Recetas amargas contra un paro desbocado
Economistas critican las pol¨ªticas de empleo y piden aligerar el sector p¨²blico
Jos¨¦ Enrique Medina es, muy a su pesar, una de las pocas personas a las que la crisis ha tra¨ªdo m¨¢s trabajo. A este juez de lo Social de M¨¢laga se le acumulan las demandas por despido improcedente. "El incremento ha sido espectacular", constata el magistrado, que hace "un esfuerzo horrible" para ajustarse a los 60 d¨ªas h¨¢biles que le da la ley para dictar sentencia tras admitir el escrito. En 2007, los 12 juzgados sociales de la capital malague?a recibieron 1.981 demandas por despido. El a?o pasado, fueron 3.058. De mantenerse este ritmo, 2009 se cerrar¨¢ con m¨¢s de 3.600...
La actividad fren¨¦tica de los juzgados sociales es un reflejo m¨¢s del deterioro econ¨®mico de Andaluc¨ªa, m¨¢s acusado a¨²n que el del resto de Espa?a. La ¨²ltima Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) se?ala que 850.000 andaluces, el 21% de la poblaci¨®n en edad de trabajar, est¨¢n parados; y las previsiones m¨¢s pesimistas apuntan que se superar¨¢ el mill¨®n a final de este a?o. Desde 2006, el n¨²mero de desempleados se ha duplicado. Adem¨¢s, la diferencia entre el paro auton¨®mico y el nacional ha crecido de cuatro puntos porcentuales a ocho.
Aurioles: "Una econom¨ªa basada en el corto plazo es muy vol¨¢til"
Carb¨®: "No podemos ser todos funcionarios y asalariados"
Joaqu¨ªn Aurioles, profesor de la Universidad de M¨¢laga y especialista en econom¨ªa regional, habla de la "dificultad end¨¦mica de Andaluc¨ªa para crear y mantener el empleo". Pero ?cu¨¢les son las causas? "Los pilares sobre los que se levanta la econom¨ªa son menos estables que los de otros sitios. Una econom¨ªa basada en sectores tan a corto plazo, como la construcci¨®n, se convierte en vol¨¢til y muy sujeta a los altibajos de la coyuntura".
Aurioles afirma que los sectores que concentran la actividad en Andaluc¨ªa -agricultura, construcci¨®n y servicios, sobre todo vinculados al turismo- han creado un empleo con baja productividad. "La reforma laboral de los ¨²ltimos 12 a?os ha cambiado muchas cosas pero no ha influido sobre lo fundamental: hacer que la fuerza laboral aumente su productividad. El empleo es barato -los costes salariales han crecido much¨ªsimo menos que la econom¨ªa- y b¨¢sicamente prescindible", afirma.
El catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Sevilla, Francisco Ferraro, apunta que detr¨¢s de la baja productividad se esconde la "baja cualificaci¨®n" de los trabajadores andaluces en comparaci¨®n con la media espa?ola. "No hay ninguna universidad andaluza entre las mejores del mundo, y las encuestas internacionales muestran que los resultados de la formaci¨®n primaria y secundaria no son los mejores. No tenemos los peores resultados del mundo, pero no estamos entre los mejores y eso se nota", afirma Ferraro.
Ambos expertos critican los resultados de las llamadas pol¨ªticas activas de empleo -los programas de orientaci¨®n y formaci¨®n para mejorar las posibilidades de trabajo de los desempleados-. "La cantidad de cursos y recursos empleados no ha conseguido aumentar la productividad, que ha ca¨ªdo en los ¨²ltimos 10 a?os", afirma Aurioles. "La intuici¨®n me dice que ha habido gran cantidad de intereses en torno a los recursos que mueven estas pol¨ªticas, y que estos intereses no han ido buscando necesariamente siempre la mayor eficiencia". En 2009, la Junta invertir¨¢ 675 millones de euros en estas pol¨ªticas.
El catedr¨¢tico de la Universidad de Granada y asesor de la Reserva Federal estadounidense, Santiago Carb¨®, ve el vaso medio lleno: "No todo se ha hecho mal en estos a?os: se ha dado trabajo a los que hab¨ªa, a la mujer y a miles de inmigrantes, aunque se han primado actividades con beneficios f¨¢ciles e inmediatos, como la construcci¨®n". Respecto al "capital humano", afirma: "Andaluc¨ªa tiene universidades del mismo nivel que Espa?a, ha crecido el n¨²mero de licenciados y doctorados, el acercamiento es importante. Pero hay que modernizar la formaci¨®n y dar a los estudiantes m¨¢s capacidad emprendedora. No podemos ser todos funcionarios y asalariados".
Entre 2005 y 2008, Andaluc¨ªa tiene 27.900 empleados p¨²blicos m¨¢s. Las administraciones dan trabajo al 21,6 por ciento de la poblaci¨®n activa, tres puntos por encima de la media nacional y siete puntos m¨¢s que Catalu?a. "Si hay m¨¢s empleados p¨²blicos se podr¨ªa pensar que tenemos mejores servicios p¨²blicos, lo que es discutible, y este mayor gasto p¨²blico reduce las posibilidades de inversi¨®n", afirma Ferraro. "Pedir esfuerzos al sector privado para mantener a un sector p¨²blico agigantado no es una situaci¨®n que se pueda mantener mucho tiempo", remacha Joaqu¨ªn Aurioles.
"Esto es una muestra de la debilidad del mercado de trabajo. La falta de formaci¨®n no incentiva que la gente monte empresas, y busque el empleo p¨²blico, m¨¢s c¨®modo y estable, pero menos rentable", opina Francisco Villalba, consejero delegado de Analistas Econ¨®micos, departamento de estudios del Grupo Unicaja. "Hay que mejorar la eficiencia de los servicios p¨²blicos y ajustar el gasto de las administraciones. El sector p¨²blico, con su peso excesivo, tiene el margen m¨¢s alto de maniobra", considera Villalba.
Al hablar de las posibles soluciones a la crisis, los cuatro economistas invocan las palabras m¨¢gicas: "reformas estructurales". ?Pero cu¨¢les? Carb¨® apunta dos: dotar de competencia a mercados casi monopol¨ªsticos como la energ¨ªa o las telecomunicaciones -"el tel¨¦fono y la banda ancha son m¨¢s caros que en el resto de Europa"-, y "reformar el mercado de trabajo". Esto pasa, seg¨²n Carb¨®, no por abaratar el despido, sino por "simplificar las figuras contractuales para que respeten los derechos del trabajador y sean atractivas para las empresas".
"Andaluc¨ªa y Espa?a tendr¨¢n que abandonar el modelo del ladrillo de una vez por todas y potenciar otras actividades con mayor proyecci¨®n exterior. La econom¨ªa que surja de la crisis ser¨¢ muy diferente de la de hace a?o y medio", pronostica Aurioles.
"Estas reformas son costosas pol¨ªticamente, si no hay un gobierno con decisi¨®n y una oposici¨®n que colabore, son imposibles, y adem¨¢s, los resultados no se perciben al d¨ªa siguiente, esto no es cortar una cinta. De momento, en Andaluc¨ªa la gran apuesta sigue siendo el plan de Vivienda", se lamenta el catedr¨¢tico Ferraro.
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