El naufragio cubano
Despu¨¦s de medio siglo de revoluci¨®n, la econom¨ªa de la isla est¨¢ en bancarrota
El m¨¢ximo l¨ªder cubano, Fidel Castro, y su hermano Ra¨²l, presidente del pa¨ªs, han decidido pasar de puntillas por el 50? aniversario de la revoluci¨®n que los aup¨® al poder. Y es que la poblaci¨®n, sumergida en la lucha por la supervivencia, no est¨¢ para celebraciones. El r¨¦gimen esgrime "los huracanes y la crisis financiera internacional", adem¨¢s del embargo estadounidense, para explicar el hundimiento de la que fuera la tercera potencia econ¨®mica de Latinoam¨¦rica en 1957. Los economistas, y muchos cubanos de a pie, califican de "coartadas" esas razones y culpan a un "sistema disfuncional y totalitario".
Los cubanos viven peor hoy que hace 50 a?os: lo dicen ellos y lo confirman las estad¨ªsticas. Desde que Mosc¨² suspendi¨® los subsidios en 1990, la isla no levanta cabeza y la producci¨®n est¨¢ paralizada. El salario (un promedio de 400 pesos o 15 euros al mes) no alcanza para cubrir las necesidades b¨¢sicas de una familia, como ha reconocido el propio Ra¨²l Castro. Los alimentos que se reparten con la cartilla de racionamiento apenas dan para una semana.
Las penurias se han agudizado con la introducci¨®n de la doble moneda: los cubanos reciben el sueldo en pesos, pero deben comprar toda una serie de art¨ªculos en pesos convertibles o CUC, rebautizados popularmente como chavitos. Un CUC equivale a 24 pesos nacionales (un euro). Los pesos sirven en las bodegas de alimentos subsidiados, en las tiendas de ropa reciclada (de segunda mano) o en las guaguas. En cambio, la carne de res, la leche, buena parte de las medicinas, la ropa nueva o los electrodom¨¦sticos tienen que pagarse en CUC y a precios estratosf¨¦ricos. En la tienda Palco, por ejemplo, un litro de leche vale 3,17 d¨®lares (2,28 euros) y una lata de at¨²n, 4,27 (2,3 euros). El Estado pretende as¨ª recuperar el circulante en divisas y reducir el d¨¦ficit p¨²blico.
El problema es que s¨®lo los cubanos que tienen contacto con el turismo, trabajan en empresas mixtas o reciben remesas de familiares en el exilio pueden acceder al CUC. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n s¨®lo maneja pesos y pasa necesidades. "La brecha social es cada vez mayor y la desigualdad en el ingreso se ha duplicado", comenta desde La Habana el economista ?scar Espinosa.
Cuando Ra¨²l Castro permiti¨® el acceso a ordenadores y telefon¨ªa m¨®vil, muchos cubanos se encogieron de hombros. "?De qu¨¦ me sirve?", pregunta Sara, que acaba de licenciarse como programadora de Inform¨¢tica y gana 400 pesos al mes. "?Si ni siquiera puedo comprarme unos zapatos decentes! Una computadora vale 1.000 CUC, y el tel¨¦fono m¨®vil, 60 CUC, m¨¢s otros 121 la l¨ªnea. Y a ti no te pagan en chavitos. ?C¨®mo t¨² vas a comprar nada?".
Carmelo Mesa-Lago, profesor de la Universidad de Pittsburgh, no duda en calificar de "desastrosa" la pol¨ªtica econ¨®mica cubana de los ¨²ltimos 50 a?os, jalonada por "la colectivizaci¨®n y la centralizaci¨®n, siete cambios de organizaci¨®n econ¨®mica, cuatro cambios de estrategia de desarrollo y destrucci¨®n del incentivo individual". Sonados y costosos fracasos, como el empe?o de Fidel Castro por lograr una zafra de 10 millones de toneladas de az¨²car, criar vacas que dieran leche de sabores o establecer plantaciones de caf¨¦ a una altitud inadecuada, reflejan las arbitrariedades de un r¨¦gimen que ha sobrevivido gracias a los subsidios externos.
