El 'supersully' espa?ol tuvo un consejo de guerra
Eugenio Maldonado, la versi¨®n espa?ola del 'h¨¦roe del Hudson', salv¨® a todo el pasaje del DC-3 que pilotaba en 1966
La proeza del comandante Chesley Sullenberger que el jueves evit¨® la muerte de las 155 personas que viajaban en el Airbus que pilotaba con un amerizaje casi de pel¨ªcula en el r¨ªo Hudson de Nueva York, tiene un precedente en Espa?a olvidado si no ignorado. El 16 de septiembre de 1966, Eugenio Maldonado, que ahora tiene 72 a?os, logr¨® posar en el mar un DC-3 tras sufrir una aver¨ªa en la h¨¦lice del motor izquierdo a los tres minutos de despegar del aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife) y estaba abocado a estrellarse.
Con su pericia, el piloto, nacido en Puebla de Montalb¨¢n (Toledo), salv¨® la vida de los 24 pasajeros del avi¨®n de la compa?¨ªa Spantax que se dirig¨ªa a La Palma. Uno de ellos muri¨® instantes despu¨¦s de un infarto, agarrado a la puerta del avi¨®n mientras esperaba ser rescatado. Por esa muerte, Maldonado, en vez ser tratado como h¨¦roe, fue procesado por la justicia militar, que reg¨ªa entonces al cuerpo de pilotos, aunque qued¨® absuelto cuando se prob¨® que la muerte fue por un infarto.
"Al piloto de Nueva York lo tratan como un ¨ªdolo; a m¨ª casi me fusilan", dice
Ahora, ha decidido reivindicarse despu¨¦s de conocer la haza?a del comandante Sullenberger, aunque hayan pasado 42 a?os, lo ve de justicia. "Lo que me ha molestado es la diferencia. Este hombre lo ha hecho muy bien porque es muy dif¨ªcil una maniobra as¨ª, con el riesgo de que se parta el avi¨®n, y lo han tratado como a un h¨¦roe, pero a m¨ª, por algo as¨ª o m¨¢s dif¨ªcil por poco me fusilan", comenta.
Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, Maldonado recuerda el episodio con naturalidad. "Un amerizaje es lo ¨²ltimo que un piloto quiere hacer, pero no hab¨ªa otra alternativa, o nos estrell¨¢bamos contra las monta?as o lo intent¨¢bamos", relata, y asegura que la clave en estos casos es no dudar. "Hay que decidir en un instante, no tienes tiempo y, cuando tomas una decisi¨®n, es porque est¨¢s firmemente convencido de que lo vas a hacer es lo correcto, no se te puede pasar por la cabeza que va a salir mal, si no est¨¢s perdido".
Y en lo que dice sobre c¨®mo actuar en situaciones de emergencia tiene mucha autoridad. Porque Eugenio Maldonado parece tocado por la fortuna. Dice ser muy devoto de la virgen de La Soledad, patrona de su pueblo natal, y no es para menos, porque asegura haber sobrevivido a seis accidentes a¨¦reos que podr¨ªan haber resultado mortales.
El m¨¢s grave de todos en 1962, en unas pr¨¢cticas militares en la base de Villanubla (Valladolid). El motor del caza explot¨® cuando el aparato apenas se hab¨ªa alzado 20 metros. Su compa?ero muri¨® y ¨¦l sufri¨® graves quemaduras de las que le quedan secuelas visibles. Pas¨® cuatro meses ingresado en un hospital.
Pero la situaci¨®n m¨¢s peligrosa que afirma haber vivido como piloto comercial fue en la primavera de 1982, con un 727 que viajaba de Londres a Madrid con m¨¢s de 100 pasajeros. El avi¨®n se qued¨® "sin direcci¨®n". "Logramos llegar a Barajas y aquello s¨ª que fue gracias a Dios, que no pas¨® nada porque ah¨ª no ten¨ªa espada para luchar, los mandos no funcionaban, y a base de maniobras con los motores logramos llegar".
En 1987 tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Mil¨¢n, un aeropuerto con una pista muy corta y en medio de una espesa niebla, por un fallo en el tren de aterrizaje. Con Air Mauritanie tuvo otro episodio similar por una aver¨ªa en los frenos. Maldonado tiene escritas 300 p¨¢ginas con estas peripecias y otras vivencias de 40 a?os de piloto. Cree que ha llegado el momento de editarlas.

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