Recuerdos de una vida yendo de Vitoria a la playa nudista
"La primera vez que mont¨¦ en avi¨®n fue de Lisboa a Par¨ªs, en 1975. Me lo pag¨® la FAI", la Federaci¨®n Anarquista Ib¨¦rica. Ten¨ªa entonces 27 a?os y dejaba atr¨¢s la Revoluci¨®n de los claveles en la que particip¨® como activista desde la Comuna de Lisboa. El pr¨®ximo martes cumplir¨¢ 60 a?os, pero sigue amarrado a la revoluci¨®n de la vida como si fuese el primer d¨ªa. "?Qu¨¦ es eso de jubilarse de la vida?", pregunta. Fernando Arrikagoitia, Cibeles (Vitoria 1948), es un icono en la capital alavesa, pero sus historias van de comuna en comuna, desde Venecia hasta el Cabo Norte, cuando en Espa?a agonizaba el r¨¦gimen de Franco.
Su barba, el pelo largo y las botas forman la imagen de la irreverencia, del ecologismo y del anarquismo como sinton¨ªa entre el individualismo y la socializaci¨®n de la libertad, como equilibrio entre el ser humano y el medioambiente. Sin embargo, a la hora de elegir un paseo se queda con el que lleva desde Arroiabe hasta la playa nudista del pantano de Landa, en Vitoria. En los veinte minutos de camino, desde la casa del molinero de Arroiabe hasta la playa nudista reconvertida en parque bot¨¢nico, el director de la Biblioteca Ecologista de Vitoria no tiene ni para empezar con sus andanzas. Habla hasta por los codos.
El director de la Biblioteca Ecologista dice desde 1976: "Ma?ana me voy"
Una vida como el camino, llena de piedras, "pero de la que no cambiar¨ªa nada". Y eso que su temprana afici¨®n a las travesuras le llevaron al hospicio cuando s¨®lo ten¨ªa seis a?os. All¨ª hizo la comuni¨®n. A los siete ingres¨® en un correccional, donde permaneci¨® hasta los 14, por romper la luna de una tienda para coger unas galletas. As¨ª que nadie se extra?¨® cuando al acabar la mili en Candanch¨², donde aprendi¨® a esquiar, dijo que se volv¨ªa andando por el Pirineo hasta Vitoria. "Desist¨ª, porque justo entonces ETA asesin¨® a Melit¨®n Manzanas, su primera v¨ªctima, y pens¨¦: 'Joder Cibeles, te cogen en el monte con el apellido que tienes y vas dao".
La playa naturista del pantano de Vitoria resulta un lugar acogedor y hermoso. El verde es abrumador y el agua acaricia el c¨¦sped. Con la vista de la isla de Zuaza al fondo, explica c¨®mo su vida est¨¢ re?ida con el concepto de estabilidad y con "eso tan normal que es planificar". En 1970, ya pas¨® algunos meses en Francia, pero en 1972 le dijo a su novia que se iba para dos meses y se tir¨® cinco a?os por Europa haciendo autoestop.
Cibeles cuenta con la misma pasi¨®n c¨®mo se busc¨® la vida en Saint-Tropez que cuando invitaron a decenas de ni?os en 2006 a convertir la playa nudista en un parque bot¨¢nico. "Cada uno de los ¨¢rboles de diferentes especies ha sido plantado por diferentes ni?os. Es un recuerdo para toda la vida", explica.
El d¨ªa del paseo llov¨ªa, estaba gris, y las nubes se enganchaban en los molinos de la sierra de Elguea como si quisieran pararlos. Sentado en un banco bajo un paraguas recordaba: "El primer d¨ªa que llegu¨¦ a Francfort era parecido". Aquella ciudad le marc¨®. Se qued¨® tres meses bebiendo de las fuentes del marxismo y del anarquismo antes de seguir saltando de ciudad en ciudad, de comuna en comuna. "El 20 de diciembre de 1973, un taxista me dijo en Oslo: 'Carrero Blanco, kaput'. As¨ª me enter¨¦ del atentado", explica. Despu¨¦s fue Lovaina, donde se estrecharon sus lazos con la CNT y finalmente cuenta c¨®mo en la Revoluci¨®n de los Claveles, en Lisboa explosionaron sus ideales: "Desde que volv¨ª a Vitoria en 1976 llevo m¨¢s de 30 a?os diciendo, ma?ana me voy otra vez". Pero echa un vistazo a la playa que cre¨® en 1978 y dice: "Ma?ana vuelvo".
Gu¨ªa para un plan
- Bar Otxanda. Es una buena opci¨®n para ir desayunado al exigente paseo que propone Cibeles, desde el pueblo de Arroyabe hasta la playa nudista. (Siervas de Jes¨²s, 27; tlf. 945 279 697).
- Bar Sildavia. Su colecci¨®n de pinchos en la barra son una tentaci¨®n para el paseante, dice Cibeles. Tambi¨¦n se halla en la calle Siervas de Jes¨²s.
- Bar Cuatro Azules. Sito en pleno Parque de la Florida, es el t¨ªpico sitio para descansar y coger resuello, de vuelta de la playa naturista antes de ir a comer. (Tlf. 945 148 848).
- Restaurante Ourense. Se halla muy cerca de la Biblioteca Ecologista y es la propuesta de Cibeles para repostar despu¨¦s de una larga ma?ana de paseo. (Plazuela de la Fuente de los Patos, tlf. 945 144 093).
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