Fumar con impunidad

Dos camareros uniformados fuman detr¨¢s de la barra y dejan las cenizas en un plato rebosante de colillas. Es una escena cotidiana que se puede ver a menudo en cualquier bar de las ciudades de Sevilla o M¨¢laga. El encargado del local, Manolo, dice que ha pasado sin problema todas las inspecciones de la Delegaci¨®n de Salud del Ayuntamiento en los tres ¨²ltimos a?os y que nunca le han sancionado. Lo cuenta en un bar de m¨¢s de 100 metros cuadrados en el que se vuelve a incumplir la ley porque no hay mamparas que separen las zonas de fumadores y no fumadores. "Aqu¨ª llevamos fumando 15 a?os y de momento no vamos a cambiar".

Manolo se puede permitir decir esto porque nadie, desde que entr¨® en vigor la ley antitabaco en enero de 2006, ha inspeccionado ning¨²n local de las capitales de Sevilla y M¨¢laga. La causa: una falta de acuerdo entre los ayuntamientos y la Consejer¨ªa de Salud. Cada una de las administraciones se acoge a una lectura diferente de la norma.

En el art¨ªculo 22 de la ley antitabaco est¨¢ escrito que "los ¨®rganos competentes de las comunidades aut¨®nomas (...) ejercer¨¢n las funciones de control e inspecci¨®n". La secretaria General de Salud P¨²blica, Josefa Ruiz lo interpreta de la siguiente manera: "Nosotros, bas¨¢ndonos en la ley de Salud P¨²blica de Andaluc¨ªa de 1998 (que otorga competencias municipales en salud) realizamos inspecciones en las localidades que no tienen recursos suficientes para realizar sus propios controles, que, en definitiva, son todas excepto las de Sevilla, M¨¢laga y Granada, que tienen cuerpo propio de inspectores". El ¨¢rea de salud de Granada ha realizado las inspecciones. En cambio, las de Sevilla y M¨¢laga no lo han hecho porque alegan que las competencias corresponden a la Consejer¨ªa. Teresa Florido, delegada de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Sevilla, sostiene que "es evidente que la responsabilidad es de la Consejer¨ªa, lo pone en la ley".

Mientras unos y otros se entrecruzan acusaciones, el tiempo transcurre y el humo de los establecimientos hoteleros no est¨¢ controlado por nadie. No obstante, la Junta y los ayuntamientos est¨¢n buscando una soluci¨®n a la situaci¨®n. "Lo importante es que se inspeccione, debemos proteger ante todo la salud de los ciudadanos. Ahora nos queda decidir c¨®mo lo haremos", comenta Ruiz. Teresa Florido, por su parte, asegura que colaborar¨¢ en lo que haga falta, "pero debe ser una cooperaci¨®n coherente, con las competencias claras".

Hasta que no llegue el acuerdo, en decenas de bares se sigue fumando con impunidad. Manolo asegura que no tiene ninguna denuncia y que los clientes no se quejan. Pero Rub¨¦n S¨¢nchez, portavoz de la asociaci¨®n de consumidores Facua afirma que denunci¨® este local, ubicado en Sevilla, a principios de 2006. "Queremos que alguien act¨²e. Estamos presionando junto al Defensor del Pueblo para que se solvente esta situaci¨®n y se paguen las sanciones".

La Consejer¨ªa s¨®lo ha inspeccionado los bares de Sevilla y M¨¢laga tras las denuncias interpuestas por los ciudadanos. En toda Andaluc¨ªa, Salud ha realizado en estos tres a?os alrededor de 18.000 controles y seg¨²n sus resultados, el 90% de los locales inspeccionados cumple la ley. El otro 10% deber¨¢ pagar las sanciones, que pueden oscilar entre 30 y 600.000 euros.

Con estas cantidades, cuando las Administraciones empiecen a inspeccionar y multar en Sevilla, Manolo tendr¨¢ que replantearse si mantener en su bar la humosa costumbre de estos ¨²ltimos 15 a?os.