Washington da tres meses al sector del autom¨®vil para transformarse

Estados Unidos ya tiene dise?ado el mecanismo que le permitir¨¢ salir al rescate de su industria automotriz, despu¨¦s de que la Casa Blanca y la mayor¨ªa dem¨®crata en el Congreso pactaran los t¨¦rminos para inyectar con car¨¢cter urgente 15.000 millones de d¨®lares en General Motors (GM) y Chrysler. Pero para que este cr¨¦dito de emergencia se haga efectivo debe sortearse la oposici¨®n al plan del ala republicana, reticente a dar un cheque en blanco a un sector reincidente.

Un puente a la reestructuraci¨®n o hacia la bancarrota. Sobre esta filosof¨ªa del palo y la zanahoria se construye el plan para mantener a los gigantes de Detroit a flote. El objetivo es abrir una ventana de tres meses para que la industria d¨¦ pasos para adaptar su modelo de negocio a la nueva realidad competitiva. Si no lo hacen, se ver¨¢n forzadas a seguir las directrices que les marquen desde Washington, incluida la suspensi¨®n de pagos.

Un supervisor exigir¨¢ la devoluci¨®n del dinero si no se cumple el objetivo

Las condiciones para que Detroit pueda acceder a la ayuda son similares a las establecidas para que la banca pueda beneficiarse del fondo de estabilidad financiera. Las compa?¨ªas rescatadas deber¨¢n limitar las retribuciones a sus ejecutivos, eliminar el dividendo a los accionistas, dar garant¨ªas de que el dinero ser¨¢ reembolsado y permitir al Gobierno acceder a su capital.

El presidente de EE UU designar¨¢ adem¨¢s a un supervisor del proceso de reestructuraci¨®n, para garantizar que los fondos p¨²blicos se utilizan para hacerlas viables a largo plazo. Este zar de la automoci¨®n podr¨¢ exigir a las compa?¨ªas que devuelvan lo percibido o se declaren en bancarrota si para el 31 de marzo no tienen listo un plan de viabilidad a largo plazo.

La idea es que el bal¨®n de ox¨ªgeno empiece a fluir cuanto antes, preferiblemente el 15 de diciembre. GM necesita 4.000 millones para poder seguir operando hasta final de a?o y otros tantos en enero, si no, advierte de que se colapsar¨¢. Chrysler solicit¨® una inyecci¨®n inmediata de 7.000 millones para evitar la misma suerte. Ford Motor podr¨ªa esperar a¨²n antes de acceder al cr¨¦dito.

Las automovil¨ªsticas ped¨ªan 34.000 millones, pero de momento tendr¨¢n que conformarse con la mitad y renegociar sin dilaci¨®n con los sindicatos y acreedores c¨®mo adaptarse a la nueva situaci¨®n. Los fondos se tomar¨¢n de un programa del Departamento de Energ¨ªa concebido para el desarrollo de veh¨ªculos eficientes y que est¨¢ dotado de 25.000 millones. Y ser¨¢ la Administraci¨®n del presidente electo Barack Obama la que decida si se ampl¨ªan otro mes.

La presi¨®n crece, entre tanto, para que se cambie el liderazgo en Detroit. El propio Obama sugiri¨® esta posibilidad el domingo, si la automovil¨ªstica no da pasos en la buena direcci¨®n. Se mostr¨® muy cr¨ªtico con la pol¨ªtica del avestruz seguida durante la ¨²ltima d¨¦cada, y ahora espera que est¨¦n a la altura del reto de salvar la industria.

El objetivo es que el cr¨¦dito se autorice antes del viernes. El voto en la C¨¢mara de Representantes no es un problema. Lo dif¨ªcil est¨¢ en el Senado, donde el proceso podr¨ªa alargarse por la fuerte oposici¨®n al plan expresada por miembros del ala republicana que, entre otras condiciones, piden que se exija la dimisi¨®n de los altos ejecutivos de las automovil¨ªsticas.

Los conservadores reiteran que el objetivo debe ser que la industria dom¨¦stica se haga m¨¢s peque?a y pongan en el mercado productos que venda, y esto, creen, pasa por un proceso lo m¨¢s ajustado a una bancarrota. Si no, en su opini¨®n, lo ¨²nico que se consigue es retrasar el funeral del sector hasta primavera y tirar entre tanto miles de millones del contribuyente a la basura.