Llega el festival Primavera Club con rebaja de aforo en las salas

Aunque montar un festival urbano en Madrid, concebido para que el p¨²blico se mueva de sala en sala, no es cosa f¨¢cil, el Estrella Damm Primavera Club (hermano peque?o del Primavera Sound, que se celebra en Barcelona desde 2001) aterriza ahora en la capital. Mal momento, justo cuando se acaban de cerrar locales como La Riviera, Macumba, Moma o But despu¨¦s de la muerte de ?lvaro Uss¨ªa a las puertas de la discoteca Balc¨®n de Rosales.

El festival, caracterizado por la exquisitez de las propuestas, arranc¨® ayer en la sala Nasti con el folk del tarraconense Espaldamaceta y las canciones en catal¨¢n del cuarteto Manel. La m¨²sica, en tres escenarios -Joy Eslava, El Sol y Nasti- se alargar¨¢ hasta pasado ma?ana.

"Los locales pagan otros problemas de orden p¨²blico", dicen desde una promotora

Son cuatro d¨ªas cargados de nuevas propuestas del underground nacional e internacional. Apuestas como Eli Paperboy Boy, la revelaci¨®n soul del a?o; joyas del indie brit¨¢nico como The Wave Pictures, los ex Hefner Darren Hayman y Jack Hayter, o duetos como el que Isobel Campbell (antigua integrante de Belle & Sebastian) ofrecer¨¢ junto al gran Mark Lanegan. Un c¨®ctel con la pol¨¦mica de los locales de ocio nocturno como tel¨®n de fondo.

"Hace tiempo que so?¨¢bamos con traer el Primavera a Madrid, y en vista de los resultados [entradas de viernes y s¨¢bado y abonos agotados] estamos muy satisfechos", afirma Pablo Soler, director del festival. Sobre si les ha afectado los cierres del Ayuntamiento, contesta: "Hace un mes, la Joy pod¨ªa acoger hasta 1.400 personas; ahora s¨®lo a 900. El Sol ten¨ªa 500 y ahora 450. Y Nasti pasa de 400 a 200. S¨ª, salimos perdiendo".

Miki Camacho, programador de la Joy Eslava, lo confirma: "Trasladar un evento urbano con esa programaci¨®n a Madrid es un lujo. Pero es una putada para los organizadores. Se han encontrado con una reducci¨®n de aforo con la que no contaban". Camacho, de 41 a?os, que acude a conciertos desde los 14, pinta un cuadro sombr¨ªo: "Nosotros hemos pasado de poder meter a 1.400 personas a 900; 500 entradas menos por d¨ªa y p¨¦rdidas para el Primavera".

?A qu¨¦ se debe esta merma de los aforos? "Si las salas tuvieran que cumplir con sus aforos tal y como est¨¢n sobre el papel, no ser¨ªan rentables". Lo dice Chema Garc¨ªa, due?o de Nasti, en Malasa?a. "La ley sobre aforo es exagerada, una persona por metro y medio cuadrado. Deja a los locales desangelados y hace que los clientes, al ver la poca gente que hay dentro de un club, se lo piensen antes de entrar. Si se suman alquileres, impuestos... Las cuentas no salen... Los aforos caen, pero los gastos, no".

Desde El Sol, Nacho Moreno de los R¨ªos, gerente, matiza: "Las salas est¨¢n teniendo problemas con sus licencias, por lo engorroso del proceso". Un panorama al que se suma la vigilancia a los negocios nocturnos. "La polic¨ªa nos visita dos o tres veces cada noche. Les vale cualquier excusa. Nos han hecho quitar las vallas antiavalancha, cambiar las salidas... Ponen problemas a la m¨ªnima", relata Miki Camacho. Y a?ade esta an¨¦cdota: "En la presentaci¨®n de la Oreja de Van Gogh se repartieron 1.500 invitaciones. Los que no pudieron entrar bloquearon las puertas. Ni rastro de la polic¨ªa. As¨ª que les llamamos y dijimos: 'Venid; hoy ten¨¦is trabajo".

Una portavoz de Distritos del Ayuntamiento de Madrid asegur¨® que se est¨¢n haciendo las mismas inspecciones que antes de la muerte de Uss¨ªa, pero, asegur¨®, "ahora la prensa se est¨¢ haciendo eco de ello".

En Madrid, la promotora Love to Art, encargada de la producci¨®n de Primavera Sound, tiene a 20 personas trabajando en las salas. Su portavoz, Juan Santaner, opina: "Es muy triste que una ciudad que vive del turismo y la vida nocturna dependa de decisiones arbitrarias. Y que siempre acaben perjudicando a la m¨²sica. Las salas terminan pagando otros problemas de orden p¨²blico. Es demag¨®gico".

El lunes, varios promotores, salas, bares y discotecas acordaron crear una asociaci¨®n. Entre sus reivindicaciones, que se revise la ley de aforo, que el Consistorio no ponga trabas, sino que agilice los tr¨¢mites de licencia, y que se ponga fin al silencio administrativo.