Pensamiento blando
La crisis financiera, que est¨¢ en el origen de la crisis econ¨®mica actual, tiene unas caracter¨ªsticas que no son espec¨ªficas del sector financiero sino que, por el contrario, est¨¢n ampliamente extendidas a otros ¨¢mbitos de la actividad humana, sociales, pol¨ªticos y acad¨¦micos. Nos referimos al predominio absoluto de las formas sobre el fondo, la apariencia sobre la realidad, lo exterior sobre lo interior, lo ef¨ªmero sobre lo permanente, la brillantez ocurrente sobre la s¨®lida experiencia. En muchas facetas de la sociedad, el valor supremo es la visibilidad a corto plazo y su repercusi¨®n medi¨¢tica. Lo que no se ve no existe.
Productos financieros pasaban de un fondo de inversi¨®n a otro aumentando su cotizaci¨®n simplemente porque ten¨ªan un nombre atrayente sin que preguntase nadie cu¨¢l era verdaderamente el valor econ¨®mico real de dichos productos. Lo importante era lo que aparentaban y c¨®mo se presentaban dichos productos. Lo accesorio era lo que realmente val¨ªan. Nadie preguntaba por ello, entre otras cosas porque siempre es m¨¢s dif¨ªcil conocer la realidad. Es m¨¢s f¨¢cil levantar un decorado que simule la realidad que construir ¨¦sta. En lugar de decir fondo de hipotecas hechas a negros pobres se dec¨ªa productos de alta flexibilidad con especializaci¨®n asegurada. Est¨¢ claro que las palabras alta, asegurada, flexibilidad y especializaci¨®n suenan y visten mucho m¨¢s que conjunto de hipotecas hechas a negros pobres.
Esta manera de actuar y de pensar no se restringe solamente al mundo financiero y econ¨®mico. Por el contrario, es un signo de nuestros tiempos y est¨¢ generalizado en amplias esferas de la vida social cultural y acad¨¦mica. Frente a los problemas de la sociedad se act¨²a cubri¨¦ndolos con una capa superficial, sin enfrentarse a ellos realmente, buscando las causas y las ra¨ªces. En una sociedad cada vez m¨¢s compleja se necesitan conocimientos provenientes de diversos campos para afrontar los problemas, por lo que se hacen cada vez m¨¢s necesarios profesionales interdisciplinares. Sin embargo, es dif¨ªcil encontrar profesionales que realmente conozcan los diversos campos y por ello son reemplazados por personas que tienen un barniz formal de todos ellos, aunque realmente no conocen ninguno. Su ignorancia la cubren hablando los especialistas de un campo sobre otro campo y al rev¨¦s.
En el sector acad¨¦mico y universitario tambi¨¦n se han visto se?ales de superficialidad con una intensidad inusitada. As¨ª aparecieron masters de temas variados e ins¨®litos que van desde el de protocolo hasta el de extinci¨®n de peligros de altas temperaturas, es decir, bomberos. Igualmente se ha puesto mucha atenci¨®n a aspectos docentes formales y mucha menos a los fundamentos de esa docencia. Desgraciadamente, algunos pedagogos parece que quieren demostrar que la pedagog¨ªa es la ciencia de ense?ar lo que no se sabe. En el ¨¢mbito pol¨ªtico se ha sobrevalorado a los expertos en coyuntura, en efectos especiales y en sociolog¨ªa electoral por encima de la solidez, iniciativa, trabajo y experiencia. Son los signos de los tiempos donde la forma prevalece sobre el fondo.
La crisis econ¨®mica, sin embargo, est¨¢ cambiando en muy corto espacio de tiempo estos comportamientos. La gente busca confianza, experiencia, solidez, seguridad. No quiere gente que hable bien, sino que piense y act¨²e bien. La forma empieza a volver a su lugar. Un ejemplo muy claro de esto es el equipo que est¨¢ creando Barack Obama, en especial el econ¨®mico. De ¨¦l forman parte curr¨ªculos en los que la solidez y la experiencia resaltan claramente, aparte de unas brillantes trayectorias acad¨¦micas. No hay ninguna objeci¨®n a incluir personas de edad avanzada, como Paul Volker, de 81 a?os, y otras de m¨¢s de 60. Probablemente, estos comportamientos se extiendan a otros sectores en la medida que parece que un ciclo se acaba y empieza otro. No se acaba la historia, pero s¨ª se acaba el ciclo en que el pensamiento blando reinaba. Ahora se requiere m¨¢s pensamiento duro.
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