"Las tiendas peque?as deben ser como un confesionario"
"Las tiendas peque?as deben ser como un confesionario, la gente acude con problemas y nosotros le damos consejo". Es la f¨®rmula de Eduard F¨¤bregas para esquivar la voracidad de las grandes cadenas: conocimientos profesionales y trato diferencial. A sus 32 a?os, este ingeniero inform¨¢tico lleva una d¨¦cada al frente de Magic World, un peque?o establecimiento que ha conseguido hacerse un hueco en el barrio barcelon¨¦s de Sants.
Junto a su socio ?lex Prieto, vende cualquier marca de port¨¢tiles, sobremesas, c¨¢maras, impresoras y decenas de cables y accesorios. "No tenemos campa?a de rebajas, pero intentamos igualar los precios de mercado". La diferencia est¨¢ en el asesoramiento y el servicio posventa: reparaciones en 24 horas, asistencia a domicilio, ayuda en la creaci¨®n de p¨¢ginas web, financiaci¨®n... El 60% de sus clientes son particulares; el resto, peque?as empresas.
"Muchos me lo dicen: no les importa pagar un poco m¨¢s a cambio de no esperar colas o saber que no les dejaremos tirados al primer problema". Sus ofertas se producen en funci¨®n de la fidelidad. Si el cliente es habitual y reclama mejor precio, no tiene m¨¢s remedio. "Incluso a costa de nuestro margen. Luego se compensa con otros servicios".
Port¨¢tiles desde 399 euros y sobremesas por 570 son los productos m¨¢s vendidos. El inventario es m¨ªnimo. Hay rotaci¨®n constante de marcas y modelos. "Trabajamos just-in-time: quieres un producto, te asesoramos, lo pedimos y lo tienes entre 24 y 48 horas". Eso permite flexibilidad. Vender desde impresoras por 69 euros y grabadoras de CD a memorias USB y GPS. "Estamos abiertos a todo". Eso s¨ª, el margen en algunos productos, como consolas es inferior al 5%.
El negocio, que empez¨® con una inversi¨®n de menos de 5.000 euros, factura hoy m¨¢s de 300.000 al a?o; lejos de las cifras de las grandes cadenas, pero "suficiente para vivir y seguir adelante". Los socios, F¨¤bregas y Prieto, son los ¨²nicos empleados.
En apenas media hora, varios clientes atraviesan la puerta. F¨¤bregas dedica casi 10 minutos a cada uno. "La clave est¨¢ en especializarse y dar servicio; las que no lo hagan cerrar¨¢n".
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