"Somos m¨¢s que cuidadoras"
Un documental rompe con los estereotipos que limita a las inmigrantes latinoamericanas al trabajo dom¨¦stico y a encargarse de ni?os y ancianos
Es la pescadilla que se muerde la cola. El trabajo dom¨¦stico, el cuidado de ni?os y ancianos son los principales nichos laborales en los que las mujeres inmigrantes logran hacerse un hueco, sea cual sea su formaci¨®n y su experiencia profesional. Al trabajar como cuidadoras, el estereotipo se va reforzando y limitando sus posibilidades de aspirar a otro tipo de dedicaci¨®n. No se les pregunta qu¨¦ saben hacer o qu¨¦ han estudiado. Puede que ni siquiera hayan cambiado un pa?al en su vida. Pero se encuentran con una sociedad receptora que piensa que han nacido para ello. El documental Mujeres inmigrantes, historias y esperanzas compartidas, presentado ayer en Bilbao, muestra ocho biograf¨ªas diversas de latinoamericanas afincadas en Vizcaya para romper t¨®picos e incidir en la fortaleza y las capacidades de las nuevas vascas.
"Sientes que no se reconoce tu valor como persona ni tu formaci¨®n"
La cinta, realizada por la Asociaci¨®n Sociocultural y de Cooperaci¨®n al Desarrollo de Colombia e Iberoam¨¦rica (Aculco) y financiada por la Direcci¨®n de Derechos Humanos del Gobierno vasco, persigue dar una imagen positiva, "remarcar todo lo que han luchado y que siguen adelante", explica el coordinador del documental, ?lvaro Cirujano. Se?ala que las propias protagonistas lamentan la imagen de "mujeres sumisas, encerradas en el hogar" que la sociedad vasca tiene de ellas. "La pel¨ªcula demuestra que son un colectivo heterog¨¦neo y muy activo. Todas las entrevistadas participan en asociaciones", apunta.
Una de ellas es Francy, colombiana de 31 a?os y doctora en Sociolog¨ªa, que emigr¨® hace seis a?os para estudiar un posgrado. Tras topar con "unas barreras legales que no esperaba", se encontr¨® limpiando casas y cuidando a ni?os y ancianos. Con los a?os, ha logrado un empleo en una entidad social y participa en Mujeres del Mundo y Mujeres en la Diversidad. Pese a quedarse con lo bueno de su experiencia, reconoce que su proceso migratorio fue "muy decepcionante". "Sientes que no se reconoce ni tu valor como persona ni el que aportas por tu formaci¨®n. Existe la percepci¨®n de que somos expertas cuidadoras. En mi caso, era la primera vez que me dedicaba a ello", precisa Francy. Lamenta que a la poblaci¨®n "le cueste visualizar la migraci¨®n en femenino" y que, cuando lo hace, imagine a mujeres con baja cualificaci¨®n y con pocas habilidades para adaptarse a la sociedad receptora. "Una mujer que emigra no es sumisa, sino emprendedora al cien por cien. Implica asumir responsabilidades, tener autonom¨ªa y ganas de salir adelante", concluye.
En su Argentina natal, Nilda se formaba en Sociolog¨ªa y Letras a la vez que trabajaba como contable. La crisis econ¨®mica la dej¨® sin empleo y le oblig¨® a emigrar. "Aqu¨ª trabajo cuidando ni?os. Veo que es impensable colocarme en mi sector. Tambi¨¦n doy clases de teatro, lo que me ayuda a recordar qui¨¦n soy y que tengo m¨¢s capacidades", a?ade. Se anim¨® a participar en el documental al ver que la recesi¨®n econ¨®mica "est¨¢ reforzando la visi¨®n de la inmigraci¨®n como una amenaza". "Quiero mostrar otros aspectos; que somos personas con historia, con conocimientos, con experiencias tan ricas como las que aprendemos aqu¨ª", recalca.
Pero m¨¢s dif¨ªcil que combatir ese rechazo le parece superar el estereotipo que liga a las latinas a las tareas de cuidado. "Incluso los carteles de las campa?as de sensibilizaci¨®n institucionales nos asocian s¨®lo con esas labores. Por no hablar del estigma de la prostituci¨®n", critica. Rehuye tambi¨¦n la imagen de "pobrecita": "Mis hijos est¨¢n en Buenos Aires y no hace falta que explique lo doloroso que es. Las dificultades son reales, pero no quiero que me victimicen".
Esta argentina de 45 a?os tambi¨¦n ha encontrado en Mujeres del Mundo un espacio en el que compartir vivencias e intereses. "Estar en una asociaci¨®n ayuda a reconstruir los v¨ªnculos que rompes y la autoestima que vas perdiendo por el camino", recalca. Con ese apoyo, el arraigo llega pronto. "No se trata s¨®lo de trabajar, vivir y respirar ac¨¢. Pronto aprendes a amar este sitio. Mi familia ya bromea diciendo que estoy hecha toda una vasca", manifiesta Nilda.
21.000 inmigrantes latinoamericanas
- En Euskadi viven alrededor de 21.000 mujeres procedentes de Am¨¦rica Latina, que representan el 60% de la inmigraci¨®n femenina. El 49% de la poblaci¨®n inmigrante est¨¢ integrado por mujeres.
- La mayor¨ªa cuenta con estudios secundarios finalizados.
- Las inmigrantes cubren m¨¢s del 60% del empleo en el servicio dom¨¦stico y la atenci¨®n a personas dependientes. Superan el 85% en el caso de la prostituci¨®n.
- La tasa de paro entre las inmigrantes es inferior que la de los varones, por la gran demanda de empleo en el servicio dom¨¦stico y las tareas de cuidado. Sin embargo, por ser los sectores menos regulados, sufren condiciones m¨¢s precarias. El 32,4% de extranjeras trabajan sin contrato, frente al 16% de los hombres.
- Frente a esas limitaciones, asociaciones como Mujeres del Mundo, en Bilbao, y Mujeres en la Diversidad, en Basauri, promueven la comunicaci¨®n y el intercambio de experiencias entre inmigrantes y aut¨®ctonas, y animan a que cada una aporte sus conocimientos y habilidades.
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