Barcelona es m¨¢s negra que Madrid, seg¨²n los escritores

BCNegra'09 copi¨® la idea de hacer un debate sobre Madrid versus Barcelona de las jornadas Getafe Negro. Ten¨ªan que ser seis los escritores que se enfrentaran ayer, tres por cada ciudad, pero se quedaron en cinco. Alicia Gim¨¦nez Bartlett, Francisco Gonz¨¢lez Ledesma, y Andreu Mart¨ªn por Barcelona, y Juan Madrid y Lorenzo Silva por Madrid.

Madrile?os y catalanes coincidieron en que la novela negra surgi¨® antes en Barcelona, entre otras cosas, porque ah¨ª estaba la industria editorial. Madrid y Silva contaron que desde siempre sus editores son catalanes.

Tambi¨¦n hubo un pique entre Silva y Bartlett que entusiasm¨® al personal. Silva dijo que en Barcelona hay m¨¢s relajo, m¨¢s m¨²sculo social, m¨¢s burgueses y su contacto con el Mediterr¨¢neo la ha hecho m¨¢s d¨²ctil". "En cambio, un alto cargo pol¨ªtico me dijo que en Madrid la derecha arrastraba el peso de la tradici¨®n, del falangismo". Bartlett salt¨® como una pantera. "No es una cosa del pasado, la derecha de Madrid sigue siendo, como hace 100 a?os, facha, cutre y sanguinaria". En el fondo, como hicieron notar sus colegas, ambos estaban diciendo lo mismo.

Burgueses y piratas

"Madrid ha sido y sigue siendo Kansas City", dijo Juan Madrid, "y Barcelona siempre ha sido burguesa, claro que entre esos burgueses tambi¨¦n hab¨ªa piratas y negreros. En Madrid todos eran funcionarios. Se podr¨ªa haber escrito novela gris". Ledesma y Mart¨ªn se declararon profundamente enamorados de Barcelona, incluso con los cambios que ha sufrido. "El Raval est¨¢ tan diferente, que M¨¦ndez [su polic¨ªa] se pierde. Pero el Raval seguir¨¢ siendo eterno y fuente de inspiraci¨®n". Mart¨ªn defini¨® la novela negra como "un juego para exorcizar la inquietud que nos produce la transgresi¨®n y el caos".

Al final todos estuvieron de acuerdo: ni Madrid ni Barcelona, lo que de verdad generar¨ªa una buena novela negra es, en palabras de Silva, "el cinismo de los grandes criminales que nunca comparecer¨¢n ante un tribunal, que nos han llevado a la ruina y que tanto da?o han hecho al mundo". Gim¨¦nez Bartlett admiti¨®, con pena, que los escritores s¨®lo pueden describir el mundo, "pero no pueden cambiarlo".