Vidas a gran escala

Narrativa. Indudablemente lleva raz¨®n Ibon Zubiaur -traductor formidable de Matices y detalles- cuando afirma en el pr¨®logo que pocas veces el valor intr¨ªnseco de una obra estaba tan a la altura de la leyenda existencial de un poeta: encerrado durante veinte a?os en un s¨®tano, Ludwig Hohl (1904-1980) retocaba, bajo incontables privaciones, sus manuscritos de los a?os treinta, colgados como ropa con pinzas por toda la habitaci¨®n. El rigor y la transparencia del pensamiento de Hohl, la profundidad de penetraci¨®n en los asuntos humanos, junto a la firmeza de su resistencia creativa contra lo establecido, son ¨²nicos -al menos con esta radicalidad- en la literatura del siglo XX. Las reflexiones fragmentadas, vi?etas de estados mentales y f¨ªsicos, "descripciones del aprender a vivir y escribir", est¨¢n impregnadas de un impulso ¨¦tico, digno de un Marco Aurelio. Pues Hohl no se resigna a las imponderabilidades y durezas del destino humano, sino predica -por algo era hijo de pastor protestante- intervenir en ¨¦l, modelarlo poco a poco, desde lo peque?o, en el terreno de lo cotidiano. La cosecha de pensamientos sagaces e inexorables de Matices y detalles es impresionante, y no tanto por su perspicacia o brillantez como por su valor de aplicaci¨®n. Se percibe la vivencia que hay detr¨¢s; vibra todav¨ªa la cuerda en la que se realiz¨® el acto de balance que era la existencia de este tenaz buscador de la vida justa: un deportista, bebedor y graf¨®mano que aguantaba estoicamente las eternas penurias econ¨®micas, la soledad y la ignorancia del mundo. De todo ello est¨¢n impregnados estos textos reflexivos y les confiere una inusual severidad y exigencia.

Pero a pesar de las amonestaciones que contiene, el placer que depara la prosa de Hohl, di¨¢fana y precisa, a la vez que llana y sin artificios, es inmenso. Y lo es todav¨ªa m¨¢s cuando cuenta una historia ejemplar, por supuesto, no inventada. Bajo la apariencia de relato realista, Escalada aguarda un trasfondo filos¨®fico de hondo calado, pues trata de la superaci¨®n y de la muerte, o, mejor dicho, de la necesaria ascensi¨®n desde una vida vana y com¨²n, a las alturas de la prueba existencial, donde se exige el m¨¢ximo de destreza, prudencia y determinaci¨®n. C¨®mo se enfrentan dos j¨®venes escaladores a una monta?a, es desmenuzado cuidadosamente en veinte secuencias casi cinematogr¨¢ficas, y raras veces se encontrar¨¢ en un texto literario mayor consonancia entre una idea parab¨®lica y una descripci¨®n de paisaje. La belleza de la naturaleza, el reto que representa la monta?a, las cavilaciones que provoca en los protagonistas, son entrelazados tan org¨¢nicamente que fluyen como una experiencia propia. Asombrosa capacidad de evocaci¨®n la de Hohl, llevada a la m¨¢xima expresi¨®n con m¨ªnimos medios en esta peque?a obra maestra (valga por una vez el gastado calificativo).