Yesterday
La punzada de la nostalgia no hace da?o sino que consuela cuando todo huele a ruina y a mezquindad en el equipo de tu vida, irrenunciable al no poder biol¨®gica ni racionalmente transformarte en un converso. Y esa melancol¨ªa ante la abrumadora certidumbre de que alg¨²n tiempo pasado fue mejor se llamaba la quinta del Buitre, homenajeada durante toda la semana por Canal +. Ir al Bernab¨¦u en aquella ¨¦poca supon¨ªa un antidepresivo con efectos luminosos. Intentar adivinar los movimientos del imprevisible mago Butrague?o en aquellos tensos segundos en los que paraba el bal¨®n y miraba a distancia de aliento a la acojonada defensa pose¨ªa el cl¨ªmax del mejor Hitchcock. Y aquellos jugadores irrepetibles no alcanzaron su sue?o, no ganaron la anhelada Copa de Europa, pero su recuerdo despertar¨¢ emoci¨®n y agradecimiento cuando no quede ni rastro en tu memoria de algunos campeones tan pragm¨¢ticos como mediocres.
Desde que se retir¨® Zidane, nadie es capaz en este equipo de levantarte del asiento con gesto de ¨¦xtasis. El ¨¦xito en la miserable Liga que gan¨® Capello intent¨® justificar lo injustificable. S¨®lo los fan¨¢ticos pueden mantener la ilusi¨®n de que llegar¨¢ pronto la hermosura y la alegr¨ªa. Aunque hayan largado al ulceroso Schuster y el insoportablemente mod¨¦lico Ra¨²l culmine sus intrigantes y eternas maniobras en la oscuridad, el dialogante y civilizado Calder¨®n utilice en la asamblea a los vociferantes nazis y el atildado y viscoso montenegrino culpe intolerablemente del desastre a los corruptos ¨¢rbitros, las infinitas y mosqueantes lesiones o a los oscuros designios del Esp¨ªritu Santo.
Di¨®genes y su farol tendr¨ªan enormemente complicado encontrar a un hombre honrado entre los jefes de este impresionante negocio al que el eufemismo denomina deporte. Es muy raro encontrarte en ese gremio con alguien que no se dedique al honorable oficio de la construcci¨®n. Imagino que aplican id¨¦nticos y escrupulosos criterios econ¨®micos y morales al f¨²tbol que los que practican en su humanista profesi¨®n. Qu¨¦ envidia ver jugar al admirable Barcelona. Ocurra lo que ocurra esta trascendente y ritual noche.
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