Que se hable, aunque sea mal

Ciertas tradiciones no cambian. En cuanto el Ministerio de Sanidad lanza una campa?a para fomentar el uso del preservativo entre los j¨®venes, la prensa entona el gorigori: ah, qu¨¦ anuncios bochornosos. Ya ocurri¨®, hace a?os, con el P¨®ntelo, p¨®nselo, que ahora es celebrado como mod¨¦lico frente al rap ro?oso y monosil¨¢bico del ¨²ltimo lanzamiento ministerial. La letra del rap ha salido tontuna: "Stop, tronco, yo no corono rollos con bombo, o cond¨®n o yo pongo stop, como fosos, como pozos, somos dos, o con cond¨®n o yo sobro, bomb¨®n, yo propongo cond¨®n como modo, lo cojo, lo toco, lo pongo, con cond¨®n yo floto pronto, s¨®lo con cond¨®n, s¨®lo con koko".

Pero algo hay que hacer. En el ¨²ltimo sondeo del Instituto de la Juventud, el 30% de los encuestados declararon no haber utilizado preservativo en sus relaciones sexuales m¨¢s recientes. En 2003, el porcentaje era del 23%. La clamidia, una enfermedad bacteriana de transmisi¨®n sexual, ocupa ya el primer lugar en Europa entre las enfermedades infecciosas. Y, lo m¨¢s grave, repunta el n¨²mero de abortos entre los m¨¢s j¨®venes.

La nueva campa?a, de tono postizamente coleguil y extendida a territorios que se presumen juveniles, como Facebook (quiz¨¢ el target del "yo no corono rollos con bombo" abunda m¨¢s en Tuenti, pero eso es cuesti¨®n de detalle), ha suscitado intensos rebotes entre su presumible clientela. Los comentarios en Facebook son mayoritariamente desfavorables. Lo cual, de momento, no significa nada. La campa?a ha conseguido que se hable de ella, aunque sea mal. Ya es algo. Su efectividad s¨®lo podr¨¢ medirse con el tiempo.

Un s¨ªntoma positivo es el rechazo generalizado entre los creadores de opini¨®n, es decir, la prensa que mencion¨¢bamos al principio. Quienes creamos opiniones "serias", muchos de quienes pululamos, por ejemplo, por estas p¨¢ginas, tendemos

a pertenecer a un grupo de poblaci¨®n que no percibe las relaciones sexuales como un riesgo, sino como un milagro.

Que el rap tontuno nos repela constituye un buen primer paso. Si nos gustara, podr¨ªamos dar la campa?a ya

por fracasada.