Los tebeos llegan a los m¨®viles
Los grandes sellos franceses de tebeos, como Casterman, est¨¢n empezando a investigar un campo en el que creen que pueden encontrar miles de lectores: los tebeos para Internet, pero sobre todo para los m¨®viles. "Al principio ten¨ªamos un problema de pantallas, pero ahora empieza a haber una cierta unificaci¨®n", explica Nadia Gibert, de Casterman, que no quiere soltar prenda todav¨ªa sobre los proyectos que anunciar¨¢ su compa?¨ªa este a?o. Sin embargo, una empresa francesa, Ave Comics (www.ave-comics.com) ya ha ofrecido el ¨²ltimo tebeo de Lucky Luke, El hombre de Washington, en una versi¨®n para m¨®viles (sobre todo para el iPhone). Las ventas han igualado a las de papel. Su objetivo es lanzar en Francia entre 100 y 200 t¨ªtulos al a?o (de los 4.800 que se publican), aunque todav¨ªa no tienen historietas pensadas exclusivamente para ese formato, que s¨ª ocurre ya en Jap¨®n y Corea.
- Dedicatorias. "Dedicaces, dedicaces..." es un cartel que puede leerse en casi todos los stands de Angulema. Al ser un festival abierto al p¨²blico, las colas pueden ser gigantescas, como en el caso de Manara o Manu Larcenet; pero no se trata de dibujos hechos a toda velocidad. Se trata de aut¨¦nticas obras de arte. Algunos autores, como David B, s¨®lo aceptan firmar un determinado n¨²mero de ejemplares, otros como el italiano Gipi, que muchos consideran el gran maestro del tebeo europeo actual, traza aut¨¦nticas obras de arte utilizando acuarelas. Puede demorarse hasta diez minutos en un dibujo.
- Mochilas. El epicentro de la movida nocturna de Angulema est¨¢ en le Chat Noir, donde se re¨²nen autores, editores, periodistas, agentes, antes y despu¨¦s de cenar. Mucha gente carga con mochilas llenas de c¨®mics, otros con cartapacios y no es extra?o ver a alguien ense?ando originales entre cervezas. Y en casa del herrero no hay cuchillos de palo: algunos autores piden a otros que les dibujen en cuadernos. En Agulema el c¨®mic no descansa.
- Nuevos temas. En su camino hacia la novela gr¨¢fica, el c¨®mic se ha abierto hacia todo tipo de temas. Se puede ver en las 56 obras que optan al gran premio (que van desde las aventuras hasta un volumen de 400 p¨¢ginas sobre una historia familiar), como en las exposiciones, que van desde Dupuis y Berberian y sus historias de Bobos (los burgueses bohemios de Par¨ªs) hasta Sud¨¢frica o Corea.
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