Fuerte resistencia en el Senado de EE UU al plan de est¨ªmulo econ¨®mico
El presidente estudia las propuestas republicanas para lograr la aprobaci¨®n
Pese a los esfuerzos desarrollados por Barack Obama en ambos lados del espectro pol¨ªtico, el plan de est¨ªmulo econ¨®mico, el arma que la Casa Blanca espera para combatir la crisis, ha encontrado una fuerte resistencia en el Senado. El presidente insisti¨® ayer en lo dram¨¢tico de la situaci¨®n y en la urgente necesidad de invertir en la recuperaci¨®n, pero muchos senadores dudan de la utilidad de este plan y amenazan con rechazarlo si no se le hacen cambios en profundidad.
"Tal como est¨¢ va a ser derrotado en el Senado", advirti¨® ayer el jefe de la minor¨ªa republicana, Mitch McConnell, quien asegur¨® que a las reticencias de su propio partido se unen las de algunos senadores dem¨®cratas. Para evitar las t¨¢cticas obstruccionistas que demorar¨ªan infinitamente su aprobaci¨®n, el plan, que representa un gasto de unos 875.000 millones de d¨®lares (unos 680.000 millones de euros), requerir¨ªa el apoyo de todos los senadores dem¨®cratas y de, al menos, dos de la oposici¨®n.
La Casa Blanca est¨¢ dispuesta a aceptar las rebajas fiscales que pide la oposici¨®n
Obama se mostr¨® ayer tranquilo de poder conseguir ese respaldo. "No podemos permitirnos que peque?as diferencias impidan la aprobaci¨®n de un plan que todo el mundo considera necesario", declar¨® ayer el presidente.
En efecto, congresistas de ambos partidos han coincidido en que hace falta una iniciativa por parte del Gobierno para combatir la crisis. Pero las diferencias sobre su contenido no son tan peque?as. Los republicanos quieren un aumento considerable de la cantidad destinada a la reducci¨®n de impuestos (275.000 millones, en el texto aprobado la semana pasada por la C¨¢mara de Representantes) y una disminuci¨®n de la partida de nuevos gastos (550.000 millones, en esa versi¨®n). Al mismo tiempo, exigen, con el apoyo de algunos dem¨®cratas conservadores, la retirada de algunas partidas, como los 75 millones de ayudas para dejar de fumar, que parecen responder ¨²nicamente a las agendas particulares de determinados congresistas.
Obama se muestra confiado en hallar un territorio com¨²n con el Congreso. "Cuando el plan definitivo salga a votaci¨®n, va a tener un respaldo mayor de lo que ahora parece", ha pronosticado.
El presidente no ha ahorrado esfuerzos para conseguirlo. Ayer se entrevist¨® con el gobernador de Vermont, el republicano Jim Douglas, como representante de un grupo de gobernadores de ambos partidos, acuciados por la situaci¨®n ruinosa de sus Estados, que est¨¢n presionando al Capitolio a favor del plan de la Casa Blanca.
M¨¢s tarde, se reuni¨® con congresistas dem¨®cratas a fin de pedirles un esfuerzo negociador. La Casa Blanca est¨¢ dispuesta a satisfacer algunas exigencias republicanas. Aceptar¨ªa nuevas rebajas de impuestos -especialmente una, m¨¢s pol¨¦mica, que beneficiar¨ªa a familias de mayores ingresos- y quiere que los dem¨®cratas renuncien a algunas de las inversiones que han incluido en la primera versi¨®n de la ley.
Para algunos dem¨®cratas de izquierdas esto no es f¨¢cil de aceptar -ya han retirado partidas como las ayudas a los anticonceptivos o la educaci¨®n sexual- y s¨®lo lo har¨ªan a cambio de aumentar la inversi¨®n en infraestructuras. Los congresistas del partido mayoritario no quieren defraudar a Obama pero tampoco quieren que sus electores se queden con la impresi¨®n de que han pagado un precio excesivo a la oposici¨®n. Los republicanos, por su parte, no quieren aparecer como obstruccionistas ante un presidente muy popular pero tampoco quieren ser copart¨ªcipes de una gran operaci¨®n econ¨®mica en la que no creen.
En eso est¨¢ en estos momentos el debate mientras se espera ansiosamente un resultado. El plan de est¨ªmulo econ¨®mico va a ser, seguramente, la pieza legislativa m¨¢s importante de este primer mandato. Barack Obama lo ha convertido en un instrumento vital para reconstruir el pa¨ªs y ha prometido que, con ese plan, acabar¨¢ con la crisis antes de las siguientes elecciones presidenciales. "Si no lo consigo en tres a?os, esto ser¨¢ un proyecto de un solo mandato", dijo el presidente el domingo en una entrevista en la cadena de televisi¨®n NBC, dando a entender que vincula su suerte pol¨ªtica en 2012 a la recuperaci¨®n econ¨®mica.
La otra pata sobre la que debe basarse esa recuperaci¨®n es la intervenci¨®n en el sistema financiero. Ya se da por hecho en Washington que pronto ser¨¢ necesario poner m¨¢s dinero p¨²blico en los bancos, pero Obama ha anunciado que en los pr¨®ximos d¨ªas se establecer¨¢n nuevas reglas para que el Gobierno tenga un control mucho m¨¢s estricto sobre esa intervenci¨®n.
Dentro del esfuerzo bipartidista del presidente pod¨ªa incluirse ayer su voluntad de nombrar al senador republicano Judd Gregg como secretario de Comercio. Ser¨ªa el tercer miembro de la oposici¨®n en el Gabinete. Pero Gregg s¨®lo aceptar¨ªa el puesto a condici¨®n de que el gobernador de su Estado, New Hampshire, que es dem¨®crata, acepte reemplazarlo por otro senador republicano con el fin de no cambiar el balance actual de fuerzas en la C¨¢mara Alta.
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