El 'clic' de Fernando
El primer punto del ¨²ltimo juego fue espectacular. Determinante. Con cinco horas sobre la pista, se marcaron un peloteo largu¨ªsimo, intercambiaron golpes demoledores y quemaron tanto la bola como sus piernas. Se lo llev¨® Nadal y se hundi¨® Verdasco, quiz¨¢ el ¨²nico momento de flaqueza de un tenista absolutamente reconvertido. Un punto genial que desequilibr¨® la balanza y la ambici¨®n de Verdasco, un punto que aup¨® a Nadal a una final desconocida.
Estoy sorprendida con Fer. Un solo consejo de Agassi le ha hecho madurar de repente. Su cabeza ha hecho clic. Se le ve m¨¢s centrado, cree en sus posibilidades y, sobre todo, tiene una fuerza mental desconocida hasta la fecha. Pero en el tenis, como en todo, no hay secretos: con trabajo duro y cuid¨¢ndote, rindes m¨¢s. Verdasco, que antes comet¨ªa muchos errores y no atend¨ªa a la disciplina, ha mejorado en lo f¨ªsico y, consecuentemente, en lo psicol¨®gico. Ah¨ª est¨¢ el cambio. El mejor ejemplo es el partido de ayer. Sac¨® su mejor tenis en los puntos largos y... ?sin sufrir lapsus contra un amigo! Cuando yo jugaba contra Arantxa, siempre sent¨ªa algo especial. Unas veces no me soltaba demasiado o arrugaba el brazo. Otras jugaba mejor que nunca. Es extra?o enfrentarte a alguien con quien compartes vestuario, medallas, partidos y trofeos. Nadal y Verdasco pudieron notar algo de nervios por ser compa?eros. S¨®lo hab¨ªa que fijarse en c¨®mo Nadal se contuvo al celebrar los puntos. Fer, por el contrario, solt¨® tremendas dosis de adrenalina a cada minitriunfo. Hasta eso le pudo haber pasado factura en el ¨²ltimo juego.
El repertorio fue delicioso. Verdasco, consciente de que Nadal es el mejor desde el fondo de la pista, se apoy¨® en su servicio -le dio muchos puntos gratis- para proponer un juego agresivo. Saques a los v¨¦rtices y bolas al fondo. Nadal, descolocado, respondi¨® con golpes a mitad de pista, regalos para que Verdasco finalizara con el drive. Un arma l¨®gica, en cualquier caso, si se esperaba cinco sets. Pero Nadal es mucho Nadal. Sin perder los nervios, como una hormiga, fue desesperando a Verdasco. Siempre creyendo en sus posibilidades y desgastando al adversario con una amplia variedad de golpes. Ante Fer, otro zurdo, se las ingeni¨® para buscarle el rev¨¦s alto y profundo, con peso, para luego atacar con la derecha. Rafa trabaja m¨¢s que nadie y nunca te regala nada. Se juega ante una pared que, encima, te machaca cuando te despistas.
Hasta el primer punto del ¨²ltimo juego. Tan largo, tan da?ino. Si est¨¢s cansado mentalmente, eso te puede derrumbar. Como a Verdasco, que despu¨¦s cometi¨® dos dobles faltas, las mismas que durante todo el partido. La ¨²ltima, en el punto final. Era su primera semifinal de un grande, lo contrario que Nadal, veterano en estas lides. Espero que a Fer no le afecte porque ha demostrado tener mucho tenis. Es injusto que perdiera uno de los dos. Pero los puntos, por muy buenos, peleados y determinantes que sean, siempre caen para alguien. Ayer, para Rafa, el n¨²mero uno y el favorito ante Federer. Da igual la superficie porque ya le gan¨® en la hierba de Wimbledon. Debe asumir esa responsabilidad. Es el mejor.
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