El Cl¨ªnico se estanca y entra en barrena por la falta de dinero

Al entrar al hospital Cl¨ªnico San Carlos, un mamotreto que se podr¨ªa describir como un enorme edificio cuadrado con patio interior, uno se queda desconcertado. A la estructura le salen ramificaciones. Ya desde el aire, incluso en una foto de sat¨¦lite por Internet, se observan las obras que comenzaron en 2006 en urgencias. Eran unos trabajos destinados a cuadruplicar el espacio. Se necesita m¨¢s sitio y medios para poder atender a una poblaci¨®n de m¨¢s de medio mill¨®n de personas. Sin embargo, esas obras se paralizaron a principios de a?o, al albor de las pomposas inauguraciones de los ocho nuevos hospitales.

No hay dinero. Todos los recursos econ¨®micos se destinaron a los nuevos proyectos. Es lo que asegura UGT y lo que tambi¨¦n denuncian varios profesionales del Cl¨ªnico consultados. Sin embargo, la portavoz de la consejer¨ªa en el hospital aseguraba ayer mismo que jam¨¢s han estado paradas. "Igual no se ha visto a nadie trabajando desde fuera... pero eso es porque la obra que se ha hecho ¨²ltimamente es estructural, es de las que no se ve", justificaba.

En el techo del pasillo cuelgan cables y conductos a medio hacer

"Se espera ahora y se ha esperado siempre. Esto es as¨ª", dice un celador

Se podr¨ªa deducir que la apertura de los centros podr¨ªa haber liberado de trabajo, de pacientes, y de tiempo de espera al Cl¨ªnico. Pero no. El San Carlos es el ¨²nico centro sanitario antiguo que no tiene adscrito uno de los nuevos como sat¨¦lite. Vamos, que no se ha aliviado su carga de pacientes. Es m¨¢s, aunque ahora parece que por fin el Cl¨ªnico no se ve obligado a absorber enfermos derivados de la apertura del nuevo Puerta de Hierro (el hospital de Majadahonda), hasta hace apenas un mes fue as¨ª. Entonces, una anestesista del centro del distrito de Moncloa se quejaba amargamente: "(El de Majadahonda) es un hospital de chapa. Dentro no hay nada. Y nos sobrecargan a nosotros de trabajo. Si ya es una verg¨¹enza la saturaci¨®n que hay, ahora m¨¢s". Ni que decir tiene que pasaba de jugarse su puesto de trabajo. Entramos en el juego del anonimato. Con otras palabras pero id¨¦ntico mensaje, otros profesionales coinciden: "Los nuevos hospitales tienen un nivel de resoluci¨®n menor. Todo lo complicado se deriva a los centros de toda la vida". Pero claro, en el caso del Cl¨ªnico eso ha supuesto aumentar el esfuerzo. Y con menos medios o de peor calidad, seg¨²n denuncian los sindicatos: "Aunque las plazas de la gente que se ha marchado a los nuevos centros se han cubierto casi al 100%, con contratos eventuales".

"Y est¨¢n bajo la amenaza de si les echan o no", denuncia Juan Antonio Alba, de UGT. El personal sanitario y no sanitario que hab¨ªa en 2007 era de 5.914 personas. Un a?o m¨¢s tarde, esa plantilla s¨®lo ha aumentado en ocho personas, seg¨²n los datos del sindicato.

Sobre el terreno se constata lo que ya se ve¨ªa desde el aire y que denuncian los sindicatos. Las obras que iban a ampliar el tama?o del servicio de urgencias de 1.500 metros cuadrados actuales a m¨¢s de 6.000 est¨¢n paradas. Muy paradas. Cerradas a cal y canto. "Empezaron los trabajos en 2006. Y en febrero de este a?o las detuvieron", dice Alba, de UGT. Ante la versi¨®n de Sanidad de que las obras nunca estuvieron paralizadas, este peri¨®dico volvi¨® a consultar al sindicato: "Est¨¢n paradas. Han dicho que volver¨¢n a los trabajos, pero no han dicho cu¨¢ndo". Y la portavoz de la consejer¨ªa en el Cl¨ªnico insiste: "Si no se ve movimiento de obreros es porque es una obra estructural, que no se ve a simple vista". La entrada a las urgencias que est¨¢ operativa se aleja a?os luz de los majestuosos vest¨ªbulos de los nuevos hospitales, como el de Coslada. Es un pasillo de cuyo techo cuelgan cables y conductos de ventilaci¨®n a medio hacer, todo en claro estado de transici¨®n. Y la sala de espera, donde la luz es algo tenue, est¨¢ abarrotada. Una enfermera explica que ha habido d¨ªas en los que se han llegado a atender m¨¢s de 500 personas, cuando lo normal son unas 100 menos. "El 10% o 12% de la gente que entra en urgencias acaba ingresada. Lo que ocurre es que hay veces que no hay suficientes camas, con lo cual te encuentras con 20 o 25 personas esperando, a veces horas, a que haya altas en el Cl¨ªnico para que ellos puedan entrar. Eso o que podamos mandar a pacientes a nuestros hospitales de apoyo, como el de la Cruz Roja, la Concepci¨®n o el G¨®mez Ulla", explican desde UGT. Dicho esto no entienden c¨®mo el n¨²mero de camas disminuy¨® de 1.011 en 2007 hasta las 929 de este a?o.

