Los restos romanos tras el Museo Picasso quedar¨¢n sepultados

Finalmente no habr¨¢ integraci¨®n de los yacimientos arqueol¨®gicos de las ¨¦pocas fenicia y romana en el conjunto monumental que forman la Alcazaba, el Teatro Romano, el Museo Picasso y el futuro Bellas Artes de M¨¢laga. Despu¨¦s de un a?o de excavaciones en la calle Alcazabilla, los arque¨®logos y los arquitectos del Ayuntamiento y de la Junta coinciden en que los restos encontrados no tienen gran relevancia, y que lo que conviene es enterrarlos para habilitar una explanada y recuperar as¨ª el concepto urban¨ªstico que este espacio tuvo en el siglo I antes de Cristo, una gran plaza p¨²blica en torno al Teatro Romano para realzar el valor que esta construcci¨®n si tuvo y merece.

La Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) aprob¨® el pasado jueves el proyecto de reurbanizaci¨®n de la zona, que costar¨¢ 4,5 millones de euros, decisi¨®n que pone fin a un per¨ªodo de dudas sobre qu¨¦ hacer desde que los trabajos de rehabilitaci¨®n de los edificios que hoy albergan el Museo Picasso permitieran poner de manifiesto que la zona est¨¢ llena de huellas de las civilizaciones que han poblado M¨¢laga desde su fundaci¨®n, hace 27 siglos. La decisi¨®n permitir¨¢ por fin completar las actuaciones de ordenaci¨®n en el entorno del Museo Picasso, estancadas desde la apertura de la pinacoteca hace cinco a?os.

El Museo Picasso completa su atractivo con los restos arqueol¨®gicos conservados en su s¨®tano de origen romano y un lienzo de la muralla fenicia y restos de factor¨ªa de la ¨¦poca. Tanto valor tuvo lo encontrado que permiti¨® reinterpretar los or¨ªgenes de M¨¢laga, que ahora se sit¨²an ya en esta zona en torno al siglo VII antes de Cristo, y no en la desembocadura del Guadalhorce un siglo despu¨¦s como se cre¨ªa.

Los hallazgos romanos durante la rehabilitaci¨®n del Museo Picasso unidos a los logrados en las excavaciones tras el derrumbe en 1994 de la Casa del la Cultura, construida a mediados del siglo XX sobre lo que fue el proscenio del teatro, hicieron concebir a los arque¨®logos la ilusi¨®n de encontrar el p¨®rtico del teatro Romano. Y ¨¦se era el objetivo del programa de excavaciones emprendido hace un a?o y que tuvo que ser interrumpido varios meses porque hubo que recubrir la calle para que pudieran pasar por ella las procesiones de Semana Santa.

A simple vista, llama la atenci¨®n la profusi¨®n de restos arqueol¨®gicos bajo calle Alcazabilla, el eje viario que separa el Museo Picasso y el conjunto de lo que fue juder¨ªa, del Teatro Romano y La Alcazaba. Otra cosa es el valor que le otorgan los arque¨®logos y la oportunidad y conveniencia para el conjunto del entorno de dejarlos al aire, una vez descartado que exista el p¨®rtico del teatro. "Se ha optado por recuperar la trasera del teatro como espacio p¨²blico. Se ha considerado que es m¨¢s interesante el espacio que anteponer la conservaci¨®n de elementos puntuales descontextualizados que pueden adem¨¢s crear confusi¨®n", explica Manuel Corrales, arque¨®logo de la Junta.

Y es que los restos tiene muy poco valor, s¨®lo merece la pena una fontana en forma de isla pero que es cuatro siglos posterior al teatro. Antes de ser tapados, los restos ser¨¢n tratados y protegidos porque ocultarlos no significa destrozarlos.