Batalla por una herencia millonaria
Dos supuestos hijos ileg¨ªtimos de Carlo Caracciolo, editor del diario 'La Repubblica', pleitean por sus derechos
La herencia de Carlo Caracciolo, pr¨ªncipe de Castagneto y duque de Melito puede convertirse en un aut¨¦ntico culebr¨®n como ha sucedido con la de su cu?ado, L'Avvocato Gianni Agnelli. Hace apenas un mes que Caracciolo, fundador de la revista Espresso y el diario La Repubblica, muri¨® en Roma y la apertura de su testamento ha levantado ya un polvor¨ªn. En juego est¨¢n unos 100 millones de euros que, por ahora, ir¨¢n a parar ¨ªntegramente a su hija de 36 a?os Jacaranda Falck Caracciolo, casada con el pr¨ªncipe Fabrio Borghese.
La transmisi¨®n de bienes no va a ser f¨¢cil porque dos hermanos -Carlo Edoardo, nacido en 1969, y Margherita Revelli (1971)- aseguran ser hijos del pr¨ªncipe y est¨¢n dispuestos a plantear una batalla legal para recibir su parte. Los Revelli, hijos de Maria Luisa Bernardini, se hab¨ªan movilizado, antes de que falleciera Caracciolo, ante un tribunal de Mil¨¢n para que certifique que no son hijos de Carlo Revelli, un prestigioso agente de bolsa fallecido en 2002 sino de Carlo Caracciolo.
Los representantes legales de Jacaranda pretenden invalidar este proceso porque los Revelli sabr¨ªan, desde hace al menos dos a?os, que eran hijos de Caracciolo. Esta circunstancia echar¨ªa por tierra el recurso interpuesto por los hermanos. La ley italiana fija un plazo m¨¢ximo de un a?o para recurrir desde el momento en que un individuo tiene constancia de quien es su padre.
Con este argumento quedar¨ªa en suspenso la segunda causa interpuesta por los hermanos Revelli, la que deber¨ªa confirmar que son hijos de Caracciolo.
La complejidad de la situaci¨®n hab¨ªa empujado a la juez que se encarga del caso a conservar material biol¨®gico de Carlo Caracciolo para poder realizar, en caso necesario, las pruebas de ADN (el cuerpo del editor fue incinerado).
Carlo Edoardo y Margherita han contado a sus amigos que descubrieron qui¨¦n era su padre en octubre de 2007 porque as¨ª se lo hab¨ªa contado su madre. Desde entonces, afirman que las relaciones con Caracciolo hab¨ªan sido m¨¢s "asiduas y afectuosas". Otros, sin embargo, dicen lo contrario: que se hab¨ªan deteriorado desde que los hermanos Revelli pidieron ser adoptados por Caracciolo.
El pr¨ªncipe, con fama de mujeriego, reconoc¨ªa y bromeaba con que el principado le serv¨ªa sobre todo para coquetear y seducir a las americanas. Sus secretos puede que se hayan ido con ¨¦l a la tumba o puede que no porque algunas voces afirman que los hijos naturales que tuvo son algunos m¨¢s pero que no tienen inter¨¦s en salir a la luz y reclamar su parte de la herencia.
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