Las sombras de la sospecha

La reconstrucci¨®n del consenso antiterrorista entre el Gobierno y el principal partido de la oposici¨®n se ve amenazada desde hace algunas semanas por una cacofon¨ªa de voces discordantes procedentes del PP que ponen en duda la sinceridad de la renuncia del presidente Zapatero a la b¨²squeda de una salida dialogada a la violencia. El debate de ayer en el Congreso sobre la moci¨®n de UPyD pidiendo la disoluci¨®n de los ayuntamientos con alcald¨ªa de ANV fue un ensayo general con todo del despliegue de esos recelos. La sospecha acerca de las intenciones, palabras y decisiones del poder pol¨ªtico forma parte del equipaje de los derechos democr¨¢ticos, a condici¨®n de que sea razonable y no est¨¦ movida por la mala fe.

?No ser¨ªa preferible desalojar a los alcaldes de ANV mediante mociones de censura?

La cita de marzo de las auton¨®micas vascas y el temor de los populares a quedarse muy rezagados en esas elecciones fomenta seguramente el esparcimiento de la ciza?a. Las luchas internas del PP tampoco son ajenas a esa orquestaci¨®n de la desconfianza. Los correosos adversarios de Rajoy pelean por un regreso tremendista a la estrategia de la crispaci¨®n que permita situar los temas centrales de la anterior legislatura (la negociaci¨®n con ETA, la ruptura de la unidad de Espa?a, la conspiraci¨®n para descristianizar el pa¨ªs) en pie de igualdad con la cr¨ªtica populista y demag¨®gica a la pol¨ªtica del Gobierno frente a la crisis econ¨®mica.

Los hechos, sin embargo, no revalidan esas sospechas. Las recientes detenciones de miembros de la c¨²pula de ETA prueban que los cuerpos de seguridad cumplen con su tarea. La ilegalizaci¨®n de ANV y PCTV dictada el pasado 22 de septiembre por la Sala Especial del Supremo -a instancias del fiscal general y la Abogac¨ªa del Estado- sigue cerrando espacios a la presencia del nacionalismo radical en la vida social e institucional vasca; resulta disparatado atribuir a una maniobra del Gobierno el retraso en la ejecuci¨®n de la sentencia sobre la disoluci¨®n de los grupos municipales de ANV para que puedan beneficiarse de los 8.000 millones destinados a los ayuntamientos. Finalmente, el traslado de presos es una medida de pol¨ªtica antiterrorista aplicada tambi¨¦n por Ejecutivos de Aznar.

Una vez descartado el sofisma de dar como probada la proclividad de Zapatero a negociar con ETA mediante el determinista refr¨¢n que condena a quien hace un cesto con la pena de fabricar luego ciento, el derecho a la sospecha -elevado en ocasiones a la condici¨®n de certeza- maneja como indicio la resistencia inicial de los socialistas a la propuesta de promover de forma inmediata y simult¨¢nea el proceso de disoluci¨®n por el Gobierno -previa autorizaci¨®n del Senado- de todos los ayuntamientos vascos y navarros con alcalde de ANV (esto es, 42 de los 125 municipios donde el partido sucesor de Batasuna tiene representaci¨®n). Los socialistas se sienten inc¨®modos en este terreno a causa de la contradictoria actitud adoptada por el presidente Zapatero -a trav¨¦s del fiscal general y de la Abogac¨ªa del Estado- frente a ANV: despu¨¦s de legalizar a medias sus candidaturas para las elecciones municipales de 2007 (125 sobre un total de 257 listas presentadas), pocos meses despu¨¦s el Gobierno pedir¨ªa y obtendr¨ªa la disoluci¨®n de ANV por su apoyo pol¨ªtico a ETA.

Antes de pronunciarse sobre el fondo del debate ser¨¢ conveniente distinguir entre la dimensi¨®n jur¨ªdica y los aspectos pol¨ªticos, entre los medios legales y los fines ¨²ltimos, de las alternativas existentes. ?No es la disoluci¨®n de los ayuntamientos una medida excepcional que s¨®lo deber¨ªa adoptarse una vez agotadas las dem¨¢s v¨ªas? ?Por qu¨¦ no aguardar a la disoluci¨®n de los grupos municipales de ANV (sus concejales mantendr¨¢n las actas) en el tr¨¢mite de ejecuci¨®n de la sentencia del Supremo? ?Plantean los 24 alcaldes de ANV de peque?os municipios elegidos por mayor¨ªa absoluta el mismo problema que los 18 regidores de poblaciones m¨¢s importantes designados por mayor¨ªa simple? ?No ser¨ªa preferible desalojar a los alcaldes de ANV que carecen de mayor¨ªa absoluta mediante resoluciones adoptadas en los ayuntamientos por los restantes partidos a trav¨¦s de mociones de censura como la anunciada en Azpeitia, en lugar de hacer pagar a los vecinos los costes de unas nuevas elecciones?

?Qu¨¦ ventaja se obtendr¨ªa de una disoluci¨®n simult¨¢nea de los 42 ayuntamientos con alcald¨ªa de ANV fuera de la espectacularidad? ?Han incurrido todos ellos en el supuesto previsto por el art¨ªculo 16.2 de la Ley de Bases de R¨¦gimen Local? ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si las dem¨¢s fuerzas nacionalistas con representaci¨®n local en los municipios disueltos se resistieran a formar parte de las gestoras? ?Ser¨ªa oportuno mezclar las elecciones para los antiguos ayuntamientos de ANV con las auton¨®micas? ?Cu¨¢l ser¨ªa el paisaje resultante de ese se¨ªsmo pol¨ªtico una vez celebrados los nuevos comicios? S¨®lo la mala fe o los demonios de la pol¨¦mica podr¨ªan sostener que las eventuales discrepancias con las respuestas del PP a esas preguntas son la prueba del deseo del Gobierno de negociar con ETA.