Las FARC liberan tras siete a?os de cautiverio a un gobernador
"Trabajar¨¦ por la libertad de los que quedaron", dice Jara
Delgado, p¨¢lido, pero con una sonrisa abierta, contagiosa; as¨ª regres¨® a la libertad, despu¨¦s de siete a?os y siete meses en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el ex gobernador del departamento del Meta Alan Jara, de 51 a?os.
Pasadas las dos de la tarde (seis horas m¨¢s en la Espa?a peninsular), un helic¨®ptero de la fuerza a¨¦rea de Brasil, que se hab¨ªa internado por la ma?ana en las selvas de Guaviare (sur de Colombia) con los emblemas de Cruz Roja Internacional, aterriz¨® en el aeropuerto de Villavicencio, capital del mismo Estado del que Jara fue gobernador, a 90 kil¨®metros de Bogot¨¢.
Jara se fundi¨® en un abrazo lleno de l¨¢grimas con su esposa, Claudia Rugeles, y su hijo, Alan Felipe. "?Libre, libre!", fueron sus primeras palabras. "Hoy ocurri¨® un milagro; deben ocurrir muchos m¨¢s"; "ahora debo trabajar por la libertad de los que quedaron all¨¢", asegur¨®.
Supo de la muerte de su madre por la radio. Y s¨®lo ese d¨ªa le vieron llorar
Con sombrero azul y una mochila como las que usan los guerrilleros, a Jara, que camin¨® durante siete semanas, unos 250 kil¨®metros, hacia su libertad, se le vio siempre acompa?ado por la senadora de la oposici¨®n Piedad C¨®rdoba, art¨ªfice de las seis liberaciones prometidas por las FARC desde diciembre pasado.
Fue conmovedor su relato salpicado de humor y de afecto profundo por sus compa?eros de cautiverio de los ¨²ltimos a?os, todos miembros de la fuerza p¨²blica. Los nombr¨® uno a uno, dio detalles de sus vidas, y pidi¨® que el pa¨ªs no los olvide: "Detr¨¢s de cada uno de ellos hay un drama; me cost¨® mucho trabajo dejarlos". Jara anunci¨® que luchar¨¢ por un intercambio humanitario que permita la libertad de los 22 polic¨ªas y militares canjeables que siguen en la selva.
El ex gobernador fue muy duro con ?lvaro Uribe: "No hizo nada por nuestra libertad". "Pareciera que al presidente Uribe le convenga la situaci¨®n de guerra que se vive en el pa¨ªs, y a las FARC les gusta que Uribe est¨¦ en el poder". Jara no cree que la guerrilla est¨¦ derrotada. "All¨¢, en la selva, hay muchos guerrilleros, la mayor¨ªa j¨®venes que no tienen proyecto de vida distinto a ingresar en los grupos armados".
Por la tarde, se esperaba la llegada de Jara a su casa. Un ¨¢rbol de navidad, los regalos de siete a?os sin abrir, lo esperaban. Cuando el comando guerrillero lo hizo bajar de un veh¨ªculo de la ONU en 2001 para llev¨¢rselo a la selva, Jara ten¨ªa 44 a?os. Su hijo Alan Felipe era un ni?o. "O¨ª crecer a mi hijo", dijo al dar las gracias a los que manejan los programas de mensajes a los secuestrados. Ahora, convertido en un adolescente de 15 a?os, Alan Felipe quiere recuperar el tiempo perdido. "El secuestro cambia a las personas; espero que ¨¦l no haya cambiado tanto", dijo a la prensa horas antes de volverlo a abrazar.
Georgina, la madre de Jara, muri¨® en 2002 de c¨¢ncer. El antiguo gobernador se enter¨® por la radio. Sus compa?eros de cautiverio, los que ya han sido liberados, cuentan que s¨®lo esa vez lo vieron llorar. Han dicho tambi¨¦n que Jara les daba ¨¢nimo cada vez que los sent¨ªa deprimidos.
En la ¨²ltima imagen cedida por la guerrilla para probar que ¨¦l y otros rehenes segu¨ªan con vida, a Jara se le vio con una masa de carne en la garganta que le imped¨ªa comer, y con una cadena al cuello. Sus compa?eros de cautiverio le apodaban teacher, porque se dedic¨® a ense?arles ingl¨¦s y ruso. El ex gobernador hab¨ªa estudiado ingenier¨ªa en Kiev.
Ma?ana est¨¢ previsto que se completen las liberaciones que las FARC prometieron efectuar por mediaci¨®n de Piedad C¨®rdoba. El pasado domingo la guerrilla solt¨® a tres polic¨ªas y un soldado. Ma?ana el turno ser¨¢ para Sigifredo L¨®pez, el ¨²ltimo de los civiles canjeables en poder de las FARC y el ¨²nico superviviente del grupo de 12 diputados del Valle secuestrados en 2002. Los otros 11 fueron asesinados por sus carceleros en junio de 2007.
No ha sido f¨¢cil para el Gobierno aceptar las acciones "humanitarias" y "unilaterales" impuestas por las FARC en esta operaci¨®n. Antes de ser anunciadas, el presidente las calific¨® de "celada".
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