"?La informaci¨®n de Iberia? Fatal"

La peque?a Alyssa, de 11 meses, no paraba quieta. Se revolv¨ªa, lloraba, re¨ªa... "Es que llevamos en pie desde las siete de la ma?ana", explicaba su madre, Loli Chamorro, en el vest¨ªbulo del hotel Tryp Alameda a las tres de la tarde de ayer. Una cola m¨¢s. Con un poco de suerte, la pen¨²ltima. A¨²n les quedaba la que har¨¢n hoy en la T-4 de Barajas, para embarcar con destino Chicago. El retraso de su vuelo de Valencia a Madrid los dej¨® en tierra ayer por la ma?ana. "Y mira que corrimos. Lo perdimos por cinco minutos. Nos dejaron en la otra punta de la terminal y no nos esperaron, aunque la culpa era de ellos".

As¨ª que con la ni?a peque?a al hotel. A hacer tiempo. "Pensamos ir al centro a ver los Reyes, pero no hay ganas". El padre de Alyssa, Jos¨¦ Carlos Sancho, trataba de conectarse a Internet para anular las siguientes reservas de su viaje. Desde Chicago, ten¨ªan otro vuelo a Albuquerque. Y de all¨ª, en su coche a Los ?lamos, donde trabaja la pareja. "Tenemos plazas para ma?ana a la misma hora, pero nos da miedo que haya overbooking", dec¨ªa Loli, ya en calcetines en su habitaci¨®n esperando que Alyssa se durmiera.

Intentaron conseguir otros vuelos, sobre todo por el beb¨¦: Miami, Nueva York... "Que estaban todos ocupados". Y venga colas, de hasta dos horas en atenci¨®n al cliente. "?La informaci¨®n de Iberia? Fatal. Como siempre".