Las agujetas del caracol cojo
Siempre se representa a la justicia por medio de una estupenda mujer ataviada con una t¨²nica de corte cl¨¢sico que lleva una balanza en una mano, una espada en la otra y una venda en los ojos para simbolizar la equidad y que es igual para todos. Sin embargo, en los ¨²ltimos tiempos, la justicia parece asemejarse m¨¢s a un viejo y simp¨¢tico caracol, que se arrastra con lentitud desesperante, que tiene tanto lastre que lleva la casa a cuestas y que babea frente a los poderosos.
Uno de los casos en los que esa metamorfosis representativa es m¨¢s evidente es el proceso que se sigue contra Carlos Fabra, presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n y m¨¢ximo dirigente del PP en esa provincia, en un juzgado de Nules, por presuntos delitos de cohecho, tr¨¢fico de influencias, negociaciones prohibidas a los funcionarios, falsedades documentales y fraude fiscal. Ya saben, una peque?a molestia por haber cobrado supuestamente cantidades millonarias a cambio de favores pol¨ªticos.
Pues bien, despu¨¦s de cinco a?os, ocho jueces -y cuatro fiscales- han desfilado por el procedimiento y en la actualidad las diligencias las instruye una juez sustituta, porque no hay titular. El caso se ahoga en un oc¨¦ano de papeles y los refuerzos aprobados hace cuatro meses se han ido aplazando con sospechosa demora y la intervenci¨®n de la consejera de Justicia de la Generalitat valenciana, Paula S¨¢nchez de Le¨®n, del mismo partido que Fabra, que alegaba que no dispon¨ªa de presupuesto para los sueldos de los funcionarios, am¨¦n de no considerar prioritario el proceso.
?C¨®mo es posible que un caso de esta envergadura lo tramite una juez sustituta?, se preguntar¨¢n ustedes. Pues porque Nules es una localidad peque?a, propia de un primer destino, pero claro, los jueces ascienden y al ascender cambian de juzgado.
El Consejo General del Poder Judicial que presid¨ªa Javier Delgado (1996-2001) sacaba para cubrir el mismo n¨²mero de plazas que el de jueces que sal¨ªan de la Escuela Judicial y ¨¦stos siempre ten¨ªan que elegir entre los juzgados que en peores condiciones se encontraban, para evitar que las situaciones se enquistasen.
Sin embargo, como no siempre se evoluciona a mejor, el Consejo presidido por Francisco Hernando (2001-2008) cambi¨® el criterio y desde entonces se sacan a concurso todas las vacantes existentes, por lo que al ser menor el n¨²mero de nuevos jueces hay muchas plazas que no se cubren, en especial los juzgados complicados o que ya tienen importantes retrasos, como el de Nules.
El juzgado en cuesti¨®n se encuentra sobresaturado por lo que para paliar el desastre se habilitaron dos jueces de refuerzo y los funcionarios correspondientes, pero la bolsa de jueces sustitutos de la provincia de Castell¨®n estaba vac¨ªa y tampoco hab¨ªa dotaci¨®n econ¨®mica para los sueldos de los funcionarios. El caso es que, sin ning¨²n atisbo de sarcasmo, el presidente de la Audiencia de Castell¨®n, Carlos Dom¨ªnguez, cuya reelecci¨®n para el cargo no estuvo exenta de pol¨¦mica al tratarse de un amigo de Fabra, lleg¨® a decir que el que no hubiera jueces sustitutos disponibles "no era previsible".
Finalmente, aunque con importantes retrasos, jueces y funcionarios se van incorporando poco a poco al juzgado de Nules. Aunque te¨®ricamente el problema est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n, nada garantiza que dentro de dos meses la jueza siga en su puesto o que la situaci¨®n lejos de mejorar haya empeorado.
La justicia tiene en la mayor¨ªa de los pa¨ªses -y tambi¨¦n en Espa?a- una asignatura pendiente en el enjuiciamiento r¨¢pido y eficaz de los pol¨ªticos y de los poderosos. Despu¨¦s de cinco a?os, Fabra no s¨®lo no ha sido procesado todav¨ªa, sino que ni siquiera le han tomado declaraci¨®n por el delito fiscal que se le imputa.
Si la justicia funciona a veces con el reprise y la vertiginosa velocidad de un caracol cojo, en el caso Fabra el animal siempre ha padecido de reumatismo y ahora, tras el esfuerzo de estos d¨ªas, tiene adem¨¢s agujetas por abrumadora falta de ejercicio.
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