Cemex denuncia la ocupaci¨®n ilegal de su f¨¢brica de Bu?ol

La cementera Cemex denunci¨® el pasado viernes la ocupaci¨®n ilegal de su antigua base en Bu?ol por miles de j¨®venes atra¨ªdos por una fiesta rave. La cita era la noche del 31 de diciembre, y el objetivo, prolongar la fiesta hasta hoy. Pero ayer ya s¨®lo un centenar de los asistentes permanec¨ªa en la antigua cementera. Seg¨²n fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno en Valencia, en la fiesta llegaron a concentrarse entre los d¨ªas 1 y 2 hasta 5.000 personas. No se ha registrado ning¨²n incidente.

La noche del 31 de diciembre est¨¢ en el calendario de los practicantes de las fiestas rave. Lo que no es fijo es el emplazamiento. La convocatoria se realiz¨® por mensaje de m¨®vil. Los convocantes, todos los grupos que habitualmente organizan encuentros de ese tipo. Los asistentes, de toda Espa?a, e incluso de fuera: franceses, portugueses o italianos.

La fiesta empez¨® a la una de la madrugada del 1 de enero. En muy pocas horas, y cuando ya las fuerzas de seguridad se percataron de la concentraci¨®n, en la vieja cementera hab¨ªa 3.000 personas. En los alrededores de las instalaciones, abandonadas desde hace a?os, con una fr¨¢gil valla met¨¢lica para disuadir de la entrada y parcialmente fracturada, 600 coches, decenas de furgonetas y varios centenares de motos, daban idea desde fuera del alcance de la concentraci¨®n de la macrofiesta.

La Guardia Civil ha sido la encargada de velar por la seguridad de un evento ante el que la prudencia aconsej¨® no intervenir, sino cortar el paso para que no creciera la concentraci¨®n de gente y esperar una disoluci¨®n natural.

El jueves d¨ªa 2, en la rave de Bu?ol hab¨ªa miles de personas. Efectivos de la Agrupaci¨®n de Requena y de Tr¨¢fico de la Guardia Civil cortaron desde ese d¨ªa los dos accesos directos a la cementera, situada en un pol¨ªgono industrial de Bu?ol alejado del casco urbano. No se permit¨ªa el paso a nuevos asistentes y el que sal¨ªa de la rave no pod¨ªa regresar a ella. De ese modo, el paso de las horas fue haciendo que la fiesta siguiera un curso l¨®gico y comenzara a disminuir el n¨²mero de participantes.El viernes por la noche eran alrededor de 400 j¨®venes los que a¨²n permanec¨ªan en la cementera de la localidad de Bu?ol. Y ayer por la ma?ana, apenas quedaban cien. La Polic¨ªa Local de Bu?ol tambi¨¦n articul¨® un sistema de seguimiento en la poblaci¨®n por si quienes abandonaban la fiesta ilegal se desplazaban al centro del municipio.

Hasta que Cemex present¨® la denuncia ante el puesto de la Guardia Civil, las infracciones cometidas por quienes organizaron el evento eran puramente administrativas. Sin embargo, la empresa cementera denunci¨® la ocupaci¨®n ilegal de una propiedad privada, lo que constituye una infracci¨®n penal. El principal obst¨¢culo para imputarla a alguien es que no hay una constancia de qui¨¦n o qui¨¦nes organizaron la cita. No es, como corresponde al movimiento rave, una convocatoria ortodoxa y p¨²blica, sino que se hace por canales protegidos, persona a persona y de forma cuidadosamente impermeable. La Guardia Civil se propon¨ªa ayer identificar a quienes llevaron la instalaci¨®n ac¨²stica, que hizo audible la m¨²sica a gran distancia de la cementera. Supuestamente fue un colectivo catal¨¢n.

Los participantes obviaron el riesgo que supon¨ªa la ocupaci¨®n de unas instalaciones en franco deterioro y sin ninguna seguridad para transitar por ellas. Al cierre de esta edici¨®n, no se ten¨ªa constancia de que dentro de Cemex se hubiese producido incidente alguno.