Uno de los que espera en urgencias es Javier. Masca chicle con parsimonia y dice que lleva media hora. "Poco tiempo", reconoce, ante la cantidad de gente que tiene por delante. En el exterior, hay m¨¢s ejemplos de paciencia. Silvia apura un cigarro antes de volver a entrar junto a su marido y su suegra: "?Llevamos una hora!". Y Mar¨ªa, otra fumadora, se resigna: "Mira, yo lo entiendo", dice en referencia a la espera, "es que no sabes c¨®mo est¨¢ esto de gente. Llevamos aqu¨ª dos horas y media. Pero es que hay gente m¨¢s grave. Y esto es as¨ª", suspira. Su hermano, dice, espera a que le mire un neur¨®logo. Un celador reconoce las esperas, pero comenta entre resignado y realista: "Se espera ahora y se ha esperado toda la vida. Los hospitales son as¨ª". Muy cerca de esa entrada de urgencias, por cierto, los coches en doble fila y el atasco desespera. Los aparcacoches, magreb¨ªes y subsaharianos mayoritariamente, intentan ganarse unos euros.

Una m¨¦dica con much¨ªsimos a?os de experiencia a sus espaldas habla acerca de las consultas externas -"estoy a punto de jubilarme", dice-, preocupada de la situaci¨®n del hospital en particular y de la sanidad en general: "Hay mucho menos dinero. Yo lo noto en que pido reactivos y hay que luchar como nunca en la vida para que te los den. Adem¨¢s, el hospital tiene obras pendientes desde el a?o del cupl¨¦. No es s¨®lo las urgencias. En el ala norte tambi¨¦n, all¨ª se necesita meter mano". De hecho, seg¨²n UGT, el centro ha realizado paulatinas reformas en dos fases. Ahora falta la tercera, a la que se refiere esa m¨¦dica. Y es que el Cl¨ªnico, al ser un edificio antiguo, todav¨ªa tiene habitaciones de cinco y seis pacientes. Algunas ya son historia, pero queda todav¨ªa trabajo por hacer. Seg¨²n el sindicato, la consejer¨ªa ha prometido que en enero empezar¨¢ esta ¨²ltima fase de la reforma. Seg¨²n la portavoz de la consejer¨ªa, los arreglos, como los de las urgencias, jam¨¢s han dejado de acometerse.

Otra m¨¦dica argumenta la falta de dinero destinado al personal del centro: "Antes ¨¦ramos cinco de guardia. Ahora s¨®lo cuatro. Reducen el n¨²mero de peonadas y as¨ª ahorran miles de euros al a?o. Pero claro... as¨ª nos desbordan de trabajo". Y la calidad de la sanidad se resiente. Con ella coincide un m¨¦dico con varios a?os de experiencia en la sanidad: "Hay sobrecarga. Los residentes no duermen. Normalmente, por ejemplo en urgencias, hab¨ªa tiempo para descansar un poquito. Pero ahora es imposible, y as¨ª no se trabaja en condiciones".

El jefe de uno de los servicios del hospital (el m¨¢s alto cargo con el que este peri¨®dico ha logrado hablar, aunque como todos los que se citan han preferido ocultar todo tipo de datos que les pueda identificar para evitar problemas) se queja de que la apertura de los nuevos hospitales de Madrid se ha hecho "a costa de los viejos". Dice que los ocho abiertos por Aguirre "se han convertido en una prioridad y en el Cl¨ªnico se nos ha cortado la financiaci¨®n". Seg¨²n asegura, el hospital "tiene paradas las inversiones para 2008 y 2009". Le preguntamos si esto quiere decir que tampoco entrar¨¢ nuevo personal al centro: "No est¨¢ previsto. Los gerentes, de manera indirecta, nos lo dicen todos los d¨ªas", responde.

La preocupaci¨®n por este par¨®n es grande en el Cl¨ªnico, tambi¨¦n en otro aspecto y que afecta al futuro: "Que un joven con iniciativa pueda investigar... es imposible", detalla el mismo m¨¦dico. Y se explica: "Un hospital como ¨¦ste es tambi¨¦n un sitio donde aprender. Por supuesto que la base de la actividad del centro es prestar atenci¨®n sanitaria, pero son tambi¨¦n sitios docentes, donde se forman muchos alumnos y donde se investiga. En la Comunidad de Madrid siempre fuimos la vanguardia de la medicina en Espa?a. Pero con ese ¨¦nfasis en los nuevos hospitales y el par¨®n en los antiguos se est¨¢ cortando ese desarrollo del aprendizaje. Mientras que Catalu?a o Andaluc¨ªa han avanzado mucho en investigaci¨®n, Madrid se ha atrasado en los ¨²ltimos cinco o seis a?os". Otra m¨¦dica coincide: "En este hospital la gente joven ha aprendido muy bien toda la vida. Porque tenemos de todo. Pero en esos centros nuevos... ser¨¢ imposible".