profundidad de la crisis financiera internacional, el hecho de que China pueda mantener un crecimiento en el entorno del 8% en 2009 es una buena noticia para el resto del mundo y, en especial, para los exportadores de materias primas e insumos para la construcci¨®n. Tambi¨¦n lo es el hecho de que se vaya a financiar en el mercado interno, puesto que no deber¨ªa impulsar los tipos de inter¨¦s de largo plazo al alza, excepto por la menor compra de t¨ªtulos del Tesoro americano, que, en cualquier caso, ya hab¨ªa empezado a producirse. Adem¨¢s, para la propia China, el paquete tambi¨¦n constituye una buena noticia, aunque sigue sin ser la mejor de las opciones posibles en la medida que sigue fomentando la inversi¨®n y las exportaciones m¨¢s que el consumo interno y, por tanto, sigue impulsando un crecimiento desequilibrado. Por otro lado, tambi¨¦n es cierto que el fomento del consumo en China requiere de medidas estructurales que -aunque se hubieran tomado en este momento- no habr¨ªan podido tener un impacto tan inmediato como el paquete que se ha anunciado.
En cualquier caso, con vistas a que China pueda mantener un crecimiento no s¨®lo sostenido, sino tambi¨¦n equilibrado en un futuro, es crucial que el acceso a la sanidad y a la educaci¨®n p¨²blica se generalice. En otras palabras, aunque China est¨¦ siguiendo de cerca las prescripciones de Keynes, esto es un uso del gasto p¨²blico para sostener el crecimiento, sigue concentr¨¢ndose demasiado en la obra p¨²blica y en el apoyo a las empresas para exportar y poco en la creaci¨®n de un estado de bienestar que -manteni¨¦ndose en niveles razonablemente moderados- ayudar¨ªa a equilibrar el crecimiento como lo ha hecho en el resto del mundo durante mucho tiempo. ?Ojal¨¢ estuviera Europa en una situaci¨®n como China, con bajo endeudamiento y pr¨¢ctica ausencia de estado del bienestar para poder realizar pol¨ªticas keynesianas!
Alicia Garc¨ªa Herrero es economista jefe para mercados emergentes en el Servicio de Estudios BBVA
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