Un empresario de Leioa, desahuciado tras 14 a?os de un pleito bancario
Un juzgado dicta el embargo despu¨¦s de cuatro fallos contrarios a la entidad
A Arturo Escart¨ªn ayer le dieron la pen¨²ltima estocada. Funcionarios judiciales le desalojaron de su comercio de Leioa por el impago de un cr¨¦dito del Banco de Santander, entidad con la que mantiene pleitos desde hace m¨¢s de 14 a?os. De nada le ha valido que dos jueces diferentes, la Audiencia de Bilbao y el Tribunal Supremo hayan considerado irregular el cr¨¦dito, calificando la actuaci¨®n de la entidad bancaria como "un aut¨¦ntico desprop¨®sito de principio a fin, impropio desde luego de un banco de esa importancia".
Sobre las 10.30 horas, tres funcionarios de un juzgado de Getxo se presentaron en la tienda -cerrada ya hace dos a?os- para proceder al desahucio, a lo que se negaba el afectado. Incluso acudi¨® la Polic¨ªa Municipal de Leioa, porque Escart¨ªn estaba dispuesto a que le detuvieran para impedir el embargo. Pero, tras hablar con su abogado, desisti¨® de su prop¨®sito.
Escart¨ªn tuvo que cerrar la tienda hace dos a?os al no poder financiarse
"Nadie se est¨¢ ensa?ando con nadie", replica el Santander
El cambio de la cerradura del local acaba, por el momento, con esta lucha de un hombre contra un gran banco. Y todo por s¨®lo 78.000 euros, el pr¨¦stamo que Escart¨ªn, junto con la que era entonces su esposa, pidi¨® en 1990 al Santander. El problema empez¨® porque el comerciante no solicit¨® un pr¨¦stamo al uso, sino una cuenta de cr¨¦dito, que supone la disposici¨®n del dinero concedido en funci¨®n de las necesidades del cliente. El conflicto empez¨® en 1993, cuando vio que las cuotas eran superiores a lo estipulado. Al pedir una copia de las escrituras de constituci¨®n, comprob¨® que en ellas se hablaba de manera indistinta de pr¨¦stamo, cuenta de cr¨¦dito o cr¨¦dito.
Al principio, el Santander achac¨® las cuotas a un error inform¨¢tico, pero luego llev¨® el asunto a los tribunales, que han censurado la actuaci¨®n del banco. Finalmente, la Audiencia de Bilbao, en un fallo firme confirmado m¨¢s tarde por el Tribunal Supremo, zanj¨® el asunto con una sentencia que obligaba a Escart¨ªn a pagar al banco m¨¢s de 15.000 euros (la cantidad que dispuso el comerciante fue de 78.000 euroso) y los intereses de un a?o.
El comerciante, tras abonar dicha cantidad, sigui¨® con su cruzada con el banco y llev¨® el asunto ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que, tras admitir inicialmente la demanda, la archiv¨®. Mientras tanto, el Santander present¨® el pasado a?o en un juzgado de Getxo una nueva demanda, en la que reclamaba el embargo del comercio para resarcirse del impago del cr¨¦dito. Su propietario contest¨® a su vez con una denuncia penal por falsedad documental, en la que inclu¨ªa una certificaci¨®n de la Hacienda de Vizcaya que constata que Escart¨ªn nunca ha sido titular de dicha cuenta de cr¨¦dito. Pero esta denuncia fue archivada, lo que ha motivado que el comerciante haya presentado un recurso de queja ante la Audiencia, pendiente de respuesta.
"No comprendo esta indefensi¨®n. En 14 a?os he denunciado lo que pasa en diez ocasiones y no se me ha hecho caso", dice Arturo Escart¨ªn, que cree, como sosten¨ªa hace siete a?os, que ha sufrido un caso de "ingenier¨ªa financiera" para un supuesto blanqueo de capitales. "El dinero que me prestaron no est¨¢ contabilizado de manera legal por el Banco de Santander", alega.
Estos 14 a?os le han pasado factura: el pleito le supuso la separaci¨®n de su mujer, tuvo que cerrar su comercio hace dos a?os por no poder realizar ninguna operaci¨®n con entidades bancarias (figura en el registro de morosos, del que fue borrado e inscrito la pasada d¨¦cada hasta en cuatro veces seg¨²n los vaivenes de la investigaci¨®n judicial) y ahora est¨¢ en bancarrota, con deudas avaladas por sus padres.
Ignacio Guerra, abogado del Santander -que en estos siete a?os siempre se hab¨ªa negado a comentar el pleito con este diario- , se?al¨® ayer que en este caso "no hay nada extraordinario". "Es una ejecuci¨®n m¨¢s de los cientos que tiene el banco". Asegur¨® que la ¨²ltima demanda presentada busca "la liquidaci¨®n de la deuda conforme a lo que dijo el Tribunal Supremo" y que "nadie se est¨¢ ensa?ando con nadie. Pod¨ªa haber pagado la deuda".
Arturo Escart¨ªn, que ahora vive en una pensi¨®n y carece de ingresos, asegura que, 14 a?os despu¨¦s, continuar¨¢ su pelea contra el gran banco.
Una serie de fallos judiciales
- En 1995, dos jueces certificaron irregularidades en el cobro de las cuotas y en las escrituras de la cuenta de cr¨¦dito, que recog¨ªan "cl¨¢usulas incompatibles". En marzo de 1999, la Audiencia de Bilbao calific¨® la actuaci¨®n del Santander de "aut¨¦ntico desprop¨®sito de principio a fin, impropio desde luego de un banco de esa importancia". El fallo, que impon¨ªa al comerciante el pago al banco de s¨®lo 15.000 euros, fue confirmado por el Tribunal Supremo en diciembre de 2005.
- El Santander interpuso una nueva demanda contra Escart¨ªn en febrero de 2007 exigi¨¦ndole otra vez el pago del total de cr¨¦dito, reclamando entonces 135.000 euros, m¨¢s otros 40.000 por intereses, gastos y costas, y el embargo de su local. Tras ser denegado el recurso de Escart¨ªn, el emprsario present¨® otra denuncia en junio de 2007, que fue archivada. El pasado d¨ªa 3, se dict¨® el auto en el que se confirma el desahucio del local para que se ejecutase ayer. El viernes pasado, el afectado recurri¨® a la Audiencia bilba¨ªna aduciendo que el caso est¨¢ abierto y no puede ejecutarse el desalojo.
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