Un paseo por la Espa?a m¨¢s convulsa y ca¨®tica

El historiador Juan Pablo Fusi (San Sebasti¨¢n, 1945) y el catedr¨¢tico y cr¨ªtico Francisco Calvo Serraller (Madrid, 1948) trabajan desde hace varios a?os en el ambicioso proyecto de contar lo ocurrido en la Historia de Espa?a desde el siglo XVIII hasta el presente. Como adelanto de esa ingente obra, ambos expertos publican ahora Por la Independencia. La crisis de 1808 y sus consecuencias (Taurus), un volumen en el que describen la transici¨®n del Antiguo R¨¦gimen al r¨¦gimen liberal. Fue la etapa m¨¢s convulsa y ca¨®tica de Espa?a: se vivieron dos largas guerras, se perdieron las colonias en Am¨¦rica, se produjeron ensayos constitucionales y experiencias contrarrevolucionarias. Todo ello est¨¢ ilustrado con un centenar de obras de arte relacionadas con este per¨ªodo hist¨®rico.

El libro es una doble mirada perfectamente ensamblada, seg¨²n explican los autores. Los dos han querido colaborar en una obra de gran difusi¨®n comprensible por todo el p¨²blico.

Juan Pablo Fusi se ocupa de la primera parte del libro. Explica la crisis del Antiguo R¨¦gimen, con el levantamiento, la guerra y la revoluci¨®n en Espa?a; los grandes desastres de la posguerra y la atracci¨®n que un pa¨ªs en transici¨®n ejerci¨® entre los viajeros por la Espa?a rom¨¢ntica. "Es un per¨ªodo absolutamente apasionante de la historia de Espa?a", asegura Fusi. Y aclara que el libro no contiene grandes aportaciones hist¨®ricas. "No es una obra de esa clase. A m¨ª, personalmente, me apasiona todo lo ocurrido con la p¨¦rdida de la Am¨¦rica espa?ola. Es una transformaci¨®n radical. Por ejemplo, he intentado saber cu¨¢ntas batallas se libraron. Imposible conocerlo, no hay datos. Mientras que los enfrentamientos contra los franceses est¨¢n bastante bien documentados, en el caso de Am¨¦rica ni siquiera contamos con partes de guerra de las bajas. El n¨²mero de muertos no figura en ning¨²n sitio".

La mirada art¨ªstica de Calvo Serraller parte de la pregunta sobre la existencia de un arte puramente espa?ol vinculado a este periodo. Despu¨¦s, se adentra en el papel jugado por los pintores espa?oles y se detiene, finalmente, en el omnipresente Goya. "Gracias a esos artistas tenemos los rostros de los protagonistas hist¨®ricos. Conocemos las caras de los integrantes de la monarqu¨ªa, de los nobles, de los militares, de la gente del pueblo. Goya pinta la guerra por arriba y por abajo. Y no es cierto, como mantienen algunos, que no toma partido. La serie de Los desastres de la guerra es un alegato casi insuperable contra los horrores de la guerra".

Ambos autores destacan un curioso hecho: el sabio uso que hizo Napole¨®n Bonaparte de los artistas. "En todas sus batallas se hac¨ªa acompa?ar por pintores que luego narraban su versi¨®n de la contienda. Es algo que despu¨¦s se institucionaliz¨®. En Irak, los ingleses han seguido llevando un grupo de pintores para dar su versi¨®n de lo ocurrido", concluye Calvo Serraller.