Listas de todos los colores
La ilegalizaci¨®n de Batasuna por el Supremo en marzo de 2003 no ha conseguido a¨²n cerrar el acceso de la izquierda abertzale -el sector del nacionalismo radical encuadrado dentro de la disciplina de ETA- a las instituciones municipales y parlamentarias del Pa¨ªs Vasco. Los dirigentes del disuelto partido -rebautizado con mil nombres como banderas de conveniencia- han buscado los resquicios legales adecuados para enga?ar a los guardianes del Estado de derecho mediante la presentaci¨®n simult¨¢nea de candidaturas provocadoras junto a otras embaucadoras plataformas encubiertas igualmente controladas por ETA.
Mas all¨¢ de la sentencia ilegalizadora dictada por el Tribunal Supremo contra el partido considerado como el brazo pol¨ªtico de la banda terrorista, la prohibici¨®n de que las fuerzas pol¨ªticas y agrupaciones de electores continuadoras en fraude de ley de Batasuna concurran a las urnas plantea algunas cuestiones jur¨ªdico-pol¨ªticas relacionadas con el derecho fundamental de cada ciudadano -amparado por el art¨ªculo 23 de la Constituci¨®n- a elegir y a ser elegido. La resistencia de los habituales votantes del disuelto partido a transferir sus sufragios a otra fuerza pol¨ªtica no puede ser interpretada con la l¨®gica del voto ¨²til que sacrifica la primera preferencia de car¨¢cter ideol¨®gico a una segunda opci¨®n estrat¨¦gica. ?Resulta afectado el contenido esencial del derecho a elegir de un individuo en el supuesto de que la interdicci¨®n del partido al que se propon¨ªa votar no le deje m¨¢s alternativa que respaldar a otras siglas? Al fin y al cabo, los seguidores de un equipo expulsado de una competici¨®n deportiva -aunque sea por razones justificadas- no suelen cambiar de club. ?Queda conculcado el derecho del candidato de una fuerza pol¨ªtica prohibida judicialmente a ser elegido si la ¨²nica posibilidad a su alcance es concurrir a las urnas en las listas de otra formaci¨®n? Despu¨¦s de la respuesta negativa dada a esas dos preguntas por el Supremo y el Constitucional, habr¨¢ que aguardar a las sentencias del Tribunal de Estrasburgo.
El papel de EHAK en 2005 le corresponde ahora a otro 'partido durmiente': Askatasuna
La ilegalizaci¨®n de cualquiera de las reencarnaciones de Batasuna que pudiera presentarse a las pr¨®ximas elecciones del 1-M-2009 tendr¨ªa consecuencias de primer orden para la gobernaci¨®n del Pa¨ªs Vasco. En los tres comicios auton¨®micos precedentes, el brazo pol¨ªtico de ETA obtuvo con diferentes nombres 14 (1998), 7 (2001) y 9 (2005) de los 75 esca?os del Parlamento vasco, suficientes para condicionar la vida de una C¨¢mara sin partido dominante. La desaparici¨®n de la izquierda abertzale de la C¨¢mara de Vitoria har¨ªa posible que la eventual alianza entre los partidos estatutistas (PSE y PP) sumase la mayor¨ªa absoluta. A la inversa, su presencia en el Parlamento asegurar¨ªa a las fuerzas nacionalistas en su conjunto esa mayor¨ªa absoluta de la que vienen disfrutando desde 1980.
Esos efectos dispares explican las contradicciones de unos y otros sobre la ilegalizaci¨®n del brazo pol¨ªtico de ETA. De un lado, el PSE necesita esa interdicci¨®n para llegar al Gobierno pero a la vez teme que los votos de la disuelta Batasuna vayan a parar a otras fuerzas nacionalistas haci¨¦ndole perder el primer puesto en la l¨ªnea de llegada. De otro lado, el PNV conf¨ªa en que la prohibici¨®n de Batasuna acelere el regreso de los hijos descarriados a la casa del padre (con sus votos en el bolsillo) pero tiene miedo a que el nacionalismo en su conjunto pierda la mayor¨ªa absoluta de la C¨¢mara.
En las auton¨®micas de mayo de 2005, el sacrificio de las listas negras de la agrupaci¨®n de electores Aukera Guztiak invalidadas por el Supremo fue el cimbel que permiti¨® colarse en el Parlamento a las listas blancas de EHAK, inscrito en el registro desde 2002. Frente al 1-M-09, la misi¨®n suicida de piloto kamikaze de Aukera Guztiak ha sido reservada a otra agrupaci¨®n de electores, Democracia Tres Millones (D3M). El papel de submarino de EHAK en 2005 le corresponde ahora a otro partido durmiente, Askatasuna, inscrito en el registro desde 1998.
Pero el auto dictado anteayer por el juez Garz¨®n ha metido en el mismo saco a las listas negras (presentadas en la Junta Electoral el domingo pasado) y a las listas blancas (presentadas al d¨ªa siguiente): los esfuerzos conjuntos de la reci¨¦n creada D3M (los tres millones de votantes de la Gran Euskalerr¨ªa a caballo de Espa?a y Francia) y de la vieja marca de la casa Askatasuna ("il¨ªcita desde su comienzo en 1998") "van dirigidos a cumplir las ¨®rdenes de ETA" de participar en las auton¨®micas.
Aunque el Supremo tenga menores dificultades para impedir ese prop¨®sito tras el auto de Garz¨®n, la capacidad de organizaci¨®n y la astucia t¨¢ctica del brazo pol¨ªtico de ETA pueden todav¨ªa deparar al Estado de derecho la sorpresa de alg¨²n as sacado de la manga.
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