Marcia y otros 7.000 viajeros atrapados
Cuarto d¨ªa de retrasos y cancelaciones en Barajas - Iberia tiene que alojar a miles de pasajeros - Una estudiante brasile?a pasa cuatro d¨ªas en hoteles esperando volar
Lleva cuatro d¨ªas de cola en cola. De mostrador en mostrador. Ha acumulado siete tarjetas de embarque con destino a Berl¨ªn, pero con ninguna ha podido volar. Que no hay sitio, le dicen los empleados de Iberia. Llega a la puerta de embarque, van pasando otros viajeros y ella se queda fuera. Y as¨ª, una y otra vez. Marcia Rocha, brasile?a de 27 a?os, esperaba con los ojos rojos el autocar que la iba a llevar ayer por la tarde a un nuevo hotel.
Marcia y otros 7.000 viajeros han acabado atrapados en hoteles por el caos a¨¦reo en el que lleva sumido Barajas desde el viernes. "Esto es una ratonera", comentaba ayer una pareja que hac¨ªa cola para facturar su equipaje en la T-4. La fila desbordaba el vest¨ªbulo de los mostradores 780 a 789, daba la vuelta por las m¨¢quinas de autochecking y se desparramaba por la siguiente sala, mezcl¨¢ndose con otra cola, la de los sufridos viajeros de Iberia, que esperaban m¨¢s de dos horas para poner los codos sobre el mostrador de atenci¨®n al cliente. No hab¨ªa manera de saber si su vuelo a Bilbao ten¨ªa demora. Las pantallas no daban informaci¨®n actualizada. "Te hacen pasar el control y entonces ya no hay vuelta atr¨¢s. Si hay mucho retraso preferimos alquilar un coche", bufaba el hombre.
Las colas eran ayer todav¨ªa m¨¢s largas que el fin de semana. Los retrasos, incluso peores que el domingo. La T-4 tuvo ayer una demora media de 51 minutos; anteayer fueron 48. Iberia cancel¨® 10 vuelos y casi un 60% de sus operaciones ten¨ªan retraso. La espera media rondaba la hora, pero en los paneles de informaci¨®n hab¨ªa varios vuelos que iban a salir tres y cuatro horas tarde.Chilenos, portugueses, brasile?os, ecuatorianos, austr¨ªacos, espa?oles. Muchas nacionalidades en un autob¨²s. Iba al completo. Juan, ecuatoriano, avisaba por el m¨®vil: "No pude salir". Carolina Valencia, colombiana, mec¨ªa a Andrea, de 14 meses, unos asientos m¨¢s all¨¢. "Es una incomodidad. Se cansa, llora...". Francisco Maureira, chileno de 22 a?os, no ve¨ªa el momento de llegar a Santiago. "Se me escap¨® el avi¨®n por media hora...", se lamentaba. Destino: el hotel Tryp Alameda, un cuatro estrellas a 15 minutos del aeropuerto.
Ya con la tarjeta de la habitaci¨®n en la mano, al restaurante. Eran las tres de la tarde y la mayor¨ªa no hab¨ªa probado bocado desde primera hora. Sopa, solomillo con patatas fritas y una crema catalana. Suficiente para quitar el hambre. "Nos prometieron que volar¨ªamos ma?ana [por hoy], pero ya veremos", dec¨ªan en la sobremesa las hermanas colombianas Maribel y Luz. "El otro vuelo era directo y ahora pararemos en Cali. Pues venden el billete bien caro". Tambi¨¦n atacaron el solomillo Benjam¨ªn y Erika. ?l, austr¨ªaco. Ella, brasile?a. Hab¨ªan estado visitando a la familia en Sao Paulo. "Estamos sin ropa y sin nada. Vaya manera de celebrarlo...", dec¨ªa Benjamin. Ayer Erika cumpl¨ªa 27 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.