Rojo y negro. Espa?a hace cuentas
Espa?a ha cerrado en n¨²meros rojos su cuenta de resultados de 2008.
La crisis econ¨®mica, que el Gobierno no supo o no quiso ver a tiempo, ha extendido una gigantesca sombra de pesimismo por todo el pa¨ªs, ha empujado a casi un mill¨®n de personas al paro y amenaza con vestirse de conflicto social entre tantas suspensiones de pagos y tantos expedientes de regulaci¨®n de empleo.
Sobran inmigrantes. Los dos grandes partidos impulsaron reformas legales muy restrictivas para acortar derechos y se adelant¨® dinero a los parados extranjeros para que abandonaran el pa¨ªs. Espa?a (44,1 millones de habitantes, de los que 4,7 millones son extranjeros) recibe ahora peor a los que vienen de fuera. Los inmigrantes que lleguen en patera estar¨¢n m¨¢s tiempo encerrados en los centros de retenci¨®n para facilitar su expulsi¨®n; los que ya tienen papeles tendr¨¢n m¨¢s dificultades para regularizar a sus familiares.
La Administraci¨®n de justicia vive en los ¨²ltimos tiempos con una amenaza de huelga colgada de su fachada, anda fracturada y cabreada, padece un atasco considerable y falla demasiado.
El terrorismo contin¨²a vivo y asesina cuando puede y como puede. En 2008 cayeron los dos jefes de ETA, Thierry y Txeroki, y el que sustituy¨® a este ¨²ltimo, Aitzol Iriondo. Pero los ¨¦xitos policiales no pudieron evitar nuevas muertes. Los pol¨ªticos que justifican a los terroristas que matan siguen sentados en muchas instituciones p¨²blicas del Pa¨ªs Vasco y de Navarra. Acci¨®n Nacionalista Vasca (ANV) gobierna en 42 ayuntamientos gracias a que pudo presentarse a las elecciones municipales, dado que el Gobierno y la Fiscal¨ªa s¨®lo impugnaron la mitad de sus listas. Con el asesinato en diciembre del empresario Ignacio Uria a manos de ETA en Azpeitia (Guip¨²zcoa), el Ejecutivo socialista descubri¨® el problema y anunci¨® soluciones legales para expulsar a los concejales de gobiernos municipales que nunca condenan el terror. Los expertos, incluso socialistas, son esc¨¦pticos.
Las tensiones entre los Gobiernos nacionalistas y la Administraci¨®n central permanecen intactas. Los enfrentamientos entre comunidades se repiten con m¨¢s frecuencia de la debida a cuenta de discriminaciones y privilegios. Las reformas estatutarias aprobadas (Arag¨®n, Baleares, Castilla y Le¨®n, Valencia, Andaluc¨ªa y Catalu?a) no han logrado colmar las aspiraciones de poder de algunos Gobiernos aut¨®nomos. El Tribunal Constitucional, enfrascado en la primera deliberaci¨®n de su historia sobre un estatuto auton¨®mico, el catal¨¢n, respaldado previamente en refer¨¦ndum por los ciudadanos, nunca estuvo sometido a tanta presi¨®n pol¨ªtica.
La corrupci¨®n sigue activa. En Baleares, la alfombra del Gobierno del PP, que perdi¨® el poder en 2007, escond¨ªa demasiada basura y numerosos ex dirigentes auton¨®micos acabaron procesados o en prisi¨®n. En Castell¨®n, Carlos Fabra (PP), el pol¨ªtico con galones que m¨¢s ha enga?ado al fisco, seg¨²n la Agencia Tributaria, sigue en activo aplicando su poder absoluto en la Diputaci¨®n Provincial de Castell¨®n, que preside pese a tener una grave causa judicial pendiente. En Estepona (M¨¢?laga), las pr¨¢cticas corruptas de los socialistas destapan cada d¨ªa nuevas sorpresas.
Casi todos los a?os hay alguna tragedia que destacar. La de 2008 fue la peor en d¨¦cadas: 164 personas perdieron la vida en s¨®lo unos segundos. Viajaban a bordo de un avi¨®n de la compa?¨ªa Spanair que se estrell¨® el 20 de agosto nada m¨¢s despegar de Barajas rumbo a Canarias.
En el haber de un a?o negro en n¨²meros rojos hay algunas victorias: las muertes en carretera bajaron a l¨ªmites esperanzadores (al cerrar el a?o se registraron algo m¨¢s de 2.000 fallecimientos en accidente, casi la mitad que los contabilizados en 2004); los dos grandes partidos sellaron una paz aparente para luchar juntos contra el terrorismo, y cientos de miles de familias -todav¨ªa no todas las que lo pidieron- recibieron ayudas p¨²blicas para atender a sus ancianos o familiares necesitados gracias a la Ley de Dependencia, un nuevo pilar del Estado de bienestar al que le faltan miles de millones de euros para tener la firmeza deseada.
