El h¨¦roe que hizo lo que pudo

Que una sociedad le d¨¦ las gracias a un pol¨ªtico es un acto casi extravagante, por lo desacostumbrado. No deber¨ªa ser as¨ª porque, si nos libramos de los prejuicios relacionados con la pol¨ªtica, deber¨ªamos reconocer que, como dice Hanna Arendt, las pocas y raras ocasiones en las que se ha logrado cambiar algo, ha sido precisamente cuando hombres y mujeres plurales se han asociado para actuar pol¨ªticamente. Hay pol¨ªticos que se merecen el agradecimiento de sus conciudadanos y que no son los h¨¦roes que les llevaron a la guerra o les exigieron esfuerzos insufribles, sino los del tipo que le gustaban a Romain Roland, h¨¦roes que hacen todo lo que pueden. Los argentinos empiezan ahora a darse cuenta de la importancia que tuvo la presidencia de Ra¨²l Alfons¨ªn, cuando, hace 25 a?os, se hizo cargo de un pa¨ªs que sal¨ªa arrasado y desmoralizado de ocho a?os de feroz dictadura militar. En unas circunstancias extremadamente dif¨ªciles, Alfons¨ªn hizo todo lo que pudo para defender el sistema democr¨¢tico y devolver a los ciudadanos su dignidad colectiva.

A Alfons¨ªn se le ha reprochado que dejara al pa¨ªs sumido en una violenta crisis econ¨®mica y que aprobara las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que permitieron salir indemnes a muchos militares que hab¨ªan asesinado, violado y torturado.

Pero fue Alfons¨ªn quien sent¨® en el banquillo a los ex comandantes que integraron las Juntas Militares, y lo hizo cuando todav¨ªa estaba inc¨®lume la estructura castrense que hab¨ªa sostenido la dictadura. Fue ¨¦l, y no Menem ni Kirchner, quien envi¨® a la c¨¢rcel, con condenas a perpetuidad, a Videla, Masera y Agost¨ª. Alfons¨ªn recibi¨® un pa¨ªs cuya industria hab¨ªa desaparecido y todos los planes de estabilizaci¨®n que intent¨® fueron boicoteados por muchos de quienes ahora le alaban. La misma CGT que nunca organiz¨® una huelga general durante los ocho a?os de infamia militar, lanz¨® nada menos que ocho al presidente democr¨¢tico.

Saludemos pues el desacostumbrado ejercicio de agradecimiento a un pol¨ªtico honesto, una cualidad que nadie ha negado nunca a Alfons¨ªn y que, desafortunadamente, ha estado tan poco presente en alguno de sus sucesores.