Cantos rodados y almas c¨¢ndidas
El chiste era f¨¢cil: "Si recuerdas los sesenta, seguro que no estuviste all¨ª". Muy al contrario: todos los que florecieron en aquella d¨¦cada aseguran recordarlo todo e insisten en compartir sus vivencias. Saben que fueron parte de un gigantesco experimento generacional y quieren reivindicarse. A veces, no tienen m¨¢s salvoconducto que un breve contacto con la genialidad. Como Michael Stuart-Ware, baterista de Love en Da capo y, hagan la reverencia, Forever changes. Lamentablemente, Entre bastidores no aclara la intrigante mec¨¢nica creativa de Love, aparte de sugerir que el cabecilla del grupo, el esquivo Arthur Lee, era h¨¢bil a la hora de repartir y quedarse con la mejor parte.
Entre bastidores s¨®lo funciona como cr¨®nica pudorosa de la cotidianidad de los chusqueros del rock de Los ?ngeles. Seg¨²n esto, una especie humana bastante simplona, cuyas referencias culturales no van m¨¢s all¨¢ de la televisi¨®n y el cine. Stuart-Ware parece ajeno a las fracturas sociales de la ¨¦poca, ¨²nicamente reconocidas al coincidir Love en un vuelo comercial con soldados destinados a Vietnam. Sus motivaciones ¨ªntimas quedan difusas. Alega un hast¨ªo con las drogas cuando rechaza el trabajo m¨¢s lucrativo de su carrera, que consiste en tocar con Neil Diamond: prefiere dejar la m¨²sica.
Una opci¨®n que Ronnie Wood nunca se plantear¨ªa. Memorias de un Rolling Stone ofrece el autorretrato de un vividor. Aqu¨ª no hay dramas: a pesar de nacer entre los empobrecidos "gitanos acu¨¢ticos", familias que manejan las barcazas del T¨¢mesis, sus primeros a?os rebosan risas, canciones y juergas. Esencialmente, Ronnie va rodando por diferentes aventuras -The Birds, Jeff Beck, The Faces- hasta que se abre una vacante en el grupo de sus sue?os, los Rolling Stones. Sus aspiraciones monetarias son modestas: "Tener suficiente para pagar los siguientes seis meses de la hipoteca y que me quedara algo para comprarme alg¨²n Bentley barato". As¨ª que no discute cuando, en su nube habitual, le plantean el primer contrato para tocar con los Stones.
"Bob Ellis, el manager de Billy Preston, me vio y se acerc¨® para preguntarme si necesitaba ayuda".
"No, ?por qu¨¦?".
"Porque lo estabas leyendo al rev¨¦s".
Ellis revisa el contrato, advierte su taca?er¨ªa... y comprueba que Ronnie ya ha firmado. Pasar¨¢n a?os hasta que los Stones le consideren miembro de pleno derecho; Mick Jagger no tendr¨¢ escr¨²pulos en desplumarle en los cr¨¦ditos de canciones. Wood demuestra la sabidur¨ªa del dicho "resulta m¨¢s f¨¢cil robar a un m¨²sico que a un ni?o". Instalado en la aristocracia del rock, logra arruinarse al montar un extravagante club privado en Londres.
Sin pudor, Wood se revela como un cabeza hueca. Se mete en relaciones peligrosas con narcos de alto nivel o con la esposa de Pierre Trudeau, primer ministro de Canad¨¢. Supera el alcoholismo, los quebrantos financieros y los arrestos, gajes del oficio que cuenta con gracia. Hubo m¨¢s que simpat¨ªa entre Ronnie Wood y Pattie Boyd. Pattie, ya se sabe, el prototipo de "musa del rock": inspir¨® Something, Layla, Wonderful tonight y otras muchas. Pero Un maravilloso presente tiene poco de libro sonrosado. Un complicado pasado familiar no la prepara para el trabajo imposible de esposa de superestrellas del rock. Sus a?os al lado de George Harrison son infelices: le toca el beatle m¨¢s resentido y menos sociable (excepto cuando se trata de seducir damas). Y cede al asedio del mejor amigo de su marido, el rom¨¢ntico Eric Clapton. Otra pesadilla: tan infiel como Harrison, tiene la sociabilidad del borracho. Un maravilloso presente supone una incursi¨®n en ese c¨ªrculo exclusivo de las leg¨ªtimas de los dioses del Olimpo. Se trata de la cr¨®nica de una superviviente. Ella pasa de una impunidad invisible -cuando la polic¨ªa antidrogas realiza su primera redada en la casa de Keith Richards, aguarda hasta que los Harrison se marchan- a verse sola en pisos diminutos, aunque siempre discretamente subvencionada por Clapton. Finalmente, Pattie encuentra salida como fot¨®grafa, con un calendario repleto de "turismo espiritual". De fondo, la frustraci¨®n de no poder concebir. Y una obsesi¨®n devoradora: "Deb¨ª luchar m¨¢s por salvar mi matrimonio con Harrison".
Entre bastidores: de viaje con el grupo Love. Michael Stuart-Ware. Traducci¨®n de Marcos S¨¢nchez Armesto. Metropolitan. Madrid, 2008. 308 p¨¢ginas. 20,15 euros. Memorias de un Rolling Stone.Ronnie Wood. Traducci¨®n de Jos¨¦ Serra. Global Rhythm Press. Barcelona, 2008. 341 p¨¢ginas. 24 euros. Un maravilloso presente.Pattie Boyd con Penny Junor. Traducci¨®n de Aurora Echevarr¨ªa. Circe. Barcelona, 2008. 383 p¨¢ginas. 21,50 euros.
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