El 'joven Picasso' conquista los garitos

No para ni a coger aliento. Sobre el escenario, el cantante Toni Zenet, de 41 a?os, mueve la cadera cual Elvis, los hombros y el sombrero como Michael Jackson y pone caras a lo Charlot. Tambi¨¦n ma¨²lla como Sinatra con acento de M¨¢laga, siente como Chavela Vargas y tienta al p¨²blico con tanto poder¨ªo que ni Manolete.

De cerca es igual. Con algo menos de 1,65 metros de altura, Zenet habla r¨¢pido, se levanta, se sienta, se vuelve a levantar, coge una cerveza, se atusa el pelo... Y cuenta su peculiar historia: "Mis padres pretend¨ªan que fuese banquero o cadete de la marina y acab¨¦ en la Escuela Superior de M¨¢laga estudiando arte dram¨¢tico. Justo un a?o despu¨¦s que Mar¨ªa Barranco y tres que Antonio Banderas. Luego fui mimo". Es s¨®lo el principio de esta f¨¢bula de supervivencia. Porque Zenet est¨¢ acostumbrado a subir duros puertos de monta?a desde que cambi¨® M¨¢laga por Madrid hace 22 a?os. Cosas de la mala racha.

Su disco es un viaje por el mundo con olor a barrio, a malec¨®n, a callej¨®n...

Tras el primer conato de ¨¦xito al dar vida al joven Picasso en una serie de televisi¨®n en los noventa, Toni ha sido casi de todo: profesor de teatro, entrenador de actores y regidor. Tambi¨¦n pintor de brocha gorda, alba?il, animador en barcos de recreo, comerciante en mercadillos medievales ambulantes y vendedor de filtros de agua, tel¨¦fonos y de enciclopedias. "Esto ¨²ltimo me daba dinero y no lo hac¨ªa nada mal, pero me sent¨ªa fatal vendiendo libros de 200 euros a una familia que no pod¨ªa ni pagar el piso", explica. Entre su anecdotario, Zenet sonr¨ªe burl¨®n cuando recuerda la visita a un sex shop junto al maestro Berlanga en los descansos de un rodaje, o lo que fumaba con Antonio Banderas en el montaje de su pel¨ªcula El camino de los ingleses, donde Toni ten¨ªa un peque?o papel. "Por la noche, cuando termin¨¢bamos de rodar, Antonio me llamaba para que subiese a su habitaci¨®n y ver lo que hab¨ªamos grabado durante el d¨ªa. De tranqui. La tierra une mucho", recuerda Toni al que tambi¨¦n se le cuela el acento sure?o cuando habla de su familia. "Mi madre cantaba muy bien y mi padre, un constructor humanista, organizaba juergas flamencas. Con lo que la m¨²sica siempre ha estado presente en mi vida".

Ahora, tras trabajos de subsistencia y alg¨²n intento fallido con su anterior grupo de funk andaluz, Sur S. A., ha llegado la recompensa.

No en el cine, sino en la m¨²sica. Zenet conoci¨® hace un par de a?os al compositor y poeta Javier Laguna en un bar del centro. Laguna, que firma todos los textos de su primer disco, le anim¨® a seguir y se convirti¨® en el sastre musical que le ha confeccionado este traje a medida. El resultado se llama Los mares de China, su primer disco, que ya ha presentado en el teatro Infanta Mercedes, escoltado por una superlativa banda. Un viaje por el mundo lleno de canciones que huelen a barrio andaluz, pero tambi¨¦n a malec¨®n cubano y a callej¨®n de Nueva York. Jazz, copla, swing... "Se podr¨ªa llamar world music sin pretender ser world music", explica. "Hay canciones que empiezan siendo una copla cl¨¢sica y acaban con un piano de jazz". En ellas desfilan h¨²medas historias de amor entre un balc¨®n y una ventana. O Gildas de barrio que en lugar de guantes de terciopelo bailan con guantes de cocina. Las dos, historias reales. "Muchos me preguntan si son versiones de viejos cl¨¢sicos. Eso es buena se?al. Porque todas son originales, pero tienen ese sonido de toda la vida. El que perdura en el tiempo". Lo repite una y otra vez Zenet agarrado a su sombrero de Sinatra como si fuese su talism¨¢n de la buena suerte, que, sumado al talento, por fin acaba de llegar para quedarse.