Miles de personas atrapadas, furiosas y desinformadas
Cientos de afectados por la nevada protestan por la falta de organizaci¨®n
Mientras pol¨ªticos de distintas administraciones (local, auton¨®mica y estatal) se enzarzaban en una pelea sobre de qui¨¦n era la nieve que estaba colapsando las carreteras, cientos de ciudadanos permanec¨ªan atrapados en interminables atascos -lleg¨® a haber 390 kil¨®metros de retenciones en Madrid-, maldiciendo a los que desde la radio pronunciaban frases como: "Es invierno, y nieva".
Los m¨¢s enfurecidos fueron los ciudadanos de Madrid, una ciudad totalmente colapsada por la nevada. El enfado crec¨ªa a medida que escaseaba la informaci¨®n. Esa falta de informaci¨®n aument¨® la ira de los afectados en el aeropuerto de Barajas, que permaneci¨® cerrado hasta las 16.40. "?Esto es una verg¨¹enza!", bramaba Francisco Gonz¨¢lez, de 85 a?os. "Me recuerda a la primera vez que estuve en un aeropuerto, hace 70 a?os. Parece que no han cambiado nada las cosas. ?C¨®mo es posible que un aeropuerto, supuestamente de los mejores de Europa, no tenga sistemas de informaci¨®n para los viajeros? Las pantallas no funcionan, no hay suficiente personal atendiendo y nos toman el pelo con datos confusos", resum¨ªa tras horas de espera entre pasillos y paneles con otros miles de viajeros.
"Nos toman el pelo con datos confusos", protestaba un viajero en Barajas
Mar¨ªa Elena Sutil, venezolana residente en Oporto, llevaba ayer 24 horas en pie tras el retraso de su vuelo procedente de Caracas y debido al cual perdi¨® una conexi¨®n posterior. "He reservado plaza para un vuelo de ma?ana, pero lo que me parece incre¨ªble es que nos enga?en, que nos digan que hagamos horas de cola 'por si sale el vuelo', y todo para mantenernos entretenidos y no ofrecernos plaza en un hotel".
Mientras decenas de viajeros perd¨ªan bodas, viajes de trabajo, conexiones con otros vuelos y much¨ªsimo tiempo, la p¨¢gina web de AENA permaneci¨® hasta ¨²ltima hora de la ma?ana como si nada hubiera pasado, sin advertir a los ciudadanos que el principal aeropuerto de Espa?a estaba cerrado. En el n¨²mero de tel¨¦fono que promet¨ªa "atenci¨®n al cliente" no contestaba nadie. "No hay forma de enterarse de nada. Es imposible comunicar con AENA. Yo no s¨¦ qu¨¦ hacer", se quejaba una afectada.
En Zamora, la nieve atrap¨® durante seis horas a decenas de veh¨ªculos en la carretera local de Alca?ices a T¨¢bara, dependiente de la Diputaci¨®n Provincial. Seis horas en las que dio tiempo a enfadarse, y mucho, con las autoridades. Uno de los m¨¢s enfurecidos era el alcalde de la localidad de Rabanales, Domingo Ferrero, que asegur¨® que los coches quedaron inmovilizados hacia las ocho de la ma?ana y la m¨¢quina quitanieves de la Diputaci¨®n no pas¨® hasta cerca de las dos de la tarde, pese a la reiteraci¨®n en las llamadas a la Diputaci¨®n y a Protecci¨®n Civil. Al mediod¨ªa intentaron solventar el problema por su cuenta con sal y una retroexcavadora de una empresa privada, "porque si estamos esperando que venga esa gente, igual llega ma?ana y aqu¨ª no aparece ni Dios", dec¨ªa el alcalde.
Tambi¨¦n permanecieron atrapados en las carreteras un par de camiones cargados con animales destinados al matadero, por la nieve y, sobre todo, por las placas de hielo que fueron form¨¢ndose seg¨²n avanzaba el d¨ªa.
En Madrid, cientos de ciudadanos que se dirig¨ªan al trabajo soportaron con una resignaci¨®n casi estoica horas de espera dentro de sus veh¨ªculos en trayectos que normalmente recorren en pocos minutos. Lo peor quiz¨¢ estuvo en la M-40. Para cuando lleg¨® la quitanieves, el atasco ya era monumental y el avance de la m¨¢quina, imposible. "S¨®lo vi una quitanieves y no se mov¨ªa porque hab¨ªa tantos coches parados que no ten¨ªa espacio. Ha sido un aut¨¦ntico desastre. Sal¨ª de mi casa, en San Sebasti¨¢n de los Reyes, a las 11.10 y llegu¨¦ al trabajo a las 15.10. La carretera estaba llena de coches que hab¨ªan chocado con otros o que hab¨ªan perdido el control y fueron a parar a la cuneta, pero no hab¨ªa nadie ayud¨¢ndoles porque tampoco las gr¨²as pod¨ªan pasar", relat¨® Manuel Fuentes.
Los que mejor lo llevaron, sin duda, fueron los miles de ni?os que se quedaron sin clase ante la imposibilidad de los autobuses escolares de llegar a sus colegios. Tampoco los profesores pudieron llegar a los centros.
Informaci¨®n elaborada por: Beatriz Portinari, Jos¨¦ Lera, Pilar ?lvarez y Natalia Junquera.
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