Guerra sucia en Madrid

La justicia investigar¨¢ los seguimientos realizados a personalidades pol¨ªticas del PP de Madrid. Dispondr¨¢ para ello de la documentaci¨®n publicada por este peri¨®dico para informar de tales actividades, que ser¨¢ puesta a su disposici¨®n. De ese material parece deducirse que ha habido espionaje (observar disimuladamente a alguien con alg¨²n prop¨®sito oculto) y que ha sido realizado por personal adscrito al departamento de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid.

El titular de esa consejer¨ªa, Francisco Granados, calific¨® ayer de "gran mentira" hablar de una trama de espionaje, y recit¨® las competencias de su departamento en materia de seguridad: protecci¨®n y vigilancia de edificios, instalaciones y cargos de la Comunidad. Sin embargo, el ex polic¨ªa Marcos Pe?a, que tiene el cargo de "asesor de seguridad" en la consejer¨ªa de Granados, reconoci¨® a este peri¨®dico que dirig¨ªa un equipo que se dedicaba a realizar investigaciones sobre asuntos (como la supuesta corrupci¨®n en ayuntamientos gobernados por el PSOE) que no entran en esa lista; y que entregaba los resultados de sus pesquisas al consejero Granados.

Al tratar de verificar si los seguimientos al vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio Gonz¨¢lez, en dos viajes al extranjero, de los que hab¨ªa pruebas gr¨¢ficas y documentales, guardaban relaci¨®n con ese equipo de Marcos Pe?a, EL PA?S dio con datos sobre espionaje por parte de personal adscrito a la consejer¨ªa (pero con anterioridad a la contrataci¨®n de Pe?a) de otras personalidades del PP como el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y el ex consejero regional Alfredo Prada.

El inter¨¦s pol¨ªtico del asunto es que se trata de dos dirigentes enfrentados dentro del PP a la l¨ªnea, cr¨ªtica con Rajoy, representada por la presidenta de la Comunidad y su consejero Granados, que es adem¨¢s secretario general del partido en Madrid. Prada, que hab¨ªa sido vicepresidente del Ejecutivo regional, fue destituido por Aguirre inmediatamente despu¨¦s de haber sido incluido por Rajoy en su equipo, tras el congreso de Valencia, que lo confirm¨® como presidente del PP; y Cobo es el hombre de confianza de Ruiz-Gallard¨®n, el rival m¨¢s obvio de Aguirre dentro del PP en la disputa por el liderazgo conservador (no s¨®lo en Madrid).

De los informes o partes de los operativos realizados por los imitadores de Torrente que espiaron a Prada y Cobo se deduce claramente que forman parte del Departamento de Seguridad de la Consejer¨ªa de Granados, a cuyo entonces director, Sergio Gam¨®n, citan. Por tanto, s¨®lo si se demostrase que tales partes no existen o son falsos podr¨¢ sostenerse que no hay responsabilidades del Gobierno de la Comunidad de Madrid en la realizaci¨®n de un acto il¨ªcito financiado con fondos p¨²blicos. Y deber¨¢ ser la justicia quien lo dilucide.

Pero el hecho de que las v¨ªctimas de ese espionaje sean del partido que gobierna la Comunidad viene a confirmar que se ha convertido en un foco de resistencia; pero no contra Zapatero, sino contra Rajoy.