La naturaleza herida tiene un precio

Hace 20 a?os, el petrolero Exxon Valdez verti¨® 37.000 toneladas de crudo en la costa de Alaska. Una de las pruebas vinculantes para el juicio era un estudio sobre los da?os ambientales que no tienen un valor en el mercado y que, por lo tanto, son dif¨ªciles de evaluar econ¨®micamente: los kil¨®metros de costa y playa afectados o el n¨²mero de aves y mam¨ªferos muertos. Finalmente, el juicio no se celebr¨®. El fiscal lleg¨® a un acuerdo con Exxon. La empresa propietaria del petrolero pag¨® 2.100 millones de d¨®lares para un programa de limpieza y recuperaci¨®n.

Este a?o se celebrar¨¢ el juicio por los da?os ocasionados por el vertido del Prestige en 2002. Adem¨¢s de las p¨¦rdidas comerciales en los sectores de la pesca y el turismo se podr¨ªan tener en cuenta tambi¨¦n los perjuicios medioambientales. El trabajo de la investigadora del Instituto Universitario de Estudios y Desenvolvemento de Galicia (Idega) de la Universidad de Santiago, Mar¨ªa Loureiro, cuantifica en 774 millones de euros el valor de los da?os en los recursos de no uso, es decir, las p¨¦rdidas ambientales. Es la primera vez en Europa que se elabora un estudio de este tipo despu¨¦s de una marea negra.

?Cu¨¢nto vale un bosque adem¨¢s de su madera? ?Y la poblaci¨®n de una especie marina que no se consume? Los recursos medioambientales que generan beneficio econ¨®mico, aunque no tienen precio en ning¨²n mercado, no est¨¢n cuantificados. Y como no se traducen en euros, no pueden influir en las decisiones pol¨ªticas. La valoraci¨®n contingente, uno de los m¨¦todos que se suelen utilizar para medir en t¨¦rminos econ¨®micos los recursos naturales que no tienen precio, se emplea en Estados Unidos y Europa, pero muy poco en Espa?a. En Galicia, el hundimiento del Prestige o los incendios de 2006 apremiaron la necesidad de este tipo de estudios porque pueden ayudar a evaluar la repercusi¨®n medioambiental de las cat¨¢strofes naturales.

?Cu¨¢nto estar¨ªa dispuesto a pagar en su pr¨®xima declaraci¨®n de la renta para un programa de prevenci¨®n de mareas negras? Esta es una de las preguntas que el equipo de Loureiro realiz¨® a una muestra de 1.140 personas en toda Espa?a. Detr¨¢s de la respuesta est¨¢ la teor¨ªa del bienestar: si no nos supone un problema dejar de emplear ese dinero en otras cosas, votamos que s¨ª. Y el resultado, con un 44% de ¨ªndice de respuesta, fue que cada familia pagar¨ªa 54,55 euros de media para evitar los da?os en el medio ambiente de un nuevo Prestige. Una cifra un tanto superior a los 30,3 d¨®lares de 1991 (34,35 euros actuales) que los estadounidenses afirmaron estar dispuestos a pagar para prevenir otro Exxon Valdez. De esta forma, los criterios biol¨®gicos y ¨¦ticos -los ¨²nicos aplicables a un recurso que no tiene valor en ning¨²n mercado- se traducen en econ¨®micos.

Los 774 millones de euros de da?os ambientales ocasionados por el Prestige se suman a los casi 805 de p¨¦rdidas comerciales (296 en el sector pesquero y tur¨ªstico y otros 509 por labores de limpieza y recuperaci¨®n), seg¨²n otro estudio de Loureiro. Los da?os totales ascienden a 1.580 millones de euros. Sin embargo, el Fondo de Indemnizaci¨®n de da?os debidos a la contaminaci¨®n por hidrocarburos (Fidac) sit¨²a en 1.132 millones de d¨®lares (870 millones de euros) la cantidad m¨¢xima para compensar las p¨¦rdidas por las mareas negras.

La encuesta sobre la disposici¨®n al pago presentaba dos escenarios hipot¨¦ticos. Uno con los da?os que existir¨ªan al cabo de siete a?os si no se hiciera nada, y otro con las p¨¦rdidas que habr¨ªa si se aplicara un programa de prevenci¨®n. "La diferencia entre ambas situaciones es id¨¦ntica a los perjuicios medioambientales ocasionados por el vertido del Prestige", explica Loureiro.

Se trata de tener cuantificado el medio ambiente a partir de las preferencias que la sociedad tiene hacia ¨¦l. Y, a largo plazo, puede que los gobiernos tengan en cuenta estos estudios en la toma de decisiones pol¨ªticas. Desde el vertido del Exxon Valdez, Estados Unidos s¨®lo permite la navegaci¨®n por sus aguas de aquellos barcos pertenecientes a empresas que antes hayan abonado un seguro de transporte por el que har¨¢n frente al coste de los da?os que ocasione un hipot¨¦tico accidente.

El equipo de Loureiro tambi¨¦n emple¨® el m¨¦todo de la valoraci¨®n contingente para medir el valor econ¨®mico perdido durante la ola de incendios que azot¨® Galicia en 2006. Las m¨¢s de 93.000 hect¨¢reas de monte quemadas se llevaron con ellas un total de 248.355.002 euros, una cifra muy superior a los 90 millones de euros estimados por la Xunta en un estudio realizado para la Comisi¨®n Europea. Los da?os econ¨®micos o de mercado -p¨¦rdidas de turismo, gastos derivados de la extinci¨®n, da?os patrimoniales, p¨¦rdidas por la madera quemada y por la emisi¨®n de CO2- ascienden, seg¨²n el estudio, a 209.354.018 euros, que se suman a las p¨¦rdidas econ¨®micas por perjuicios medioambientales, cifradas en 39.351.984 euros. Seg¨²n la encuesta que los investigadores realizaron a 450 personas, los gallegos pagar¨ªan una media de 34 euros para financiar un programa de protecci¨®n de incendios.