Un a?o salpicado de sombras que arranc¨® en campa?a electoral y se cerr¨® con los partidos enzarzados de nuevo a cuenta de la mejor estrategia para combatir a ETA y su entorno. ?stos son sus principales hitos:
- Gan¨® el PSOE (la sexta vez en las nueve elecciones generales celebradas en democracia). Y triunf¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (dos victorias de dos intentos) con recetas m¨¢s conservadoras. Le votaron m¨¢s que nunca (11,3 millones de sufragios) y el PSOE creci¨® en esca?os (hasta 169, a siete de la mayor¨ªa absoluta). Pero la situaci¨®n se le complic¨® a las primeras de cambio y cada votaci¨®n del Congreso se convirti¨® en un suplicio. Zapatero se qued¨® sin aliados antes incluso de la sesi¨®n de su investidura.
El presidente volvi¨® a escribir una l¨ªnea en la historia de Espa?a, o al menos lo intent¨®, con su nuevo Gabinete. En 2004 llev¨® a La Moncloa el primer Gobierno paritario de la historia (ocho ministros y ocho ministras). En 2008 puso por primera vez a una mujer al frente del Ministerio de Defensa (Carme Chac¨®n) y sent¨® en el Consejo de Ministros a m¨¢s mujeres que hombres (nueve a ocho). Tambi¨¦n result¨® hist¨®rico que, s¨®lo unos meses despu¨¦s de nombrado el nuevo Gobierno, la sensaci¨®n de desgaste era tan notoria que significados dirigentes socialistas defendieron en privado la necesidad de cambios profundos.
Zapatero arranc¨® la legislatura con un programa de Gobierno que olvidaba algunos compromisos anteriores como la reforma de la Ley del Aborto, la regulaci¨®n de la eutanasia o las medidas para avanzar en la laicidad del Estado. S¨®lo tres meses despu¨¦s de ganadas las elecciones, el PSOE aprovech¨® su congreso para recuperar la parte progresista que hab¨ªan borrado del programa electoral y prometer la reforma de la Ley del Aborto.
- El l¨ªder del PP pidi¨® pr¨®rroga a su partido tras dos fracasos electorales consecutivos en 2004 y 2008. Mariano Rajoy logr¨® la tercera oportunidad para opositar en 2012 a presidente del Gobierno. Se la concedi¨® el 84% de los delegados que acudieron al congreso extraordinario de Valencia. Gan¨® por goleada al fantasma de la rebeli¨®n, que en las semanas previas al congreso amenaz¨® con un asalto al poder que nunca intent¨®. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, no pas¨® de las palabras a los hechos. El resto de candidatos tuvo algunos minutos de gloria, pero ninguna oportunidad real de plantar cara al l¨ªder. Ni los reproches p¨²blicos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a la persona que ¨¦l mismo eligi¨® para sucederle sirvieron para consolidar una alternativa.
El tercer mandato como presidente del PP que Rajoy inaugur¨® en junio de 2008 ha sufrido algunos descosidos de autoridad. Rajoy se desangra lentamente ante las pedradas que le dirigen de vez en cuando algunos veteranos con cierto poder y algunos j¨®venes que se hicieron veteranos a la sombra de Rajoy y a los que dej¨® sin poder tras la decepci¨®n de las ¨²ltimas elecciones.
- El vuelo 5022 de Spanair, un McDonnell Douglas MD-82, abort¨® su despegue por el sobrecalentamiento de una sonda que med¨ªa la temperatura en el exterior. El piloto pens¨® que algo no iba del todo bien y opt¨® por regresar a su base. Los mec¨¢nicos revisaron la aver¨ªa, leyeron en su protocolo de actuaci¨®n que el problema era menor y no imped¨ªa el vuelo, y autorizaron la vuelta a la pista tras desactivar la sonda. El avi¨®n apenas se levant¨® 12 metros del suelo para estrellarse a continuaci¨®n junto a un arroyo pr¨®ximo. Murieron 154 personas y otras 18 sobrevivieron en la peor tragedia a¨¦rea de Barajas en 25 a?os. La investigaci¨®n de urgencia detall¨® la posible causa del percance: el MD 82 despeg¨® sin tener desplegados los flaps -dispositivos de sustentaci¨®n de los aviones acoplados a las alas-, una deficiencia mayor.
- El juez Baltasar Garz¨®n se atrevi¨®, 30 a?os despu¨¦s del armisticio que trajo a Espa?a la paz y la democracia, a ponerle un nombre a 40 a?os de historia negra: "Crimen de Lesa Humanidad". Eso es lo que perpetr¨® el r¨¦gimen del dictador Franco, seg¨²n Garz¨®n, pero no se pueden juzgar sus conductas porque los principales culpables murieron. Lo escribi¨® el juez en un papel con timbre de la Administraci¨®n de justicia en el encabezamiento y concluy¨®: "Iniciar la investigaci¨®n de un delito que se sigue cometiendo al d¨ªa de hoy y que nunca ha sido, hasta ahora, denunciado en sede judicial, no es m¨¢s que cumplimiento estricto de la ley por encima del ¨¦xito o fracaso de la iniciativa y una forma de rehabilitaci¨®n institucional ante el silencio desplegado hasta la fecha, que no s¨®lo ha otorgado de facto la extinci¨®n de la responsabilidad penal, sino la impunidad".
