Claves para entender la crisis

Barry Eichengreen, conocido especialista, se?alaba con sorna que la ¨²nica econom¨ªa capaz de eludir las crisis financieras era aquella que carec¨ªa de mercados financieros. Su iron¨ªa desvela una opini¨®n compartida: los mercados financieros son por naturaleza inestables. El proceso de expansi¨®n financiera reciente no ha hecho sino acentuar esa inestabilidad al amplificar el contraste entre el elevado grado de interdependencia, sofisticaci¨®n y complejidad de los mercados y la limitada capacidad de respuesta regulatoria a escala internacional. La secuencia de crisis y contagios que jalonaron las ¨²ltimas d¨¦cadas ilustra bien esta simetr¨ªa.

No obstante, las crisis tambi¨¦n propiciaron experiencias desde las que erigir las respuestas reformadoras posteriores. La tarea no es sencilla, ya que se trata de encontrar un marco que aten¨²e la incertidumbre sin ahogar el proceso de expansi¨®n e innovaci¨®n financiera. En esa b¨²squeda, las crisis precedentes han actuado como un doloroso aprendizaje. Nos enfrentamos ahora a la crisis de mayor alcance e impacto de las vividas en las ¨²ltimas siete d¨¦cadas: bueno es que se dediquen esfuerzos a analizar sus causas y a extraer ense?anzas de futuro. Tal es lo que se propone la publicaci¨®n que ahora se presenta.

Promovido por Analistas Financieros Internacionales (AFI), una instituci¨®n de referencia en el estudio de las finanzas, el libro convoca a cinco expertos procedentes de otras tantas instituciones clave en nuestro sistema financiero. La obra comienza con una clarificadora introducci¨®n de Emilio Ontiveros en la que de forma comprimida se presentan los rasgos singulares de la presente crisis: su distinto origen, morfolog¨ªa, alcance y resistencia frente a terapias extremas forman parte de esos rasgos.

Las causas de la crisis y sus v¨ªas de propagaci¨®n son estudiadas de forma m¨¢s detenida por Santiago Fern¨¢ndez de Lis (AFI), que explora las consecuencias del nuevo modelo de "originar y distribuir" que est¨¢ en la base de los problemas financieros actuales. Su cap¨ªtulo integra una sugerente relaci¨®n de los futuros desaf¨ªos a los que se enfrenta la gesti¨®n de la liquidez y las tareas de prestamista de ¨²ltima instancia de los bancos centrales.

En el segundo cap¨ªtulo, Javier Alonso Ruiz de Ojeda (Banco de Espa?a) somete a comparaci¨®n el comportamiento de la Reserva Federal norteamericana y del Banco Central Europeo a lo largo de la crisis. De su an¨¢lisis se extraen algunas lecciones valiosas, subrayando la nueva atenci¨®n que los reguladores deben prestar a los requerimientos de liquidez de las entidades.

Fernando Restoy (Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores), en el cap¨ªtulo tercero, fija su mirada sobre cuatro aspectos especialmente afectados por la tormenta financiera: las pr¨¢cticas de transparencia informativa de las entidades, el papel de las agencias de rating, los criterios de provisi¨®n de liquidez y los sistemas de supervisi¨®n de los mercados. Por ¨²ltimo, en el cuarto cap¨ªtulo Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez P¨¢ramo (Banco Central Europeo) discute el papel del proceso de titulizaci¨®n sobre la eficiencia del mercado y la exposici¨®n al riesgo de las entidades, los problemas de liquidez no resueltos y las respuestas ofrecidas por las autoridades monetarias. Su balance apunta a la necesidad de que los bancos centrales sopesen el necesario respaldo al sistema financiero ante perturbaciones serias de liquidez con una m¨¢s detenida consideraci¨®n de los problemas de riesgo moral que encierran sus actuaciones.

El libro incorpora, adem¨¢s, en forma de anexos dos importantes documentos: el informe del Foro de Estabilidad Financiera ante los ministros de Econom¨ªa y gobernadores de los bancos centrales del G-7, de abril de 2008, y la Declaraci¨®n de la Cumbre del G-20, de noviembre de 2008. A todas luces, una oportuna y valiosa publicaci¨®n, clave no s¨®lo para entender la crisis, sino tambi¨¦n para imaginar el sistema financiero del futuro.

Jos¨¦ Antonio Alonso es director del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI).