Los jueces libraron una batalla ideol¨®gica antes de fallar contra la insumisi¨®n
Los debates sobre Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa entre los 30 magistrados del Pleno de la Sala de lo Contencioso comenzaron en un tono fuertemente ideologizado pero paulatinamente se fueron encauzando hacia el terreno jur¨ªdico-constitucional, seg¨²n dijeron ayer fuentes del Supremo. A partir de ah¨ª, los magistrados entraron en un debate muy minucioso sobre el examen de sentencias de los distintos tribunales superiores de justicia adem¨¢s de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, recomendaciones del Consejo de Europa y directivas de la UE. El debate fue duro, en ocasiones pesado, pero en conjunto "bonito", seg¨²n las fuentes.
Al final, los 22 magistrados de la mayor¨ªa quedaron satisfechos, tanto por el resultado como por el desarrollo de las sesiones. Tras divulgarse el fallo que rechaza el derecho a la objeci¨®n de conciencia respecto a la asignatura, en medios del Supremo ha causado asombro el nombre de algunos de los siete magistrados discrepantes. Es el caso de Jes¨²s Ernesto Peces Morate, magistrado al que hasta hace poco se situaba en posiciones abiertamente progresistas y que en ¨²ltimos a?os ha dado sorpresas. Tambi¨¦n sorprendi¨® el de Pedro Jos¨¦ Yag¨¹e, un magistrado al que se considera bastante liberal y alejado de posiciones integristas, o Mariano de Oro Pulido, un centrista moderado. En medios judiciales se esperan con cierta expectaci¨®n los votos particulares de estos jueces, en los que expondr¨¢n sus razonamientos de apoyo a la objeci¨®n de conciencia.
El magistrado Gonz¨¢lez Rivas defendi¨® el rechazo a cursar la materia
En cambio, se esperaba que entre los discrepantes estuvieran Manuel Campos S¨¢nchez- Bordona, al que se considera pr¨®ximo al Opus Dei; o Juan Gonzalo Mart¨ªnez-Mic¨®, directivo de la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM) en Madrid. Mart¨ªnez Mic¨® es un general procedente del Cuerpo Jur¨ªdico Militar, muy amigo del ex ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa.
A la cabeza del sector discrepante se situ¨® Juan Jos¨¦ Gonz¨¢lez Rivas, ponente y defensor de la sentencia del Tribunal Superior de Andaluc¨ªa, la primera que reconoci¨® en Espa?a el derecho a la objeci¨®n de conciencia. Gonz¨¢lez Rivas defendi¨® la objeci¨®n a capa y espada, pero al perder fue relevado de la ponencia que anula la sentencia de Andaluc¨ªa, que ser¨¢ elaborada por el catedr¨¢tico Luis D¨ªez-Picazo.
Tambi¨¦n vot¨® a favor de la objeci¨®n Emilio Fr¨ªas Ponce, un magistrado "muy de derechas". A algunos de estos jueces se les considera afines a las posiciones defendidas por la Conferencia Episcopal y la Concapa (Confederaci¨®n Cat¨®lica de Padres de Familia), una de las entidades, junto al Foro de la Familia, que m¨¢s han destacado en el boicoteo a la controvertida asignatura.
En cambio, otros magistrados considerados de la derecha judicial, cat¨®licos practicantes o vinculados a la conservadora APM se mostraron contrarios a la objeci¨®n casi desde el principio. Frente a los discrepantes del sector encabezado por Gonz¨¢lez Rivas las posiciones favorables a la asignatura fueron defendidas por los ponentes, en especial por Pablo Lucas Murillo de la Cueva, adem¨¢s de Nicol¨¢s Maurandi y Fernando Ledesma, el de mayor peso espec¨ªfico entre el sector progresista.
La tensi¨®n dur¨® los dos primeros d¨ªas. Hubo momentos dif¨ªciles, cercanos al empate sobre los contenidos, aunque con una ligera ventaja del sector que consigui¨® la mayor¨ªa. En la noche del martes las posiciones estaban m¨¢s definidas a favor de una sentencia que aprueba la ense?anza de un m¨ªnimo com¨²n denominador ¨¦tico para los ciudadanos en un sistema democr¨¢tico y que no invade la esfera de las convicciones morales.
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