Berlusconi se rebela contra todos los poderes del Estado de derecho

Silvio Berlusconi lanz¨® ayer un desaf¨ªo sin precedentes a los poderes de la Rep¨²blica italiana, a la m¨¢xima autoridad del Estado, el presidente Giorgio Napolitano, a las C¨¢maras parlamentarias, a la Justicia en pleno y al Estado de derecho, al despachar un decreto ley de urgencia y luego un proyecto de ley. Ambas iniciativas han sido elaboradas a medida para anular la sentencia del Tribunal Supremo que autoriz¨® a suspender la alimentaci¨®n y la hidrataci¨®n artificial a Eluana Englaro. La mujer, ingresada en una cl¨ªnica de ?dine, vive en estado vegetativo desde 1992.

El Vaticano, destinatario principal de una iniciativa que probablemente no llegar¨¢ a tiempo de impedir la suspensi¨®n del tratamiento a Englaro, iniciada ayer, aplaudi¨® inmediatamente el anuncio de Berlusconi: "El Gobierno ha sido valiente y nos ha escuchado". La Curia revel¨® as¨ª, sin asomo de pudor, su crucial influencia a la hora de convertir un asunto judicial particular en el instrumento que ha permitido a Berlusconi abrir un grav¨ªsimo conflicto institucional.

"Haremos la ley en dos o tres d¨ªas", dijo Berlusconi tras el veto del presidente

El proceso iniciado ayer con Eluana ser¨¢ irreversible en 48 horas

Una ley cocinada desde el Vaticano por la jerarqu¨ªa integrista de la Iglesia. El decreto ley fue aprobado en el primer Consejo de Ministros de forma un¨¢nime tras una larga deliberaci¨®n, durante la cual, aseguraron los medios locales, Berlusconi amenaz¨® con cesar a los ministros que osaran abstenerse. Il Cavaliere impuso su criterio sabiendo de antemano que Napolitano no firmar¨ªa el decreto. El Jefe del Estado hab¨ªa anunciado en una carta enviada al consejo sus reservas estrictamente t¨¦cnicas, ya que, aclar¨®, "seg¨²n la Constituci¨®n, una actuaci¨®n de urgencia no puede ser emitida en oposici¨®n a una sentencia judicial dictada".

Una minucia para Berlusconi, que minutos despu¨¦s escenific¨® el desaf¨ªo de gran calado que se esconde tras la farsa del decreto. "Si Napolitano no firma", dijo Berlusconi, "reunir¨¦ al Parlamento en unas horas y haremos la ley en dos o tres d¨ªas; luego llamar¨¦ al pueblo a retocar la Constituci¨®n para cambiar el m¨¦todo que rige los decretos urgentes".

Efectivamente, Napolitano se neg¨® a firmar el decreto-expr¨¦s. Tras ese rechazo, Berlusconi consum¨® su rebeli¨®n al jefe del Estado y comprometi¨® a los presidentes del Senado y de la C¨¢mara al convocar un consejo de ministros reducido (4 ministros de 21) y extraordinario a las ocho de la tarde. All¨ª aprob¨®, en 15 minutos, el proyecto de una ley que "obligar¨¢ a alimentar e hidratar a las personas que no puedan valerse por s¨ª mismas". Berlusconi anunci¨® a la salida que ha pedido al presidente del Senado que convoque de inmediato una sesi¨®n extraordinaria para ratificar la norma.

Gianfranco Fini, presidente de la C¨¢mara de Diputados y tercera m¨¢xima autoridad del Estado, hab¨ªa desaconsejado vivamente al Gobierno que aprobara el decreto ley. La duda es saber qu¨¦ har¨¢ ahora, ante la convocatoria urgente de las c¨¢maras por un asunto tan poco urgente para una naci¨®n como el que se le propone. Para justificar la prisa, Berlusconi apel¨® a motivos variopintos. "No quiero sentirme responsable de omisi¨®n de socorro". "No quiero la responsabilidad de la muerte de Eluana. Tiene c¨¦lulas vivas en el cerebro, e hipot¨¦ticamente podr¨ªa todav¨ªa tener hijos". "No sabemos c¨®mo es de persistente su estado vegetativo", a?adi¨®, tirando del hilo de la superstici¨®n. Luego, confes¨® que hab¨ªa le¨ªdo un libro de un tipo que estuvo 20 a?os en coma y se despert¨® ("es muy bueno, se lo recomiendo").

"Que se hunda el mundo con tal de hacer justicia", dijo. "Ning¨²n formalismo jur¨ªdico vale una vida humana". Tras pedir a los m¨¦dicos que tratan de suspender la alimentaci¨®n de Eluana, que"esperen unos d¨ªas", en un ¨²ltimo gesto de vileza record¨® que el padre de Eluana, Beppino, no puede quejarse de los gastos que le ocasiona la situaci¨®n de su hija, "puesto que la han cuidado siempre las monjitas". Englaro jam¨¢s se ha quejado de nada, salvo de que el Estado y los m¨¦dicos han secuestrado la libertad y el derecho constitucional de su hija.

El ministro de Sanidad, Maurizio Sacconi, ha enviado inspectores a la cl¨ªnica para, dijo, "buscar las respuestas que todav¨ªa no tenemos". La frase implica que el Gobierno intentar¨¢ detener la suspensi¨®n del tratamiento de Eluana por tierra, mar y aire. Tiene poco tiempo, porque el proceso, iniciado ayer por la ma?ana, ser¨¢ irreversible en 48 horas. Vittorio Angiolini, abogado de la familia, asegur¨® que seguir¨¢n el curso de la justicia. "Est¨¢ fuera de toda discusi¨®n: seguiremos". Y Beppino afirm¨®: "Estoy conmocionado".

La oposici¨®n recibi¨® el reto de Il Cavaliere con estupefacci¨®n. Walter Veltroni, l¨ªder del PD, dijo: "Se comporta de modo absolutamente irresponsable, y busca deliberadamente el choque institucional. Hoy es un d¨ªa muy grave para la historia de Italia". El partido Italia de los Valores habl¨® de "Gobierno fascista". El comunista PDCI sintetiz¨®: "He aqu¨ª el golpe de Estado". Para el eurodiputado radical Marco Cappato, el Gobierno est¨¢ dirigido "por una banda de lefebvrianos de la pol¨ªtica".

A juicio de Ezio Mauro, director de La Repubblica, Berlusconi "ha ignorado las reglas b¨¢sicas de la separaci¨®n de poderes y ha subvertido la esencia del Estado de derecho, que hasta ahora se basaba en que la ¨²ltima palabra corresponde al Tribunal Supremo".

Lo que nadie puede discutir es la habilidad de Il Cavaliere. Aprovechando con cinismo el viento favorable del Vaticano, la debilidad de la oposici¨®n y la emotividad transversal que suscita el asunto, y despreciando de paso el dolor de una familia que vive un calvario de 17 a?os, Berlusconi ha usado el caso para ascender a caudillo y asestar un volapi¨¦ a una arquitectura institucional que siempre le ha venido inc¨®moda.