La Dama de las Nieves y otros tipos ins¨®litos
Rory Stewart es un escritor escoc¨¦s de 35 a?os. Antes era diplom¨¢tico, y en los noventa fue tutor estival de los pr¨ªncipes brit¨¢nicos Guillermo y Harry, un empleo ciertamente curioso si tenemos en cuenta que Stewart parece ser un chiflado monumental. En 2001, reci¨¦n ca¨ªdo el Gobierno talib¨¢n, decidi¨® atravesar a pie Afganist¨¢n, una de las caminatas m¨¢s peligrosas y m¨¢s in¨²tiles que pod¨ªan hacerse a la saz¨®n en el mundo. La pregunta del mill¨®n es, ?por qu¨¦ un individuo decide acometer de pronto algo semejante, sin que nada ni nadie le fuerce a meterse en ese embrollo? En el prefacio del libro que escribi¨® despu¨¦s sobre el asunto (La huella de Babur), el propio Stewart dice: "No s¨¦ bien c¨®mo explicar por qu¨¦ camin¨¦ a trav¨¦s de Afganist¨¢n. Quiz¨¢ lo hice porque era una aventura".
Esta locura genial, el af¨¢n de lograr lo imposible, tal vez sea una manera m¨¢s de luchar contra la muerte
Me encantan los libros de viajes, y sobre todo aquellos que relatan viajes dificil¨ªsimos, retos impensables que el viajero cumple contra todo pron¨®stico y que en definitiva siempre son un desaf¨ªo personal, un trayecto interior. En los pedregales ensangrentados de Afganist¨¢n, en la cumbre del Everest o en las selvas remotas, el viajero extremo fuerza los l¨ªmites de la resistencia f¨ªsica y ps¨ªquica. Esta locura genial, el af¨¢n de lograr lo imposible, forma parte sustancial del ser humano y ha sido el motor de las grandes exploraciones geogr¨¢ficas, de los r¨¦cords gimn¨¢sticos, de la llegada a la Luna. Tal vez sea una manera m¨¢s de luchar contra la muerte; puede que, al doblegar el cuerpo y el esp¨ªritu, s¨®lo se est¨¦ buscando conquistar una moment¨¢nea eternidad.
El libro de Stewart es curioso, posee una atractiva candidez y est¨¢ muy bien, pero hoy quer¨ªa hablar de otros dos relatos-aventura que me interesan a¨²n m¨¢s. El primero es un completo cl¨¢sico, quiz¨¢ el libro de este tipo que m¨¢s me ha gustado en toda mi vida: El peor viaje del mundo, de Cherry-Garrard, un ingl¨¦s que form¨® parte de la tr¨¢gica expedici¨®n de Scott a la Ant¨¢rtida y que narra justamente los tres interminables a?os (1910-1913) que dur¨® aquella pesadilla. Scott quer¨ªa ser el primer hombre en llegar al Polo Sur, por entonces a¨²n no hollado, y despu¨¦s de m¨²ltiples penalidades consigui¨® en efecto alcanzar el Polo, s¨®lo para descubrir que hab¨ªa llegado dos semanas tarde: ya hab¨ªa pasado por all¨ª el noruego Amundsen. Entonces Scott y los cuatro compa?eros que le hab¨ªan acompa?ado en este tramo final emprendieron el regreso al campamento base, pero murieron por el camino tras espantosos sufrimientos.
