Orden y defensa
El Madrid, firme atr¨¢s y sin alardes, encadena su tercera victoria consecutiva ante un Mallorca tierno y entregado desde el inicio
Juande Ramos ha devuelto al Madrid un cierto aire capellista. Con orden, mucha defensa y v¨¦rtigo ofensivo, el equipo sacudi¨® al Mallorca con una extraordinaria facilidad. Sin cosm¨¦tica ni excesivo gobierno, pero con firmeza y oficio, el Madrid s¨®lo tuvo que ocuparse de s¨ª mismo. No hubo adversario. El Mallorca se mostr¨® con una ternura impropia de un club de Primera. Jug¨® con una distensi¨®n sorprendente, sin pulso, sin fe, sin criterio. En nada le ayud¨® Gregorio Manzano, que padeci¨® un ataque de angustia y despleg¨® al conjunto bermell¨®n con cinco defensas, un sistema antediluviano en la Liga espa?ola. A este Mallorca le falta alma. A este Madrid, ya no. No hace mucho, ante equipos sin puntadas como el Mallorca tambi¨¦n tiritaba. Con Juande al frente, el Madrid tiene hueso.
MALLORCA 0 - REAL MADRID 3
Mallorca: Aouate; Scaloni, Ramis (Keita, m. 74), David Navarro, Nunes, Corrales; Mart¨ª, Su¨¢rez (Jurado, m. 46), Santana, Arango (Trejo, m. 83); y Web¨®. No utilizados: Lux; Ayoze, Castellano y Callej¨®n.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Pepe, Heinze; Robben (Palanca, m. 70), Gago, Lass, Sneidjer; Ra¨²l (Huntelaar, m. 73) e Higua¨ªn (Van der Vaart, m. 64). No utilizados: Dudek; Torres, Metzelder, Javi Garc¨ªa y Drenthe.
Goles: 0-1. M. 2. Rapid¨ªsima contra del Madrid que culmina Robben. 0-2. M. 16. Ra¨²l, de taconazo. 0-3. M. 65. Ramos, con la derecha.
?rbitro: Undiano Mallenco. Amonest¨® a Larss, Sneidjer, Jurado, Web¨®, Scaloni, Arango, Sergio Ramos, Keita y Cl¨¦ber Santana.
18.000 espectadores en el Ono Stadi.
Los madridistas prosiguen su escalada con Juande por la v¨ªa capellista
El equipo de Manzano no le exigi¨® nunca, pero este Madrid ya tiene hueso
A Robben le bast¨® su inspiraci¨®n inicial para desabrochar a un rival con cinco defensas
En la caverna, los defensas mallorquinistas fueron t¨ªteres y en un suspiro ya hab¨ªan entregado a Robben el primer gol. Un regalo: cinco defensas incapaces de hacer el acorde¨®n dejaron flotando a Robben ante Aouate, sin nadie de la montonera que cerrara al extremo holand¨¦s. Casual o no, tras el relevo en el banquillo madridista, Robben se ha iluminado. Asiste, anota y no cojea. En el Ono Estadi fue suficiente con que desabrochara el cerrojo local en el arranque. Luego, su participaci¨®n no result¨® imprescindible para el Madrid. El Mallorca se encarg¨® del resto. Los mismos defensas que legalizaron la solitaria posici¨®n de Robben en el primer tanto hicieron de estalactitas en el segundo. Entre todos abrieron pasillo a Higua¨ªn en una jugada cerrada por Ra¨²l con un exitoso taconazo; entre todos se olvidaron de Sergio Ramos en el gol que cerr¨® el bals¨¢mico encuentro del Madrid.
No ha habido cita menos exigente para el Madrid en lo que va de temporada. Sin apretones, con lo m¨ªnimo, se procur¨® un partido funcionarial. Ni cosquillas le hizo el Mallorca, que se rindi¨® muy pronto y result¨® un equipo ulceroso. Con un conjunto abatido desde el calentamiento y desorientado por el trastoque ordenado por su t¨¦cnico, al cuadro de Juande le bast¨® con mantener la concentraci¨®n, no desabrochar sus l¨ªneas y ser paciente. Cada arre¨®n ofensivo del Madrid, siempre a la carrera, era un tormento para los mallorquinistas. Lass y Gago eran un dique insalvable para los tres centrocampistas alineados por Manzano. Web¨® y Arango nunca tuvieron peso, aislados, fuera del foco de sus compa?eros. Jurado, ya en el segundo periodo, no rescat¨® a su equipo de las tinieblas.
En medio del tost¨®n, irrumpi¨® Ra¨²l para festejar su partido 500 en la Liga (s¨®lo superado por Zubizarreta, Eusebio, Buyo, Sanchis y Nano Soler). Higua¨ªn se infiltr¨® con ins¨®lita facilidad ante el pase¨ªllo concedido por la zaga local y su asistencia al capit¨¢n no fue del todo ajustada. Para Ra¨²l nada es imposible: como la pelota le superaba, prob¨® la suerte del taconazo. Emboc¨® su gol n¨²mero 212 en la Liga. El tanto despe?¨® definitivamente al Mallorca y el partido se convirti¨® en un sopor.
No es tiempo de excelencia para este Madrid con urgencias, al borde del apocalipsis hace s¨®lo un mes. Juande ha optado por el resultadismo antes que por cualquier plasticidad. Contra la crisis, victorias. Para ello, el t¨¦cnico manchego lo primero que ha hecho ha sido retocar el mecano defensivo. Un primer axioma cumplido en los ¨²ltimos tres partidos, en los que el equipo ha logrado cerrar la persiana de Casillas, que ayer pas¨® la tarde a la bartola. Pepe y Sergio Ramos, auxiliados por el tajo de Lass -de nuevo, en su sitio y sin estridencias- y Gago, frustraron a un contrario ya de por s¨ª desanimado, sin el punto de excitaci¨®n que requiere todo equipo de perfil bajo cuando se mide a un grande.
Consolidado en la defensa, el Madrid se dej¨® llevar. Hoy es un equipo mucho m¨¢s ordenado que con Bernd Schuster. Los futbolistas ocupan los espacios con l¨®gica y el Madrid se ha convertido en un rival indigesto para cualquiera. Juande sostiene en p¨²blico que es un t¨¦cnico de ataque. Habr¨¢ que medirle cuando regrese Guti, el m¨¢s imaginativo de la plantilla. Entonces, el entrenador tendr¨¢ que elegir entre sostener su modelo con dos pivotes defensivos o dar un paso al frente y apostar por el f¨²tbol de autor de Guti.
El Mallorca estuvo tan p¨¢lido al inicio como al final. El Madrid no precis¨® cambiar de gui¨®n en ning¨²n momento. Sin alardes, estuvo sobrado. El tanto de Sergio Ramos, tambi¨¦n perdido de vista por los defensas rojillos, permiti¨® a Juande resguardar a Robben, dar sosiego a Ra¨²l y contribuir a la pretemporada de Huntelaar, por ahora en desventaja ante Lass respecto a la inscripci¨®n en la Liga de Campeones. Hasta entonces, el Madrid prosigue su escalada por la v¨ªa capellista.
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