En medio de la instrucci¨®n -tard¨® algo m¨¢s de un mes tras acumular durante dos a?os denuncias de distintas asociaciones- diluviaron las descalificaciones sobre Garz¨®n, que se enzarz¨® en un enfrentamiento con el fiscal jefe de la Audiencia, Javier Zaragoza, a cuenta de la causa. Terciaron los magistrados que juzgan las causas penales en la Audiencia Nacional, quienes concluyeron que Garz¨®n se hab¨ªa extralimitado en sus funciones, pues no ten¨ªa competencias para instruir el caso. La memoria sobre los cr¨ªmenes de la dictadura volvi¨® al caj¨®n. Los jueces de las provincias donde la dictadura cometi¨® sus cr¨ªmenes tienen ahora la llave para recuperar la memoria.
- El deterioro econ¨®mico ha puesto a los inmigrantes en un brete. Los tiempos de la regularizaci¨®n masiva (hasta 700.000 extranjeros lograron permiso de residencia y trabajo a mitad de la pasada legislatura) quedan muy lejos. Ahora no hay trabajo para todos, y el Gobierno, con el aliento del PP, quiere eliminar v¨ªas de regularizaci¨®n y endurecer la ley para facilitar la expulsi¨®n de los que entran irregularmente en Espa?a. La lucha contra la inmigraci¨®n irregular, con una intensa ofensiva diplom¨¢tica en los pa¨ªses subsaharianos, sigue dando resultados aunque las pateras cargadas de inmigrantes que llegan a las costas espa?olas, fundamentalmente al archipi¨¦lago canario, y los naufragios con v¨ªctimas mortales siguen produci¨¦ndose. A finales de octubre se batieron todas las marcas conocidas: un supercayuco de 30 metros de eslora lleg¨® al puerto de Los Cristianos (Tenerife) cargado con 230 inmigrantes (el triple de lo normal), de los que 25 eran menores de edad.
- El polvor¨ªn en que los talibanes han convertido Afganist¨¢n en los ¨²ltimos a?os le estall¨® a un convoy integrado por 12 camiones afganos y siete veh¨ªculos espa?oles. Un suicida enfil¨® con su coche cargado de explosivos hacia el ¨²ltimo blindado de la caravana y mat¨® a dos soldados espa?oles, el brigada Juan Andr¨¦s Su¨¢rez Garc¨ªa, de 41 a?os, y el cabo Rub¨¦n Alonso R¨ªos, de 30. Durante el a?o, las fuerzas espa?olas hab¨ªan conseguido salir indemnes de decenas de ataques. La ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, pidi¨® un cambio de rumbo en la estrategia de Estados Unidos para apaciguar el avispero afgano.
- Y se hicieron evidentes las goteras de la justicia. El 13 de enero desapareci¨® la peque?a Mari Luz Cort¨¦s, de cinco a?os. La Guardia Civil hall¨® su cad¨¢ver en la r¨ªa de Huelva, 54 d¨ªas despu¨¦s. El supuesto asesino, Santiago del Valle, fue detenido pasadas tres semanas. Su historial delictivo desat¨® la alarma social por el deficiente funcionamiento de la justicia. El pederasta Del Valle ten¨ªa una condena firme de dos a?os de c¨¢rcel que nunca se ejecut¨® por la desidia del juzgado que dirig¨ªa Rafael Tirado. El Consejo General del Poder Judicial, encargado de las sanciones disciplinarias a jueces, cerr¨® el caso con una multa de 1.500 euros a Tirado que desencaden¨® un malestar social may¨²sculo al que se adhirieron tanto Zapatero como Rajoy.
Fue una de las ¨²ltimas decisiones de un Consejo General del Poder Judicial descalificado por sus propias acciones, convertido en ariete contra el Gobierno socialista, dominado por una mayor¨ªa conservadora que el PP quiso hacer perpetua al bloquear durante casi dos a?os su renovaci¨®n.
El caso de la ni?a Mari Luz agit¨® a los profesionales de la justicia, que se movilizaron a favor de los compa?eros implicados en la desidia que dej¨® al pederasta libre. Jueces y secretarios judiciales se rebelaron contra el Gobierno cuando leyeron que la vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega ped¨ªa para Tirado una sanci¨®n ejemplar de tres a?os de suspensi¨®n. Un paro encubierto de jueces para secundar una protesta de secretarios judiciales supuso la principal manifestaci¨®n del malestar, que a¨²n sigue.
Rajoy y Zapatero aseguraron cuando se reunieron en verano que los problemas judiciales eran su prioridad. Ambos anunciaron un acuerdo que embarranc¨® muy pronto. Pactaron la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial con una serie de vocales demasiado comprometidos con la defensa de los intereses de PP y de PSOE. Cuando Zapatero y Rajoy se pusieron a cubrir los cuatro puestos del Tribunal Constitucional, donde los magistrados llevan un a?o con su mandato prorrogado, volvieron las chispas. As¨ª las cosas, el a?o se cerr¨® con un nuevo bloqueo en el ¨®rgano judicial m¨¢s importante para el sistema democr¨¢tico.
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