La ca¨ªda de la URSS puso fin a unas ayudas de 65.000 millones de d¨®lares (cinco veces el Plan Marshall con el que EE UU contribuy¨® a la reconstrucci¨®n europea tras la II Guerra Mundial). Comenz¨® entonces un periodo de penurias del que la isla no ha salido todav¨ªa, a pesar de que Venezuela tom¨® el relevo, en 1999, como benefactor de Castro: Hugo Ch¨¢vez suministra a Cuba el 57% de sus necesidades de combustible a precios preferenciales, que en 2008 supuso un subsidio de entre 2.500 y 3.000 millones de d¨®lares.
Si en 1957 s¨®lo Argentina y Uruguay superaban a Cuba en renta por habitante, hoy la econom¨ªa cubana es la pen¨²ltima del continente, por delante de Hait¨ª. Incluso si se aceptaran las cifras del Gobierno, Cuba se situar¨ªa en el puesto 21? de Am¨¦rica Latina. El r¨¦gimen se niega a calcular la pobreza con los m¨¦todos homologados. A¨²n as¨ª, un 46% de los habitantes de La Habana se consideran pobres o muy pobres.
Los subterfugios estad¨ªsticos no pueden ocultar la dimensi¨®n del naufragio. Esqueletos de f¨¢bricas e ingenios abandonados salpican el paisaje de la isla. La Habana languidece con sus edificios en ruinas. Los mercados est¨¢n desabastecidos y la gente resuelve la comida en el mercado negro.
En 1958, Cuba produc¨ªa casi el 80% de los alimentos que consum¨ªa y era el principal proveedor de hortalizas de EE UU. Hoy es al rev¨¦s: la isla importa m¨¢s del 80% de la cesta b¨¢sica y la mayor parte de los alimentos viene de EE UU, quinto socio comercial de Cuba a pesar del embargo decretado en 1962. Actualmente, m¨¢s del 50% de las tierras cultivables est¨¢n ociosas. En 2007, la producci¨®n de az¨²car se hundi¨® a 1,2 millones de toneladas, la peor desde 1903. El turismo, las remesas de los exiliados y los subsidios venezolanos compensan el d¨¦ficit de la balanza comercial.
Del deterioro no se libran ni los logros esgrimidos por la revoluci¨®n. Si bien en los a?os cincuenta Cuba ya ten¨ªa la menor mortalidad infantil y uno de los ¨ªndices m¨¢s altos de alfabetizaci¨®n de Latinoam¨¦rica, la revoluci¨®n extendi¨® la educaci¨®n y la salud a las zonas rurales. Hoy, casi la mitad de los 60.000 m¨¦dicos est¨¢ en las "misiones internacionales" pagadas por Venezuela. No hay ambulancias y los medicamentos escasean. La educaci¨®n tampoco se salva de la debacle, debido a la masiva deserci¨®n del profesorado. Seg¨²n el diario oficial Granma, las escuelas e institutos de La Habana tienen un d¨¦ficit de 8.576 profesores.
En teor¨ªa, Ra¨²l Castro es consciente del desastre, pero su aparente esp¨ªritu reformista tiene el contrapeso de su hermano Fidel, que "boicotea los cambios", se?ala Carmelo Mesa. La revoluci¨®n que prometi¨® libertad e igualdad ha construido "una sociedad totalitaria e injusta", dice Espinosa.
De 1958 a 2007
- La poblaci¨®n cubana pas¨® de 6 a 11,2 millones.
- La producci¨®n azucarera se redujo de 5,9 a 1,2 millones de toneladas.
- La producci¨®n de leche disminuy¨® de 765.000 a 485.000 toneladas.
- La tasa de alfabetizaci¨®n pas¨® del 76% (en 1953) al 96% (en 2000).
- El n¨²mero de peri¨®dicos pas¨® de 58 a dos. Las 23 estaciones de televisi¨®n se han reducido a cinco, todas bajo control estatal.
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