Fue un martirio que qued¨® meticulosamente registrado en el famoso diario de Scott, recuperado luego. La agon¨ªa se prolong¨® durante largos meses, con temperaturas entre los cuarenta y los cincuenta grados bajo cero. Se hund¨ªan en las grietas, se quedaban ciegos por el resplandor de la nieve, estaban siempre ateridos, mojados, extenuados, muertos de hambre. Ten¨ªan el cuerpo ulcerado, las extremidades se les helaban y deshelaban, las u?as de los pies se ca¨ªan, los dedos se gangrenaban, perd¨ªan los dientes por el escorbuto, se les deshac¨ªa la punta de la nariz al congelarse. Todos estos procesos f¨ªsicos son atrozmente dolorosos y los expedicionarios los soportaron sin quejarse, sin detenerse, siguiendo adelante cada d¨ªa, arrastrando los pesados trineos por el hielo, muriendo de pie. Scott fue el que m¨¢s aguant¨®. Sin combustible y sin comida, tras haber visto fallecer a sus compa?eros, hizo la ¨²ltima anotaci¨®n en su diario: "Hemos corrido riesgos; sab¨ªamos que los corr¨ªamos. Las cosas se nos han puesto en contra y, por lo tanto, no tenemos motivos para quejarnos". Una frase estoica que resume la filosof¨ªa de este tipo de aventureros existenciales: para hacerte totalmente cargo de tu vida, tienes que hacerte tambi¨¦n cargo de tu muerte.
He estado recordando el libro de Cherry-Garrard estos d¨ªas porque ahora mismo hay una espa?ola intentando alcanzar el Polo Sur en una expedici¨®n en solitario. Se trata de la viguesa Chus Lago, de 44 a?os, y en total recorrer¨¢ unos 1.200 kil¨®metros. Emprendi¨® el viaje el 11 de noviembre y, si todo sigue bien (por razones de imprenta escribo este art¨ªculo una semana antes de que se publique), en la primera semana de enero estar¨¢ a punto de terminar su proeza. Como Scott, arrastra un trineo de 130 kilos de peso y est¨¢ sometida a temperaturas de 50? bajo cero (ya ha tenido que sobrevivir a una pavorosa tormenta de viento). Adem¨¢s Chus est¨¢ sola, y esa enorme soledad, blanca y enloquecedora, es el mayor reto de este viaje. Aunque, gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, y siempre que las bater¨ªas no fallen, puede mantener un tenue v¨ªnculo: ayudada en Espa?a por su prima Ana, est¨¢ haciendo un blog desde la Ant¨¢rtida, http://chuslago.com/blog. Una inusual ventana en directo a los helados confines.
Chus Lago es una alpinista de ¨¦lite: en 1999 se convirti¨® en la tercera mujer del mundo en subir al Everest sin ox¨ªgeno (y en la ¨²nica que quedaba viva: las otras dos murieron en las monta?as). Y adem¨¢s escribe muy bien, con un estilo poderoso y original lleno de vigorosas im¨¢genes, como cuando dice que los escaladores, vistos de lejos, son como peque?as "i" min¨²sculas en mitad de las laderas resplandecientes. En su libro Una mujer en la cumbre, que recoge varias de sus expediciones a las cimas m¨¢s altas de la Tierra, habla de las dificultades a?adidas que las mujeres encuentran en el alpinismo, de los delirios que provocan la soledad y la falta de ox¨ªgeno, de los peligros corridos, de la belleza y la poes¨ªa de la vida cuando la muerte acecha. En todos estos viajeros de alto riesgo hay algo m¨ªstico: son esp¨ªritus desnudos que se funden con el todo. Una mujer en la cumbre es un libro que se lee con la misma pasi¨®n con que est¨¢ escrito. Y m¨¢s a¨²n sabiendo que la autora est¨¢ ahora mismo all¨ª abajo, en el extremo de todo y de s¨ª misma, Dama de las Nieves, transgresora de l¨ªmites, otra chiflada maravillosa en el camino interminable de la aventura.
El peor viaje del mundo. Apsley Cherry-Garrard. Ediciones Zeta Bolsillo. 912 p¨¢ginas. 6,95 euros. Una mujer en la cumbre. Chus Lago. Plaza & Jan¨¦s. 270 p¨¢ginas. 16 euros. La huella de Babur. Rory Stewart. Alcal¨¢ Grupo Editorial. 392 p¨¢ginas. 21 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.