Pacto contra la crisis en el campus

Las quejas no han sido en vano. O al menos, eso parece. El Ejecutivo promover¨¢ un acuerdo con las comunidades para la reorganizaci¨®n de las titulaciones que m¨¢s sufren la p¨¦rdida de alumnos, como humanidades y ciencias sociales, as¨ª como para premiar a las universidades m¨¢s eficaces con financiaci¨®n adicional por objetivos. En el terreno econ¨®mico, el Gobierno aumentar¨¢ el presupuesto para becas del 1,9% previsto al 4% y Ciencia e Innovaci¨®n (ministerio del que dependen las universidades) ha solicitado ya una partida adicional al Ministerio de Econom¨ªa dentro de las medidas de Zapatero para afrontar la crisis.

2008 se ha cerrado en mitad de una crisis, no s¨®lo econ¨®mica, que ha hecho temblar la aplicaci¨®n consensuada en Espa?a del modelo de Bolonia, la declaraci¨®n que firmaron 46 pa¨ªses para tener en 2010 un espacio universitario com¨²n. Los encierros de estudiantes en las facultades, las cr¨ªticas (incluso de los rectores) a la falta de financiaci¨®n para la reforma, los temores por el incierto futuro de la universidad p¨²blica y la ausencia de liderazgo del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n para afrontar tan compleja situaci¨®n son los cuatro factores que han inducido al Gobierno a adoptar medidas de choque.

Los estudiantes, que se han encerrado en diversas universidades los ¨²ltimos meses, y los profesores que les apoyan, piden que no se mercantilice la universidad (esto es, que no se investigue a dictado y necesidades del mercado), el aumento de las becas tradicionales (rechazan los pr¨¦stamos-renta para los m¨¢steres, que se devuelven cuando el egresado consigue un trabajo) y la paralizaci¨®n del cambio de las carreras. Con matices, la preocupaci¨®n general por el futuro de la universidad p¨²blica y por la falta de financiaci¨®n para aplicar Bolonia tambi¨¦n la comparten los representantes de alumnos en las universidades y en las juntas de facultad, agrupados en la coordinadora CREUP.

?stas son las medidas que asegura el Ejecutivo que adoptar¨¢ este a?o y la situaci¨®n actual:

- Encierros. Grupos de estudiantes siguen manteniendo encierros en varias universidades, pero la mayor¨ªa (como en Barcelona o Madrid) se han concentrado en un solo lugar durante la Navidad. La protesta se ha debilitado, con las vacaciones y los ex¨¢menes de febrero por llegar. El Gobierno plantear¨¢ la creaci¨®n de un foro de discusi¨®n permanente con los estudiantes. Tres cuestiones no son ya negociables: la moratoria que piden los alumnos para la aplicaci¨®n de Bolonia (en la Universidad Carlos III, por ejemplo, ya se ha completado); la petici¨®n de una consulta-refer¨¦ndum vinculante a toda la comunidad universitaria. En Catalu?a se acepta pero su resultado no puede ser vinculante; y no entrar¨¢ en el debate la duraci¨®n de las carreras de Grado, que ser¨¢n de cuatro a?os. Alumnos y algunos profesores quieren que sean de tres a?os y el m¨¢ster, de dos, como en la mayor parte de la UE. Pero esa reforma ya est¨¢ en marcha, y aprobada por real decreto.

- Becas. Espa?a destina a becas el 0,08% del PIB (seg¨²n los ¨²ltimos datos, de 2006) mientras que la media europea est¨¢ en el 0,25%. La pol¨ªtica general de becas depende del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n. Los nuevos m¨¢steres son caros, como lo son ahora los no oficiales. Cuestan de media tres veces m¨¢s que un curso de Grado. "Queremos garantizar el acceso general a la educaci¨®n superior, sea cual sea el nivel socioecon¨®mico del alumno, y romper el miedo a la escasez de becas", afirma el secretario de Estado de Universidades, M¨¤rius Rubiralta. "Con la ampliaci¨®n al 4% del presupuesto para becas tradicionales de 2009, respecto al a?o anterior (estaba previsto aumentarlo un 1,9%), alcanzaremos en cuatro a?os el nivel medio de la UE". Y se va a incrementar, seg¨²n anuncia Rubiralta, la partida de becas para m¨¢ster destinada a los estudiantes con menos recursos y muy especialmente para los cursos que son necesarios para ejercer una profesi¨®n, como el m¨¢ster de profesor de secundaria (conocido ya como el m¨¢ster pedag¨®gico) o, por ejemplo, el que da acceso a la abogac¨ªa.

- Humanidades. La supervivencia de las carreras con pocos alumnos (como las filolog¨ªas) o, en general, los estudios muy te¨®ricos, que no tienen que ver con profesiones concretas (historia, ciencias pol¨ªticas...) es otro de los nudos gordianos del conflicto. "No se va a producir una mercantilizaci¨®n de la universidad p¨²blica en absoluto por lo que los ¨¢mbitos de letras no tienen que desaparecer. Hay que buscar soluciones para que el sistema sea m¨¢s eficiente, por eso queremos aproximarnos a las comunidades aut¨®nomas y promover un pacto para ver c¨®mo ponemos en marcha acuerdos entre universidades y a la vez que esa eficacia sea premiada econ¨®micamente por objetivos", explica Rubiralta. El Gobierno parece haber enmendado algunos planteamientos, tal y como se desprende del nuevo discurso del ministerio: "Queremos dar m¨¢s relevancia a la investigaci¨®n en humanidades y ciencias sociales, en todas las ¨¢reas que no est¨¢n tan ligadas a la transferencia de conocimientos de la universidad a la empresa. Es verdad que hasta ahora hemos dado mucha importancia a la investigaci¨®n tecnol¨®gica y ese discurso nos ha desenfocado un poco", admite el pol¨ªtico. "Aunque tampoco es defendible una universidad sin relaci¨®n con la empresa, aceptamos el di¨¢logo con todos los sectores para buscar un equilibrio".

- Burocracia. El ministerio reducir¨¢ la "complejidad y burocracia" actuales, b¨¢sicamente, para dar el visto bueno a los nuevos t¨ªtulos -a trav¨¦s de la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n (Aneca)- y para acreditar al profesorado que quiera optar a una plaza de funcionario.

- Reformas pendientes. La aprobaci¨®n de una carrera profesional con m¨¢s tramos (el primer borrador plantea tres niveles salariales para catedr¨¢ticos y otros tres para titulares, a los que se acceder¨ªa por m¨¦ritos), mediante el Estatuto del personal Docente e Investigador (PDI), que est¨¢n discutiendo Gobierno y sectores, y la creaci¨®n del estatuto del estudiante, con un ¨®rgano de representaci¨®n estudiantil, son otras dos medidas para este a?o.